Miguel Gaton
Actualidad iPhone
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2 min readSep 5, 2016

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Tim Cook

La guerra entre la Comisión Europea, Irlanda y Apple acerca de los casi 13.000 millones de euros que Apple podría haber evadido en concepto de impuestos sigue a la orden del día. Tim Cook comenzó hace unas semanas un debate público acerca de si lo que Apple estaba haciendo era o no considerado una trampa. El CEO de Apple aludió a los puestos de trabajo que la compañía genera en Irlanda y el resto de Europa para justificar su actividad al límite de lo prohibido en Irlanda. Sin embargo, a los altos cargos de la Eurozona parece no haberles hecho demasiada gracia este tipo de acusación tan popular.

Uno de los jefes, Jeroen Dijsselbloem ha manifestado el poco gusto que ha tenido Apple haciendo público este debate, expresando su total desacuerdo:

La respuesta de Apple muestra una actitud inadecuada, parecen no conocer como está la sociedad, no deberían haber convertido esto en un debate público. Es una cuestión moral muy fuerte, y las compañías no pueden decir que no va con ellos, que no ven el problema.

Estas han sido las palabras de Dijsselbloem en el foro Ambrosetti de empresarios de Italia. La percepción de este tipo de prácticas en Estados Unidos de América y en Europa son bastante distintas, en la Eurozona se tiende más a la solidaridad, aunque haya que pasar por encima de los mercados, por otro lado, en Estados Unidos de América, prima la libertad del mercado y de las tácticas que cada una de las empresas mantenga para posicionarse por encima del resto. Este tipo de argucias son duramente penadas en Europa, donde el tráfico de influencias y el chantaje ya ha costado algún disgusto en otros países. Este tipo de corrupción es un mal endémico en muchos países de Europa, y no está de más que la Unión Europea tome cartas en el asunto.

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