Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, pero nunca dejamos ni dejaremos de hacerlas. El último teléfono que ha presentado Samsung es el Note 7, un dispositivo con procesador Exynos 8890 octa-core y 4GB de RAM que mueven una pantalla 2K de 5.7 pulgadas. Los últimos teléfonos que ha lanzado Apple son el iPhone 6s y el iPhone 6s Plus, ambos con procesador A9 dual-core y 2GB de RAM, pero el modelo de 4.7 pulgadas, el que han usado en esta comparación, tiene una pantalla con resolución de 1.334 por 750.

Uno de los tests que se realizan nada más ponerle las manos encima a un dispositivo que acaba de salir al mercado es el test de velocidad. Para ello se cogen dos terminales y se cronometra cuánto tiempo tardan en abrir varias aplicaciones, haciendo en algunos casos dos vueltas, la segunda para comprobar cómo se comportan con las aplicaciones abiertas en segundo plano. ¿Cuál ganará en esta carrera: el Galaxy Note 7 o el iPhone 6s?

Galaxy Note 7 vs. iPhone 6s

Como podéis ver en el vídeo, la paliza es muy importante. Como hemos dicho al principio de este post, las comparaciones son odiosas y estamos hablando de dispositivos muy diferentes, empezando por la diferencia de tamaño de las pantallas y terminando por el sistema operativo que usan ambos terminales, siendo Android Marshmallow en el caso del Note 7 y iOS 9 en el caso del iPhone 6s.

Los defensores del Galaxy Note 7 dicen, con razón, que el terminal del gigante coreano tiene que realizar más trabajo, pero los defensores del iPhone 6s dicen, no con menos razón, que lo importante de un dispositivo es cómo se comporta en el uso diario y ¿de qué sirven tantos núcleos, RAM y resolución si al final van a lastrar el rendimiento del equipo? ¿Qué preferís vosotros?

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