La Licencia Social

Roberto Arosemena
Acuicultura y Bioeconomía Azul
5 min readJun 2, 2024

Todo proyecto de inversión debe contar con un plan social que permita obtener la aprobación de las comunidades dentro del área de influencia del proyecto. Omitir esto puede ser un error muy costoso.

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La acuicultura se ha vuelto cada vez más crucial para satisfacer las necesidades alimentarias globales. Sin embargo, enfrenta desafíos como el licenciamiento social, que implica la aceptación y aprobación de la comunidad para nuevos proyectos.

A menudo, este aspecto no se contempla en la planificación inicial, lo que puede llevar a consecuencias graves y costosas. Es esencial involucrar a las comunidades locales desde el inicio, considerando sus opiniones y preocupaciones para garantizar el éxito y la sostenibilidad de los proyectos acuícolas.

La consideración de la licencia social es crucial en la planificación de proyectos acuícolas para evitar conflictos y obtener el respaldo de las comunidades locales, lo que conduce a un desarrollo más sostenible y exitoso.

La oposición de las comunidades y grupos de interés se manifiesta de diversas maneras, desde recursos legales para detener la construcción hasta bloqueos físicos y actos de intimidación, especialmente comunes en países latinoamericanos. Independientemente de la forma de oposición, esto suele tener consecuencias graves para la empresa, desde la paralización temporal hasta la cancelación definitiva del proyecto.

Las razones para oponerse varían según la comunidad y el proyecto, pero comúnmente incluyen, entre otras :

1. Preocupaciones ambientales: En los países desarrollados, las comunidades suelen preocuparse por los impactos negativos de la acuicultura en el medio ambiente. Esto incluye el temor a la contaminación de las aguas residuales con exceso de nutrientes y antibióticos, así como a la posible alteración de los ecosistemas marinos cercanos al proyecto debido a la salinidad y los volúmenes de descarga.

Además, existe la preocupación por el escape de organismos cultivados y su potencial impacto en la contaminación genética de las poblaciones naturales, especialmente en comunidades que dependen de la pesca para su sustento.

2. Preocupaciones socioeconómicas: Los habitantes de las comunidades locales pueden ver los nuevos proyectos como una amenaza para sus medios de vida tradicionales, especialmente en comunidades pesqueras y acuícolas. Existe el temor de que la competencia de las especies producidas por los grandes proyectos afecte la viabilidad económica de los acuicultores y pescadores locales, eliminando su competitividad en los mercados regionales.

La posible afectación del turismo, especialmente en zonas costeras, también preocupa a las comunidades locales, ya que esta actividad desempeña un papel crucial en sus economías.

3. Falta de transparencia y comunicación: La percepción de riesgo de los pobladores de las comunidades hacia los nuevos proyectos está influenciada por la mala comunicación de la empresa responsable y la poca información proporcionada a la comunidad.

Cuando las empresas no comunican de manera efectiva los planes y posibles impactos a las comunidades, puede generar desconfianza y sospechas. La falta de participación e inclusión de la comunidad en los procesos de toma de decisiones también puede aumentar la oposición.

Para obtener el respaldo y la colaboración de la comunidad, las empresas acuícolas deben implementar un Plan Social integral antes del inicio del proyecto. Este plan debe abordar y mitigar las preocupaciones de la comunidad, demostrando un compromiso con la responsabilidad social y ambiental. Además, es crucial participar en programas de certificación de terceros para fortalecer la gobernanza ambiental.

Algunas medidas a tomar para generar confianza con las comunidades y obtener su licencia social incluyen:

1. Establecer canales claros de comunicación para informar a la comunidad sobre el proyecto y sus posibles impactos. Es crucial interactuar regularmente con las comunidades a través de reuniones abiertas, sesiones informativas y canales de comunicación accesibles.

Esto permite discusiones abiertas sobre los posibles impactos, las estrategias de mitigación y el abordaje de las preocupaciones de la comunidad. Se debe ser transparente en la divulgación de información relevante y resultados de la implicación comunitaria y definir claramente los valores y objetivos compartidos con la comunidad para construir relaciones sólidas.

2. Promover la participación comunitaria: Es fundamental promover asociaciones auténticas con las comunidades mediante procesos colaborativos de toma de decisiones. Integrar el conocimiento local en la planificación y ejecución de los proyectos ayuda a abordar las necesidades y preocupaciones de la comunidad, asegurando así su apoyo y contribución al éxito del proyecto.

3. Desarrollar proyectos con responsabilidad ambiental. Para garantizar la sostenibilidad de la acuicultura, es crucial adoptar prácticas que reduzcan al mínimo su impacto en el medio ambiente. Esto implica la utilización de tecnologías amigables con el entorno, la gestión adecuada de los residuos generados durante el proceso y el monitoreo constante de los indicadores ambientales para asegurar el cumplimiento de los estándares establecidos.

4. Invertir en la comunidad: Las empresas pueden demostrar su compromiso con la comunidad invirtiendo en infraestructura local, apoyando a las empresas locales y creando oportunidades de empleo, el apoyo a causas sociales como escuelas o servicios de salud son gestos valorados por los pobladores.

5. Respetar los valores culturales: Comprender y respetar los valores y tradiciones culturales es esencial para evitar conflictos y generar confianza. Interactuar con los líderes de la comunidad y los representantes culturales puede proporcionar información valiosa y fomentar asociaciones significativas.

Al tomar estas medidas, las empresas pueden demostrar su compromiso con las prácticas responsables y sostenibles, abordando las preocupaciones de la comunidad y obteniendo la licencia social para operar con éxito. Esto no solo beneficia a la empresa, sino que también fomenta el desarrollo social y económico a largo plazo para la comunidad y el medio ambiente.

Es importante tener en cuenta que obtener la licencia social es un proceso continuo que requiere diálogo continuo, transparencia y un compromiso para abordar las preocupaciones de la comunidad. Al priorizar las prácticas responsables y generar confianza con las comunidades, la acuicultura puede contribuir a un futuro más sostenible y equitativo para todas las partes interesadas.

Al abordar las preocupaciones de la comunidad y obtener la licencia social para operar, las empresas acuícolas no solo demuestran su compromiso con la responsabilidad y la sostenibilidad, sino que también promueven el desarrollo a largo plazo para la comunidad y el medio ambiente.

Esta columna fue originalmente publicada en Panorama Acuícola Magazine (29)3.

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Roberto Arosemena
Acuicultura y Bioeconomía Azul

Advocating for sustainable aquaculture, blue economy and ocean conservation. In constant pursuit of self-improvement for personal and professional success.