¿Qué se necesita para aterrizar un sueño?
El camino para generar impacto social está acompañado de sueños por materializar. Los Fellows de Acumen saben que ese recorrido en solitario es aún más retador. Ser miembros de esta comunidad global se convierte entonces en una herramienta para que los sueños pasen a la realidad.
¿Cuáles son los pasos para materializar un sueño? Según los expertos debes priorizar, fijarte objetivos, hacer seguimiento al proceso, buscar un respaldo y aprender a renunciar. Sin embargo, si el sueño es generar cambio social eso no es un tema de expertos. Desde las experiencias que hemos podido escuchar de diferentes agentes de cambio, no existe una fórmula perfecta que funcione en cualquier ocasión. La constante que hemos visto desde que le apostamos a generar impacto, es que es necesario tener un gran sueño, encontrar personas que crean y compartan el mismo objetivo. Y, por último, saber aprender sobre la marcha.
El querer generar un cambio en la sociedad no está muy alejado de ser un soñador. Desde tiempos inmemorables se le ha dado una connotación negativa a ese adjetivo, los tildamos de idealistas, de ilusos, de creadores de utopías; sin embargo en el camino del impacto social es una de las cualidades más grandes que tiene un agente de cambio, la capacidad de reconocer puntos de inflexión y posibilidades para aventurarse por caminos desconocidos buscando crear lo que aún no existe. Los Fellows de Acumen son una muestra de lo que sucede cuando diferentes perfiles se encuentran para hacer de un sueño una realidad.
Hay un caso particular en la Cohorte de Fellows 2019, en donde el hecho de coincidir les permitió unir fuerzas y talentos para hacer realidad lo que hoy es Disruptia.
Así empezó el sueño
Volvamos al 2018 cuando nace esta idea llamada Disruptia. David Salas, Fellow 2019, junto a dos socios, sueñan con unir dos de sus grandes pasiones, la tecnología y la educación, para así apoyar a jóvenes en su entrada al mundo laboral. ¿Cómo? Brindando una conexión entre las necesidades que tiene el mercado laboral y la formación que necesitan los jóvenes para poder encontrar ese primer trabajo. ¿Cuál era la forma? Aún no estaban muy seguros, sin embargo identificaron que era necesario encontrar aliados que creyeran en ese sueño y fueran un apoyo para convertirlo en realidad.
Avancemos a mediados de 2019. La cohorte pionera del Programa de Fellows de Acumen está casi a la mitad de su año de formación. En medio de uno de los ejercicios de los módulos de contenido del Programa, se da la oportunidad de hablar sobre esos retos que en ocasiones no dejan dormir. Disruptia salió a la vista y David junto a Isabel Rivas, también Fellow y quien trabaja apoyando y acompañando excombatientes al regreso de su vida civil, logró hacer un clic y entender que para continuar con ese sueño debía priorizar y enfocarse en lo que quería en ese momento. Proceso que posteriormente sería complementado con la compañía de Rocío Arango que, como Fellow, llevó a un paso adicional a David, presionando con cariño para que pudiera identificar cuáles eran esas lealtades que hacían el camino más pesado para poder crear un cambio y así sacar a flote Disruptia.
El proceso del Programa de Fellows continuó y el interactuar con más agentes de cambio que vivían de cerca esta realidad que trataba de cambiar permitió dar inicio a un piloto en Puerto Tejada, Cauca junto a Sandra Ibáñez, Fellow 2019 y la comunidad de jóvenes con quienes trabaja, buscando la posibilidad de conectarlos con empresas a través del teletrabajo. ¿Funcionó?, “sí, pero no fue perfecto. Esto nos permitió identificar nuevos retos y entender más el problema que estábamos tratando de resolver desde las regiones”, cuenta David.
Nuevos soñadores
Ahora nos encontramos a finales de 2019. El año de formación de la cohorte está por terminar y se presenta la oportunidad de volver a trabajar en conjunto con otro Fellow, y esta vez es junto a Felipe Orduz. Felipe es quien, para Acumen, logra hacer que las cosas sucedan en una organización, proyecto o iniciativa. Es un catalizador de organizaciones. Desde su rol en Coschool, Felipe se ha encargado de mejorar procesos y operaciones para así maximizar el impacto y eso mismo es lo que llegaría a aportar a Disruptia.
El poder encontrar personas con diferentes roles que se unen por un propósito en común: transformar las narrativas de Colombia, es lo que permitió que el sueño de Disruptia fuese tomando forma. Tener las múltiples perspectivas en un grupo de personas cercanas es lo que hizo la diferencia.
Volviendo a la realidad
Disruptia, más allá de buscar combinar la tecnología con la educación, nace por la preocupación con la que ven la desconexión entre varios actores: jóvenes en busca de su primera oportunidad para trabajar, empresas que no tienen ni encuentran los perfiles laborales que están necesitando y la velocidad con la que la digitalización y automatización se están moviendo. Disruptia está ahí, en el medio, mirando cómo permitir que estos tres factores puedan converger en una solución que genere valor para todos, en especial los jóvenes.
Para llegar a este objetivo el primer paso que dan es identificar con claridad cuál es la necesidad de la empresa que está buscando el perfil, no solo técnica sino también en el área socioemocional. Después, seleccionan, curan y escogen los mejores proveedores que puedan abordar esta necesidad.
Hacer este sueño realidad ha implicado enfrentarse una y otra vez a retos que no son desconocidos para quienes trabajan por generar impacto social: inclusividad, conectividad, equidad de oportunidades. Sin embargo y a pesar de tener que ver una y otra vez esos desafíos el sueño de lo que es hoy Disruptia es que sin importar de dónde vengas o qué hayas hecho puedas tener una oportunidad de empleo.
El paso de estos Fellows por el Programa, más allá de conectarlos y crear el espacio para que algunos de sus proyectos hoy sean una realidad, ha permitido que a través de los contenidos que se desarrollan en el año de formación como Fellows, entiendan la complejidad de actuar en un sistema y enfrentar las múltiples incertidumbres que surgen en el camino.
Hacer los sueños realidad, como mencionamos al inicio, requiere entender que el camino puede ser más llevadero si encontramos a alguien que recorra el camino con nosotros, una tribu que nos apoye a transformarlo en realidad y más que eso, es entender que este tipo de viajes requiere paciencia, escuchar consejos que probablemente no esperabas, ir aprendiendo mientras vas trabajando en la marcha y nunca darte por vencido. El Programa de Fellows busca eso, brindar un espacio donde múltiples Colombias puedan reunirse y lograr que ese sueño de cambiar las narrativas del país se vuelva una realidad.
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*El Programa de Fellows de Acumen en Colombia es apoyado por la Fundación Santo Domingo.
