Cómo subirte al tren de la revolución digital.

Iris Paredes
Adalab
Published in
5 min readApr 13, 2019
Photo by Adi Goldstein on Unsplash

“Las opiniones, hechos e interpretaciones expresadas en esta publicación, que no ha sido sometida a revisión editorial o de otro tipo, son de exclusiva responsabilidad de sus autoras y pueden no coincidir con las de Adalab.”

¿Cuántas veces pensaste en la Universidad e instituto que te hacía falta algo más interesante que simplemente atender el “monólogo” del profesor de turno y memorizar la materia lo mejor posible, para luego “escupirla” el día del examen?

¿Cuántas veces creíste que te estaban tomando el pelo al ¡¡dictarte los apuntes!!, en lugar de pasártelos de otra manera y emplear ese tiempo en algo más productivo, como resolver dudas o poner en práctica la materia en cuestión?

A pesar de estar en el siglo XXI, con grandes avances tecnológicos, la mayoría de las opciones educativas no ha aprovechado estos avances.

Pasas varios años en el instituto copiando apuntes, a veces, sin entender, suponiendo un esfuerzo vacío. Lo peor llega cuando toca dar el salto a la Formación Profesional Superior o a la Universidad, donde se requiere invertir años de tu vida y te encuentras exactamente con lo mismo, que lo que se evalúa son las capacidades de memorización y mecanización.

Esto genera rechazo y en ocasiones frustración, pero por suerte, ¡hay alternativas! y muy buenas, que hacen que recuperes la ilusión por el aprendizaje y puedas conseguir resultados muy similares (incluso superiores dependiendo de tus intereses) en mucho menos tiempo que en el sistema tradicional.

Hace unos pocos meses tomé la decisión de reinventarme profesionalmente y me he decantado por una profesión tecnológica y de futuro, Desarrolladora Web.

Llegado este punto, tuve que valorar qué pasos dar para lograrlo:

· Valorar qué tipo de formación iba a necesitar.

· Escoger un lenguaje de programación con el comenzar mi nueva andadura.

· Plantearme un plazo realista para conseguir adquirir los conocimientos necesarios y poder acceder con garantías a un nuevo mercado laboral.

· Buscar información de dónde y cómo acceder a este tipo de estudios.

· Establecer un presupuesto como inversión de futuro para estos nuevos conocimientos y habilidades.

Valorando todos estos pasos, primero decidí que debía formarme en la materia de manera presencial, pues iba a necesitar toda la ayuda y el apoyo posible sobre una materia desconocida. Entonces, me topé de nuevo con el muro de la formación tradicional…

Comenzar en este punto una carrera no entraba dentro de mis opciones, pero un ciclo Formativo Superior de Desarrollo de Aplicaciones Web, sí podría haber sido una opción, que enseguida se desvaneció. Depender de fechas de matrícula ya supuso el primer obstáculo, que ahora me alegro de que ocurriera, pues me impulsó a buscar alternativas más acordes a mi objetivo.

Mientras continuaba con esta búsqueda, decidí sacar un poco de valentía e ir avanzando lo antes posible formándome de manera “autodidacta”. Encontré FreeCodeCamp y ya es parte de mi vida.

FreeCodeCamp es una organización sin ánimo de lucro​ consistente en una plataforma web de enseñanza interactiva accesible para todo el mundo, una comunidad on-line de chats y diversas publicaciones y organizaciones locales que pretenden hacer de la enseñanza del desarrollo web algo accesible a todas las personas.

Tras estudiar opciones de lenguajes de programación a través de internet, me decidí por incluir JavaScript como mi lenguaje de iniciación en esto del Desarrollo Web.

Al principio, establecer un plazo realista me resultó complicado, pues no tenía ni idea aún de dónde iba a acabar estudiando o cuánto iba a tardar en adquirir los conocimientos que, al menos yo, consideraba necesarios.

Es aquí donde volví a valorar una opción que ya había pasado por mi cabeza años atrás… ¿y si hacía un Bootcamp?

Un bootcamp es un curso intensivo, con un temario muy completo, actualizado y focalizado en la práctica, con una duración de entre 9 y 13 semanas. ¡Esto era perfecto para mí!.

Me puse manos a la obra a buscar información de los distintos bootcamps de “Full Stack Developer” o “Web Developer” en Madrid. Encontré varios y seguí ahondando en los feedbacks de los mismos. Algunos me convencían mucho, pero el coste era elevado y me asustaba un poco (entre 5000 y 7000€).

Por medio de una amiga, me llegó la recomendación de un bootcamp de Front-end (Adalab) con la peculiaridad de ser solo para mujeres, ya que promueven la diversidad en el sector tecnológico, reduciendo la brecha de género actual.

Cumplía los requisitos que solicitaban y su filosofía de trabajo como emprendimiento social que impulsa a mujeres jóvenes con dificultades de empleabilidad, para que se conviertan en programadoras a través de un programa integral, que incluye formación técnica, desarrollo profesional y facilitar la inserción laboral, me convencieron enseguida. Parecía que había encontrado “la horma de mi zapato”. No me lo pensé y me apunté a la convocatoria. Finalmente, fui una de las 40 seleccionadas que superó el proceso de selección de entre más de 400 mujeres. Ahora soy “adalaber” de la promoción Fairfax.

”El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información” Albert Einstein.

En Adalab nos preparan para trabajar, es decir cada día es lo más parecido a trabajar en una empresa como programadora. Trabajamos en proyectos reales, realizamos trabajo en equipo utilizando el marco de trabajo SCRUM, realizamos pair programming…

Cada día en Adalab despierta mi entusiasmo por aprender. El ritmo es frenético, pero es muy satisfactorio ir comprobando el nivel de aprendizaje adquirido. Aquí se fomenta el afrontar y resolver retos de manera racional y lógica.

Las clases tienen un formato de “clase invertida”, es decir, nos preparamos la lección del día siguiente en casa, teniendo acceso al contenido educativo para ir cada una a su ritmo… Y es al día siguiente, en el espacio de trabajo, donde tenemos a nuestra disposición a nuestro súper profesor para resolver dudas y dedicar todo el tiempo a poner en práctica los nuevos conocimientos adquiridos.

No será una fórmula mágica, pero si eres una persona disciplinada, curiosa y con interés de crecimiento, posiblemente ésta sea tu opción formativa.

Si eres mujer menor de 37 años y estás pensando en subirte al tren de la revolución digital, te recomiendo que eches un vistazo a la próxima convocatoria de Adalab.

--

--