Eva Marco: “Antes tenía una trabajo para sobrevivir. Trabajando como programadora me siento super realizada.”
Eva Marco se formó como aparejadora, pero no lograba trabajar de ello. Aunque le costó tomar la decisión de dar un giro a su vida, una vez probó la programación lo tuvo claro: este era su camino.
Su adaptabilidad al cambio (¡ha vivido en 6 ciudades!) y su voluntad para acabar todo lo que empieza la convirtió en una adalaber todo terreno. Hablamos con ella para que nos cuente su historia.
¿Qué hacías antes de entrar en Adalab y convertirte en programadora?
Antes de Adalab intentaba encontrar trabajo como aparejadora, pero debido a la crisis económica y a la crisis en la construcción me costaba mucho… Siempre que pude trabajar de ello era malamente, sin contrato y sin posibilidad de vivir de ello.
Mientras tanto trabajaba en una tienda porque era lo que había. No era para nada lo que quería. Me ayudaba a sobrevivir y punto.
¿Cómo decidiste que era hora de cambiar?
Mi llegada a la programación fue casualidad. Después de mucho tiempo intentando entrar en el mundo de la construcción, un día fui a un evento en el que me enseñaron un poco de programación y a raíz de eso conseguí una beca para un curso. ¡Me encantó!
Desde ese momento, me centré en buscar más cursos para seguir aprendiendo.
Cuando llegué a Adalab sabía muy poquito de programación. Algo de Python, un lenguaje de programación, pero solo un poco… ¡lo suficiente para que me picase el gusanillo y querer aprender más! [Risas]
¿Cómo fue tu llegada al curso intensivo?
Para mí todo fue muy agradable. Ya tenía cierta idea de en qué consistía programar, lo que me facilitó adaptarme al curso.
Me gustó, sobre todo, ponerme a trabajar en proyectos reales y llevar la teoría a la realidad, a la práctica. Entender cómo funcionan realmente las cosas. Es lo mejor de Adalab: es un curso muy efectivo, resulta muy útil pasar de la teoría pura a la práctica. ¡Me gustó mucho!
¿Cómo fue el proceso de búsqueda de empleo?
Hice un proceso super intensivo. Me apunté a todos los eventos que pude, visité todas las webs que se me ocurrieron, acudí a todas las empresas que conocía, hice mil entrevistas… Fue muy intenso, ¡pero creo que por eso fue tan corto!
Hice entrevistas técnicas, pruebas presenciales… El aprendizaje que hicimos con Elena Huerga (sesiones de marca personal y búsqueda de empleo) me vino muy bien para esa fase, porque me puso en situación y en sus clases aprendí qué decir y cómo decirlo, qué puedes esperar… Sus clases te dan perspectiva y consejos. A mí me ayudó mucho a plantear mi currículum, por ejemplo.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo actual?
Ahora estoy trabajando en A3Sec, la empresa que me contrató tras mi formación en Adalab. Me encanta el trabajo porque puedo hacer cosas por mí misma a pesar de ser super, super junior, y ver que son útiles para la empresa o la herramienta en la que estamos trabajando. Me veo capaz de hacer cosas [enfatiza].
En otros trabajos, con los tres meses de experiencia que tengo yo ahora, no eres capaz de hacer nada… ¡y aquí, sí!
Lo que más me gusta de este trabajo es lo mental que es. Me gusta que te permita pensar y que te tengas que estrujar las neuronas para encontrar la solución. Es un reto al que me encanta enfrentarme.
Antes tenía un trabajo para sobrevivir y ganar dinero para comer. Y punto. Trabajando como programadora me siento super realizada, con capacidad de hacer cosas chulas y que valen y merecen la pena.
Cuando pienso en mí misma antes y después de Adalab, no me lo creo. Me parece imposible que en tan poquito tiempo haya cambiado de vida totalmente. Estoy super orgullosa.
¿Qué le dirías a las mujeres para que se decidan a entrar en el programa de formación de Adalab?
Que se lancen. Que se van a sentir super realizadas una vez empiecen su primer trabajo, una vez reciban su primer “Ok”… ¡Merece la pena mollogón el esfuerzo con las recompensas que tienes después!
