Irene Ordóñez: “Por primera vez en mi vida tengo un sueldo más que digno y estabilidad laboral”
Después de terminar la carrera y realizar estudios de postgrado en ciencias ambientales, Irene solo consiguió encadenar beca tras beca. Un día decidió que tenía que reinventarse y cambiar de sector. Ahora es programadora front-end tras seguir la formación de Adalab. No sabía nada de desarrollo web. Nos cuenta su historia.
Estudiaste ciencias ambientales y gestión costera, ¿sabías algo de programación antes de entrar en Adalab? ¿te interesaba el sector tecnológico?
No tenía ni idea de programación antes de entrar en Adalab.
El sector tecnológico siempre me ha llamado la atención. Lo primero que me empezó a interesar fueron los drones y a partir de ahí muchas cosas más. En un principio pensé en realizar esta formación para completar mis estudios, pero he descubierto que es mucho más, es un mundo apasionante y muy interesante.
¿Qué hacías antes de entrar en Adalab y convertirte en programadora?
Antes de entrar en Adalab me encontraba trabajando en una fundación haciendo la evaluación y seguimiento técnico de proyectos, en su mayor parte de índole europea. Nada que ver con el medio informático, pero fue durante este trabajo donde se me encendió la bombilla sobre la importancia de las páginas web para poder llegar al mayor número de personas sobre un tema en concreto.
¿Crees que ha sido más difícil para ti realizar el programa de formación en programación que otras compañeras que tenían nociones de informática?
En un principio puede que sí puesto que algunas compañeras tenían ya una base y eso les ayudó a no perderse en los primeros días. La metodología tan intensiva hizo que pronto pudiésemos seguir todas el ritmo sin ningún problema. Quizás haya tenido que dedicarle algunas horas más, pero ha merecido la pena. Era mi primer contacto con la programación y tuve que aprender desde los conceptos básicos.
¿Recomendarías este programa a mujeres desempleadas o con trabajos precarios que tengan una formación similar a la tuya?
Por supuesto. Tengo estudios superiores (carrera, máster y cursos complementarios) y, hasta ahora, he ido encadenando beca tras beca con sueldos muy bajos y temporalidad. Además, en muchas ocasiones me he sentido muy poco valorada.
Dos semanas después de finalizar el programa de Adalab , empecé a trabajar con un contrato indefinido, un sueldo más que digno y en una empresa en la que se me valora.
Y, en general, ¿qué le dirías a las mujeres para que se decidan a entrar en el programa de formación de Adalab?
Que si están cansadas de su situación laboral actual y quieren dar un cambio de 180º a su vida profesional éste es su sitio. El sector tecnológico cada vez necesita más perfiles por cubrir, además ofrece muchas opciones de desarrollo.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo actual?
El ambiente de trabajo, el compañerismo que hay en el sector y cómo se valora el trabajo por pequeña que sea la aportación que se haya hecho en un proyecto. Además, como comenté anteriormente, los retos y el aprendizaje continuo que supone el programar. Todos los días aprendes muchísimas cosas nuevas.
¿Cómo resumirías lo que ha supuesto Adalab para ti?
Un cambio radical. He crecido profesional y personalmente. Me ha ayudado a darme cuenta de todo lo que soy capaz y tener más confianza en mí. A todo esto le sumamos que por primera vez en mi vida tengo estabilidad laboral, algo muy complicado en mi sector, lo que me hace mirar hacia el futuro con una sonrisa :).