Raquel Villaverde: “Adalab me ha cambiado la vida, me ha ayudado a enfrentarme a mis miedos y a salir de mi zona de confort”

Raquel tenía claro que le gustaba la informática, había estudiado formación profesional en desarrollo de aplicaciones informáticas pero nunca llegó a aplicar sus conocimientos. Trabajaba de teleoperadora antes de entrar en Adalab. Ahora, tras la formación de Adalab, trabaja como programadora front-end. Nos cuenta su historia.

Estudiaste formación profesional en desarrollo de aplicaciones informáticas. ¿Siempre te había interesado el sector de la tecnología?

Sí. Me empezó a interesar el mundo de la tecnología a los 17 años, cuando tuve mi primer ordenador y acceso a Internet. ¡Parece que fue ayer!. Parte de mi ocio lo destinaba, y lo sigo destinando, a navegar por la red y a todo lo relacionado con un ordenador.

¿Habías trabajado en algo relacionado con tus estudios?

No. Cuando me matriculé en el ciclo formativo yo tenía un trabajo de pocas horas que no tenía nada que ver con la informática y que podía compaginar con mis estudios.

En clase éramos solo cuatro chicas y me vi en un ambiente muy masculino. Al finalizar mis estudios realicé las prácticas en la Universidad Autónoma haciendo tareas de maquetación de la web, por lo tanto no tuve la oportunidad de ver cómo era el mundo laboral en una empresa. Me entraron muchas inseguridades y opté por seguir en el trabajo que tenía. Y muy a mi pesar, dejé de lado el mundo de la informática.

¿Qué hacías antes de entrar en Adalab y convertirte en programadora?

Trabajaba como teleoperadora en Securitas Direct, gestionaba los saltos de alarmas de casas y negocios. Era un trabajo fácil y de pocas horas, lo que me permitía conciliar mi vida con mi familia y mis aficiones, pero no me aportaba nada más. Todos los días me decía a mi misma: “Raquel tienes que retomar el mundo de la programación”, pero no lo hacía. Un día, por fin, decidí dar el paso, dejar todo y actualizarme. Por suerte encontré el programa de Adalab.

¿Crees que ha sido más fácil para ti realizar el programa de formación en programación que para otras compañeras que no sabían nada de informática?

Sí, creo que ha sido más fácil para mí. Aprendí a programar en otros lenguajes y meterme de lleno con JavaScript y React ha sido todo un reto, aunque la base ya la tenía. Además, si añadimos que me gusta mucho programar, creo que son los ingredientes que me han servido para disfrutarlo más que otras compañeras que no sabían nada. Sin embargo, otras cosas que sí me han resultado más complicadas, como, por ejemplo, hablar en público o trabajar en equipo. No tenía experiencia en esos campos y en Adalab, no solo nos enseñan a programar , también nos preparan para tener aptitudes que valoran las empresas hoy en día, como son la comunicación y el trabajo en equipo.

¿Recomendarías este programa a mujeres desempleadas o con trabajos precarios que tengan una formación similar a la tuya?

Recomiendo Adalab a todas las mujeres tanto desempleadas como aquellas que tengan trabajos precarios o que no les motiven. Lo realmente importante es que estén realmente interesadas en el mundo de la tecnología y tengan ganas de meterse de lleno en este sector y reinventarse. Creo que eso es lo esencial, que tengan la inquietud y las ganas de aprender a programar.

Y en general, ¿qué le dirías a las mujeres para que se decidan a entrar en el programa de formación de Adalab?

Que no tengan miedo, que merece mucho la pena, que van a conocer a mujeres maravillosas llenas de motivación y van a aprender un montón de cosas. Si tienen la suerte de ser admitidas que den el 100% porque aunque son unos meses muy intensos, no se van a arrepentir de la decisión tomada y en un futuro podrán servir de referencia a otras mujeres en el sector tecnológico.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo actual?

En mi trabajo actual tengo la suerte de estar en un ambiente muy sano, lleno de empatía y con personas de las que puedo aprender muchísimo. El hecho de poder tener buen@s compañeros@s es esencial para mi, es lo que siempre he primado en los trabajos. También me gusta la dedicación y predisposición que tienen mis compañer@s con perfiles más senior a la hora de enseñarnos y seguir formándonos en las tecnologías que utiliza la empresa.

¿Cómo resumirías lo que ha supuesto Adalab para ti?

Para mí Adalab me ha cambiado la vida, me ha ayudado a enfrentarme a mis miedos y a salir de mi zona de confort. Me ha dado todo lo que siempre he querido tener, trabajar en lo que realmente me gusta, y eso es un lujo que no todo el mundo puede lograr. Además estoy muy orgullosa de las mujeres que he conocido y con las que he podido aprender muchísimo.

Pienso que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.