A la mesa con el talento creativo e interpretativo de la ficción televisiva

Adriana Izquierdo
Adriana Izquierdo
Published in
13 min readJul 18, 2012

Mañana se presentan los nominados a los premios Emmy de este año y aprovechando la ocasión me salgo un poco de la línea de artículos que he escrito hasta ahora para hablar de las mesas redondas que organiza The Hollywood Reporter desde hace unos años. Aprovechando que actores, actrices, guionistas, showrunners y demás equipo creativo de las series tienen unas semanas libres entre temporadas, reúnen en pequeños grupos a algunos de los nombres más influyentes para que charlen sobre temas en torno al mundo televisivo en general y de sus series y experiencias en particular. Tener la oportunidad de escuchar a este perfil de invitados es realmente interesante para un seguidor y amante de las series, y he considerado adecuado reflexionar sobre algunos de los asuntos tocados en estas mesas a la vez que los acerco los vídeos a aquellos para los que el idioma sea una desventaja.

Comienzo con la mesa de las actrices de drama, que reunió a Mireille Enos (‘The Killing’), Claire Danes (‘Homeland’), Emmy Rossum (‘Shameless’), January Jones (‘Mad Men’), Juliana Margulies (‘The Good Wife’) y Kyra Sedgwick (‘The Closer’).

Más allá de anécdotas divertidas como January Jones y su prueba de casting para ‘El Bar Coyote’ (2000), en la que tuvo que simular un baile con barra de striptease sin barra, es muy esclarecedor cuando comparten las dificultades de los ritmos que impone la producción en televisión.

En cine el proceso es más progresivo, cerrado y temporal mientras que en televisión los tiempos son mucho más ajustados y los guiones están constantemente en revisión. Cuando se introduce o modifica una secuencia de un guión ya definitivo, a ese material nuevo se le llama separata (también utilizado para referirse a la selección de secuencias que se van a rodar en una determinada sesión y que suelen imprimirse a parte y estar a disposición de todo el equipo de rodaje).

Memorizar primero, interpretar después

Juliana Margulies cuenta cómo una noche puede acostarse con sus separatas del día siguiente aprendidas para por la mañana encontrarse que han cambiado. A esto hay que añadirle la densidad y tecnicismos que tienen algunos papeles como señalan Claire Danes y Kyra Sedgwick con respecto a la jerga policial o la propia Margulies y su verborrea legal.

Habitualmente no somos conscientes del trabajo que requiere este tipo de papeles con un lenguaje y vocabulario tan específicos, con gran cantidad de texto que como señalan ellas, primero han de aprender e interiorizar al completo antes de poder jugar con ello e interpretarlo. Cuenta Emmy Rossum que la forma de John Wells, showrunner de ‘Shameless‘, de fomentar la naturalidad en la serie es no hacer uso de escaletas, algo entendible con una serie tan coreografiada y dinámica, pero que puede resultar una pesadilla para un actor.

Por cierto, imperdible el momento en el que Juliana Margulies, con mucho entusiasmo, recomienda a todas ‘Rehersal 2’ para el iPad, la Aplicación Definitiva para un actor, al parecer.

La conciliación de la familia, la maternidad y la carrera profesional es un tema siempre de actualidad que no esquiva a estas seis actrices. El glamour y la idealización que hay en torno al mundo del espectáculo suele hacernos olvidar que a nivel personal ellas también deben equilibrar sus vidas y las madres de la mesa coinciden en sentirse afortunadas por su éxito y su trabajo pero a la vez agobiadas por sus deberes como madres y dolidas estar separadas de su familia. Además entran aquí en juego las presiones de género y confiesan verse frenadas a comunicar sus desacuerdos por miedo a ser tachadas de bitches exigentes o de incompetentes incapaces.

Seguimos con el drama pero esta vez con esas mentes que nos hacen sufrir con el próximo giro de trama de turno a los finales de temporada crueles: Los showrunners, con Howard Gordon (‘Homeland’), Shonda Rhimes (‘Anatomía de Grey’), Terence Winter (‘Broadwalk Empire’), Vince Gilligan (‘Breaking Bad’), Stacey Wilson (‘The Walking Dead’) y Veena Sud (‘The Killing’).

Empezando con un tema ligero, hablan sobre cómo se enfrentan la muerte de un personaje y cómo lo afrontan con el actor que lo interpreta. Stacey Wilson y Terence Winter sacan a relucir un tema vital que es el propósito de las muertes. Una vez que la historia de un personaje está agotada, la muerte (figurativa o literal) es necesaria para la narración y, por mucho que guste un personaje o un actor, llega un punto en el que has de ser fiel a la historia, como también apunta Vince Gilligan con respecto a un personaje de la cuarta temporada de ‘Breaking Bad‘.

La muerte de un personaje no debería ser algo con intenciones puramente efectistas, algo que ocurra para llamar la atención del espectador o provocar un enganche sino que debería estar inspirada por la creación de nuevas tramas y emociones a raíz de dicha muerte. Desgraciadamente, la coherencia interna y las necesidades de la historia muchas veces pierden la partida en favor de exigencias de las cadenas y presiones por las audiencias.

Con internet y la inmediatez de las redes sociales, mantener las muertes o cualquier otro giro, sorpresa o resolución de trama cada vez es más complicado. Hacen hincapié en esas personas totalmente entregadas a descubrir y desvelar esos secretos, dispuestas a revolver en los contenedores buscando guiones o cualquier tipo de pista. Pero han sabido adaptarse. Shonda Rhimes cuenta, y otros confirman, tener contratado a un becario que escribe separatas falsas. Es una práctica excelente para un aspirante a guionista y además confunden a los stalkers, win-win.

Los peligros de las influencias, referencias y cultura audiovisual

No hay duda que para ser un buen narrador de historias hay que leer mucho, ver mucho cine si quieres hacer cine y mucha tele si quieres hacer tele. O mejor todo; leer, ver, escuchar… Pero ésta necesidad lleva irremediablemente a un problema que hemos sufrido todos los que hemos intentado crear algo y es hasta qué punto te ves influido por tus referencias y por tu imaginario.

Es habitual toparse con el consejo de “escribir sobre lo que sabes” pero en ocasiones ese proceso es algo tan inconsciente que alcanza un extremo en el que llegas a temer el plagio inintencionado. De esto hablan los propios Gilligan y Winter, quien incluso afirma que le ha sucedido con vivencias pasadas propias o de amigos que incorpora en sus series actuales sin advertir su procedencia y se ven acorralados por los protagonistas reales. Escribir de lo que uno sabe pero sin saberlo, el colmo ¿no?

Pero no todo va a ser drama en esta vida, y para ello tenemos la mesa redonda con Ty Burrell, Jesse Tyler (ambos de ‘Modern Family’), Don Cheadle (‘House of Lies’), Johnny Galecki (‘The Big Bang Theory’), Max Greenfield (‘New Girl’) y Ed Helms (‘The Office’). El ambiente de comedia se hace de notar desde el primer momento en esta reunión, con abundantes y divertidos arrebatos de caos de apuntes cómicos que van haciendo bola cada vez que alguno de los invitados añade un chiste nuevo; una dinámica repleta de humor y buen rollo.

En estos últimos años hemos sido testigo de un cambio en el formato de las sitcom. Lo que solían ser pocos decorados, un reparto reducido, público en directo y multicámara ya no es la norma, y cada vez vemos más series single camera, con más exteriores, sin risas enlatadas y sin miedo a innovar en la forma de exponer las tramas (flashbacks, mockumentary…). Esta evolución ha sido protagonista sobretodo en cable, donde hay más libertad para arriesgar y testar nuevas fórmulas.

Sin embargo, la conductora del debate saca a relucir una realidad interesante y es que el progreso de las networks en éste sentido es cada vez más notable y una prueba de ello es la frecuencia cada vez más relevante de estas comedias en los Emmy y otros premios televisivos. Sin ir más lejos, en 2011 todas las nominadas a mejor comedia procedían de una network. Jesse Tyler atribuía el éxito en este caso al mundo del cable, que había hecho ver que otra comedia más original y fresca era posible para las grandes audiencias.

Un reino sin su rey

Ed Helms se ha enfrentado este último año a llenar los zapatos de Steve Carell tras la marcha de su personaje, Michael Scott. Siempre que una serie se enfrenta a la obligación de sustituir o despedir a uno de sus personajes principales, los seguidores desconfían, sobre todo cuando se trata de un personaje carismático o el pilar sobre el que se sostienen el resto de protagonistas. No es fácil ocupar el puesto de Grissom o encontrar sustituta para un personaje tan peculiar, con tanta presencia y tan vital para la dinámica como Brenda Jonson en ‘The Closer‘, aunque sea en un spin off. Llegar a este punto es arriesgado por ese sentimiento de “sin X, la serie no es la serie” y sin embargo algunas se han atrevido incluso a cambiar elencos enteros, como ‘Skins’.

Ed Helms asegura haber vivido su ascenso al trono de Dunder Mifflin como un proceso progresivo en el que todo ha ido adquiriendo sentido por sí mismo y no puedo estar más de acuerdo. Las comparaciones son odiosas, pero los guionistas de ‘The Office‘ han sabido manejar la situación de tal forma que no comparamos a Helm con Carell ni a Andrew Bernard con Michael Scott, y eso es una gran victoria.

En relación a esto también hablan de cómo una serie sobrevive a ese tipo de cambios, incluyendo las habituales idas y venidas de showrunner. Apuntan una reflexión muy cierta y es que si el formato está bien definido, éste debería sobrevivir a este tipo de cambios. Pero me temo que no es todo tan sencillo. Es verdad que el formato puede sobrevivir pero, ¿y el contenido?

Cuando tienes un perfil creativo muy concreto asociado a un guionista o showrunner concreto, ¿Qué posibilidades hay de que unas directrices y “capítulos de ejemplo” sean suficientes para mantener el legado? Es complicado, no hay duda, y lo hemos vivido muchas veces. Con Sorkin en ‘El Ala Oeste’ o con Palladino en ‘Gilmore Girls’, por poner ejemplos dispares. Lo vamos a vivir con Dan Harmon en la próxima temporada de ‘Community‘. Me pregunto cuántos cambios de showrunner se nos han pasado por alto cuando no sabíamos lo que era y no existía internet. Probablemente todos.

De hecho, el último tema que quiero destacar tiene relación con esto y con la entrega total de los fans hacia sus series favoritas, que escudriñan cada cambio, cada detalle y la juzgan prácticamente a diario. Esto afecta mucho al día a día de actores y guionistas, que no pueden evitar sentirse influidos. Pero todo tiene su punto positivo y ya en la mesa con las actrices de drama surgió otro tema que los actores de comedia también comentan: lo conscientes que son de la conexión que se crea con el espectador. La televisión es un medio íntimo. Quizá no tanto como la radio pero entra en los salones y los dormitorios de las casas, es una relación realmente personal y profunda. Y claro, a raíz de esto tienen alguna anécdota divertida de cómo la gente les confunde y trata como si fueran sus personajes.

Seguimos con la reunión de actrices de comedia que contaba con Christina Applegate (‘Up All night’), Julie Bowen (‘Modern Family’), Laura Dern (de la super-comedia ‘Enlightened’), Zooey Deschanel (‘New Girl’), Julia Louis-Dreyfus (‘Veep’) y Martha Plimpton (de la ignorada pero muy recomendable ‘Raising Hope’).

Uno de los debates más sobresalientes y recurrentes en torno a las actrices cómicas es el eterno ¿Son las mujeres divertidas? A estas alturas sigue siendo un tema que sale a relucir cuando un título o una actriz destacan (un ejemplo reciente: ‘Bridesmaids’) y en esta mesa se hacen reflexiones muy interesantes en torno al tema. Más allá de la –para mí obvia- afirmación de que el género del humor no debería ser un debate por sí mismo, las presentes sienten como que los personajes femeninos tienen una presión constante de servir como representación de todas las mujeres.

Da la impresión de que las féminas televisivas han de ser agradables y accesibles. Cuando el espectador sigue a un personaje semanalmente es comprensible que la identificación y empatía sean factores relevantes, pero no deberían ser una exigencia. Esto tiene similitudes con aquello que comentaba sobre cómo se le da credibilidad más fácilmente a un villano que a un héroe sólo por el hecho de serlo, independientemente de cómo estén construidos.

En este caso, es evidente que se acepta y soporta más a un personaje masculino al borde del abismo, histérico o reprobable que a una mujer de similar carácter, algo que expresa Laura Dern con respecto a su personaje en ‘Enlightened’. Nadie puso en duda la excentricidad de Toni Soprano o Larry David, dice Dern, pero la suya sí.

Divertir, no aleccionar

Cierto es que son las propias mujeres las más críticas con este tipo de personajes, como si sintiesen que esa representación del género no debería ser en vano y debería proyectar otro tipo de mujer. Julia Louis-Dreyfus afirma que en las ruedas de prensa de ‘Veep’ preguntaban mucho por su personaje como vicepresidente femenina. ¿Por qué ha de significar algo? ¿Por qué tiene que ser una reivindicación? Como dice ella, sólo quieren divertir. Ni siquiera lo adorable es admisible porque nos hace parecer vulnerables, añade Zooey Deschanel.

Laura Dern hace también un apunte sorprendente y a la vez muy acertado sobre el bien que han hecho los realities a la televisión. Sí, hay mucha basura pero lo cierto es que ahora que la audiencia está acostumbrada a ver a toda esa gente real de integridad, inteligencia, moralidad, y demás atributos, discutibles, la ficción ha salido de esa inercia y ese miedo al rechazo que puede provocar lo extraño, lo amoral y lo trastornado.

Temas muy distintos surgieron en la mesa con los actores de drama. Bryan Cranston (‘Breaking Bad’), Kelsey Grammer (‘Boss’), Jon Hamm (‘Mad Men’), Peter Krause (‘Parenthood’), Damian Lewis (‘Homeland’) y Kiefer Sutherland (‘Touch’) hablan del papel de un actor en la elaboración de su personaje.

A lo largo de la charla se mencionan varias de esas libertades y ventajas que otorga el cable a una serie con respecto de las networks (contenidos, número de episodios…), pero una vital es el hecho no tener que estar tan subyugado por las audiencias semanales. John Hamm aborda el tema con efusividad sacando a relucir el siempre relevante dilema de la medición de audiencia y cómo los métodos han quedado claramente muy obsoletos ahora que las formas de consumo, la tecnología y las ventanas de explotación son tan variadas y tan difíciles de medir.

Fox never edited anything, except their news

A pesar de que creación y elaboración de las historias esté en mano de guionistas y showrunners, un actor es quien al final le da un cuerpo al personaje, quién lo moldea y lo crea. Lo sienten como suyo y algunas veces se encuentren a sí mismos defendiendo algo que su personaje haría o una reacción que no tendría.

Peter Krause está de acuerdo en que los actores deben proteger y pelear por sus personajes, pero al final del día es en la sala de edición donde se decide todo y admite que en muchas ocasiones ve cómo en ‘Parenthood‘ no sólo cortan estas cosas en la post-producción, sino que además mezclan secuencias de diferentes episodios hasta el punto de cambiar completamente una trama. Fox nunca editó nada –apunta Kiefer Sutherland sobre ‘24‘- sólo sus noticias. Zas!

Por último, y a raíz del trabajo de Bryan Cranston en ‘Modern Family’, hablan del papel del director de televisión; cómo éste debe limitarse a ser un buen invitado que llega a esa máquina tan engrasada como es la producción de una serie, que ya tiene sus dinámicas de trabajo. Sin duda, la diferencia entre la figura y el papel del director en televisión y en cine es un tema interesante que quizá aborde en un futuro.

Por último, ya que no quiero extenderme tanto como mi artículo anterior, unos apuntes sobre la mesa con los showrunners de comedia en la que participaron Carter Bays (‘How I Met Your Mother’), Bill Prady (‘The Big Bang Theory’), Liz Meriwether (‘New Girl’), Paul Lieberstein (‘The Office’), Steve Levitan (‘Modern Family’) y Emily Spivey (‘Up All Night’)

Un tema que me ha interesado mucho en los últimos años es el efecto que tiene el exceso de información, de hype y el seguimiento exhaustivo que se hace de las series desde hace años. En esta dirección, Steve Levitan habla de la fatiga del espectador ante un producto que tiene tanto reconocimiento como Modern Family. Tanta exposición y tantos premios pueden provocar un efecto muy negativo en la frescura y la calidad de una serie, a la que cada vez se le exigirá hasta demasiado. A pesar de haber alcanzado la perfección narrativa (las escaletas de ‘Modern Family‘ son brillantes) es frecuentemente acusada de estancamiento y este reconocimiento constante contribuye a fomentar juicios negativos.

Con relación a éste proceso de evolución aparece también la interesante verdad sobre ese periodo de adaptación necesario para una comedia. Ver cómo se desenvuelven los actores y qué aportan ellos a los personajes y a la dinámica de los gags es imprescindible. Liz Meriwether hace un comentario curioso en este sentido. Muchos de los críticos y espectadores de ‘New Girl‘ coinciden en el salto cualitativo que tiene la serie hacia la mitad de su primera temporada, un salto que parecería el resultado de un análisis de la serie, de un reajuste intencionado. Sin embargo, ella afirma que no ha sido algo necesariamente consciente sino que las cosas han ido evolucionando de forma orgánica sin que hubiese una discusión explícita sobre grandes cambios necesarios.

La colaboración vs. la toma de decisiones

Por último, y un poco al hilo de lo anterior, hablan de cómo es trabajar con un co-showrunner. No hay duda que dos mentes piensan mejor que una y, aunque los guiones suelen escribirse y firmarse de forma individual (y en muchas ocasiones fuera de la oficina), la sala de guionistas funciona como ese espacio para moldear las ideas de cada uno, para mejorarlas y definirlas de forma colaborativa.

Pero al final los showrunners tienen la última palabra. Para evitar conflictos, Levitan, y Carter Bays suscribe, se turna con Christopher Lloyd. Una semana showrunnea uno y a la siguiente otro y, aunque cada uno de los dos tienen formas distintas de construir los episodios, el tono y los personajes están tan bien definidos que se imponen sobre cualquier tic personal, haciendo la diferencia imperceptible.

Hasta aquí llegan los comentarios sobre las Emmy Roundtables. En todas las entrevistas que he comentado se ponen sobre la mesa muchísimos temas interesantes (y algunos cotilleos bastante jugosos :P) que darían para mucho debate y que quizá aborde en otro momento.

Originally published at www.vayatele.com on July 18, 2012 & also in July 25, 2012

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Adriana Izquierdo
Adriana Izquierdo

🎮🎬 📺📖 Narrativa y memes. 🎙️ @ohhhtv @gamersocupados @loop_ 💼 Productora Ejecutiva en Amazon Studios, que legitima mi frikez a ojos de mis padres.