Bienvenidos a nuestro nuevo hogar

La historia, las ideas y la magia detrás de cómo encontramos y construimos nuestra nueva aerocasa.

Aerolab
Aerolab Stories

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Las primeras tres oficinas de Aerolab compartían una limitación: no crecían al mismo tiempo que el equipo. Desde 2011 nos expandimos a tal ritmo que todos los años nos veíamos obligados a planear una nueva mudanza, con todos los costos y desafíos logísticos que eso implica.

Un día estábamos sentados en nuestra vieja oficina de Darwin y nos pusimos a pensar cómo sería nuestra próxima casa. Nos planteamos un objetivo central: la nueva oficina tenía que acompañar y estimular nuestro crecimiento, y no limitarlo. Buscábamos un espacio grande, versátil y que pudiera albergar a un equipo cada vez más numeroso.

Acompañando una etapa en la que cambiamos nuestra imagen, la mudanza también significó un cambio de espacio y de perspectiva. Estábamos -y estamos- creciendo constantemente en términos de equipo, clientes, servicios, conocimientos y experiencias y, finalmente, contamos con un lugar que crece con nosotros.

El mapa de nuestra nueva casa.

Aerolab es un entorno dinámico que muta constantemente. Por eso necesitábamos un espacio que en vez de ponernos barreras nos sirviera como catalizador del cambio y nos permitiera mejorar nuestros procesos, probar cosas nuevas y cometer alguna que otra locura.

Aplicamos a la nueva oficina la misma filosofía que usamos para el desarrollo de productos: iterar, iterar e iterar.

Nos propusimos pensar nuestro lugar de trabajo como un MVP, es decir, como una primera versión funcional y estética de nuestro hogar. Queríamos un espacio de calidad, escalable y adaptable a lo largo del tiempo, que además fuera un fiel reflejo de la personalidad y espíritu de Aerolab.

Con esta idea en mente, definimos los espacios con los que íbamos a contar, qué elementos y características tendría cada uno y cómo nos ayudarían a estimular la cultura de Aerolab.

Downtown

Todas las ideas que teníamos para la nueva oficina coincidían en que tenía que ser un espacio colaborativo, abierto y versátil.

Por este motivo, creamos un ala central en donde pueden trabajar más de 40 personas cómodas, con mesas comunales y muchísimas posibilidades para intervenir los espacios (incluidos estos dibujos de Monument Valley y Minecraft, cortesía de Alejandro Vizio)

Además, para mantener las cosas divertidas y estimular el intercambio, rotamos los lugares de trabajo cada tres meses. Así logramos que todos los miembros del equipo se conozcan entre sí y estén todo el tiempo interactuando con gente nueva y evitamos las habituales segmentaciones por sector que suelen verse en las agencias tradicionales.

Estamos probando esta metodología a modo de experimento. La idea a futuro es que la oficina cambie y rote constantemente alrededor de los proyectos.

Taller

Gran parte de nuestro trabajo gira en torno a crear cosas. Casualmente, crear cosas también es uno de nuestros hobbies/pasiones/pasatiempos favoritos (puede que sea por eso que nos gusta tanto lo que hacemos). Por eso, decidimos abrir un makerspace en el que cualquier miembro del equipo puede ponerse a armar o desarmar cosas.

En el taller están todas las herramientas habidas y por haber: chips, sensores, cables, alambres y cosos y cositos de todos los tamaños y colores. Es un espacio colaborativo pensado para estimular la creatividad y unir aún más al equipo.

Una de las cosas con las que estuvimos experimentando este último tiempo fue llevar al plano físico algunas de las soluciones digitales que creamos en Aerolab. Acá es donde ocurre la magia de todos nuestros proyectos de Internet of Things.

Ah, y además es donde está el Arcade.

Lounge

El lema work hard, play hard cobra vida en el Lounge. Como su nombre lo indica, es un cuarto pensado para la recreación y el descanso. Está equipado con dos sillones aptos para siesta, juegos de mesa, una guitarra, una tele de 43” y una play, porque el FIFA no puede faltar.

Este espacio también suele usarse para tener reuniones más descontracturadas y para entrevistar potenciales candidatos en un ambiente relajado.

Sala de Conferencias

Así como contamos con los espacios para relajar y bajar un poco el ritmo, para nosotros era fundamental que la nueva oficina tenga una sala de conferencias totalmente equipada.

Este espacio lo usamos para reuniones diarias de los Project Managers, meetings con clientes, project reviews y todas las cosas más serias del día a día de Aerolab.

Labs

No, en la oficina no hay labradores (todavía). Llamamos Labs a tres espacios separados de la planta central. Son tres salas de conferencias pequeñas, ideales para reuniones reducidas, pitchear ideas y hacer demos de producto. Los etcéteras son varios.

La idea es que los Labs sean espacios versátiles que se adapten a las necesidades del momento y que le permitan a los equipos trabajar en distintas dinámicas sin molestar al resto.

Cocina

El Aerolaber promedio identifica al café como uno de los grandes grupos alimenticios. Por este motivo, la cocina se convirtió en uno de los lugares más concurridos de Aerolab. También hay mate, té, frutas, snacks saludables (y algunos no tanto) y es donde solemos hacer los festejos de cumpleaños.

City Hall & Grand Central

Así como necesitábamos una planta abierta para poder trabajar cómodos, también era necesario contar con un espacio reservado para las reuniones de los socios y los syncs estratégicos con los leads. El City Hall es donde está la biblioteca del CEO, una colección enorme de libros de diseño que están a disposición de todo el equipo, para consultar cuando sea necesario.

También es donde Agustín Linenberg se sienta a planear la dominación mundial de la industria digital.

Además de diseñadores, developers, genios comerciales, magos del UX y superhéroes part-time, el equipo de Aerolab son personas. Y, según dicen, las personas tienen que comer. Para eso está el Grand Central, un espacio grande y canchero en el que compartimos los almuerzos en equipo.

El Grand Central también cumple la función de auditorio. El espacio es tan versátil que lo podemos convertir de comedor en anfiteatro de forma muy simple y es el lugar elegido para hacer workshops, aerocharlas y aeroupdates.

Patio

Al pensar la nueva oficina, uno de los puntos que surgió como no-negociable era un espacio al aire libre que contara con dos elementos absolutamente fundamentales para funcionamiento de Aerolab: la parrilla y la mesa de ping-pong.

Cuando el clima lo permite, el patio se convierte en el lugar ideal para tener reuniones o trabajar un rato al sol. También es donde tenemos los contenedores de compost, una iniciativa que tomamos para reducir el desperdicio y la huella de carbono de la oficina.

Co-Working

Cuando nos mudamos, sabíamos que al contar con una oficina tan grande íbamos a tener mucho espacio que no sería aprovechado inmediatamente. Por eso tomamos la decisión de armar una segunda planta abierta y ponerla a disposición como espacio de co-working mientras Aerolab sigue creciendo.

Esto nos ayuda a mantenernos activos en la comunidad y a seguir aprendiendo de freelancers, startups y de todo aquel que necesite un espacio para trabajar.

Nos encanta invitar gente de todos lados a trabajar al co-working para compartir conocimientos, herramientas, o simplemente para jugar un rato al ping-pong. Si querés saber más al respecto, podés escribirnos a coworking@aerolab.co

Area 51

Los rumores dicen que un OVNI cayó en el patio de Aerolab y desde entonces su tripulación habita en este cuarto. Si bien no podemos confirmar ni negar esta teoría, acá es donde están los servidores y guardamos computadoras e insumos tecnológicos y es el cuarto al que Robert acude corriendo cuando se cae el Wi-fi.

Eso es todo amigos… por ahora

En definitiva, la nueva oficina -además de estar buenísima- implica un cambio de paradigma para el futuro de Aerolab. Pasamos de estar limitados y vernos obligados a adaptarnos a los espacios a contar con un MVP versátil y maleable que nos permite llevar adelante nuestros procesos de la mejor forma y asegurarnos de que el equipo esté cómodo.

Nuestra filosofía se basa en crecer, aprender y experimentar constantemente, por lo que es muy probable que no nos quedemos en esta oficina para siempre. De todas formas, nos enorgullece poder decir que estamos en un espacio que es nuestro, que se adapta a nuestros usos y necesidades y que, por sobre todo, refleja nuestra personalidad y nuestro valores.

Edición: Guillermo Vidal Quinteiro y Bautista Aguiar
Fotos: José Alejandro Cuffia
Ilustraciones: Alejandro Ramirez

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