Los 10 mandamientos del diseño de productos — Parte 2
Con el fin de conciliar criterios y minimizar los problemas de comunicación con los clientes, creamos los diez mandamientos del diseño de productos digitales. Esta es la segunda parte.
Hace unos días publicamos la primera parte de este artículo con la idea de crear un documento con los diez mandamientos fundamentales del diseño de productos digitales. Si querés darle una mirada, entrá acá 👇
El objetivo de estos textos es lograr que los diseñadores de UX/UI y los clientes puedan ponerse de acuerdo en la forma de abordar los proyectos digitales, y así evitar la tediosa tarea de tener que justificar cada una de las decisiones de usabilidad que se toman en los procesos de trabajo.
Esta es la segunda parte de los diez mandamientos del diseño de productos digitales:
6. Ahorrar pasos cuando sea posible y valga la pena
Si suponemos que los usuarios van a priorizar determinadas funciones por sobre otras, entonces hagamos que la forma de llegar a esas funciones sea lo más intuitiva y sencilla posible.
Para eso, es necesario que cuestionemos cada flujo de nuestra aplicación, y que seamos puntillosos a la hora de decidir cuántos pasos se requerirán para realizar determinada acción. En este sentido, si recordamos ciertos datos del usuario -como el nombre, el mail o la contraseña-; ciertos hábitos -como las features más usadas-, o si establecemos como valores por defecto las funciones más utilizadas por nuestros usuarios, estaremos ahorrando pasos y facilitando su experiencia.
7. Ser transparentes, la interfaz debe hablarle a los usuarios.
En un producto siempre pueden existir fallas. Sin embargo, lo que nunca debería fallar es la comunicación. Mientras más precisa sea la información que le brindamos a los usuarios, mejor será su experiencia con nuestro producto.
La comunicación es fundamental para evitar que los usuarios se frustren. Si una persona tiene problemas al utilizar nuestra aplicación, lo más probable es que descargue su enojo contra nosotros o contra nuestro producto, aun si la falla no es nuestra culpa.
Si, por ejemplo, el dispositivo se queda sin internet, no sirve que nuestra app muestre una espiral de carga que no termina nunca. En este punto, lo que debemos hacer es informar al usuario que no tiene conexión y que necesita internet para realizar determinada función de la app.
8. Generar, usar y reutilizar patrones.
Al diseñar una plataforma digital estamos creando un entorno que posee un lenguaje y unos patrones determinados. Por lo tanto, si le “enseñamos” al usuario que el botón principal está ubicado en la parte inferior de la pantalla, luego no puedo colocar ese mismo botón en la parte superior.
Cuando definimos un patrón de usabilidad, debemos mantenerlo. Si no respetamos el lenguaje de nuestra plataforma, entonces será imposible que los usuarios puedan entender nuestra app y aprender cómo usarla. Cuando existe un lenguaje consolidado y consistente, el usuario puede saber de antemano cómo interactuar con la aplicación y se evita sorpresas desagradables.
9. Respetar los guidelines de cada sistema operativo
Todo producto digital está vivo en un entorno que el usuario ya conoce. Los lugares en donde se colocan las acciones principales, los menús y los gestos que se utilizan para interactuar con las aplicaciones son distintos en cada sistema operativo. Alejarse de esos patrones puede provocar que los usuarios tengan una mala experiencia con nuestro producto.
Por esta razón, los diseñadores debemos tener en cuenta cómo es la distribución de los elementos de la interfaz de cada sistema operativo. Si, por ejemplo, sabemos que el usuario de Android está acostumbrado a que el Floating Action Button sea la acción principal o que el menú de hamburguesa esté arriba a la izquierda, entonces usemos esos lugares comunes.
10. Evitar los callejones sin salida
El final de un flujo no tiene por qué suponer un callejón sin salida. Siempre hay algo más para preguntar o para proponerles a los usuarios. Debemos humanizar las aplicaciones, permitir que nuestro producto le hable a las personas y evitar los blank states o, al menos, aprovecharlos de un modo inteligente.
En la app de Taringa! Shouts podemos ver un ejemplo muy claro de esta situación. Si uno no sigue a ningún usuario de la comunidad no recibirá contenido en su timeline. Frente a esta realidad, en lugar de mostrar una pantalla en blanco, la app le sugiere al usuario diferentes personas para seguir y, así, recibir contenido personalizado. Otro caso típico se puede encontrar en blogs o en sitios de noticias. Cuando el usuario termina de leer un artículo, el sitio le propone artículos relacionados que podrían interesarle. El objetivo es incentivar a los usuarios a que sigan utilizando la plataforma.
Conclusión
Mientras los diseñadores vivimos creando y utilizando aplicaciones, los clientes suelen tener una relación distante con el universo digital y los principios de UX/UI. Esta disparidad lleva a que en cada reunión de proyecto nos veamos obligados a explicar y justificar cada una las decisiones de usabilidad que tomamos durante los procesos de trabajo. Como consecuencia de esto, se producen muchas idas y vueltas y el tiempo no se aprovecha de la manera más eficiente.
Por esta razón, decidimos bajar a tierra los principales lineamientos de nuestro trabajo con el objetivo de hacer que nuestro flujo sea completamente transparente. La necesidad de conciliar criterios y reducir al mínimo los problemas de comunicación con los clientes dieron lugar a los 10 mandamientos.
Hablar el mismo idioma en términos de diseño y usabilidad es imprescindible. Debemos lograr que los clientes se conviertan en nuestros aliados, que sean un integrante más de nuestro equipo de trabajo. Sólo así podremos crear productos que apunten a generar la mejor experiencia de usuario.
Edición: Guillermo Vidal Quinteiro