8 cambios en el mundo de la comunicación y el consumo

El mundo acaba de cambiar (mucho), y también los hábitos de todos los que viven en él, incluidos los consumidores, claro. Por eso las marcas, la comunicación, las ventas y hasta los mensajes tienen que tener en cuenta 8 puntos principales para seguir siendo exitosos adaptándose a este nuevo escenario.

imagen vía en.unesco.org

La pandemia se transformó en crisis para muchas marcas, emprendimientos, empresas y proyectos. Y, como en toda crisis hay cambios, lo mejor que podemos hacer es analizar estos 8 cambios principales en los hábitos de los consumidores y su mundo para poder llegar a ellos con éxito y que todo siga saliendo lo mejor posible.

1. Cambiaron las prioridades. Las personas están modificando las prioridades de su vida, las cosas que antes parecían importantes ahora parecen no serlo y viceversa. Las prioridades laborales también están mutando constantemente, porque el futuro de la economía es desconocido, y aunque podemos planear muchas cosas, hay otras que desconocemos. Vivimos en el día a día. Por eso, los usuarios están priorizando la vida, la alegría, la felicidad, los sentimientos y demás intereses sobre la economía o su situación laboral.
2. Más tiempo para los que queremos. En la crisis, pandemia y aislamiento social preventivo se generaron nuevas conexiones, tanto con el núcleo familiar -en el caso de los usuarios que comparten su vivienda con su familia- como con amigos, familiares lejanos, personas que hace mucho que no veíamos o con los que habíamos perdido el contacto simplemente porque no teníamos tiempo. El distanciamiento social abrió la puerta para nuevos acercamientos, conexiones, relaciones que crecieron inesperadamente (virtualmente, claro) y esta conexión nos pone felices.
3. Más ansiedad. Por más vueltas que le demos, la situación actual nos pone ansiosos a todos. Cada uno lo ve reflejado en algún aspecto de su rutina, o prefiere no verlo, pero la ansiedad entre la gente está cada vez más presente y esto también se ve reflejado a la hora del consumo y especialmente en los mensajes que se vuelven populares entre los usuarios de hoy: son simples, al grano, cortos y sin tanta vuelta.
4. Digitalización (sí, todavía más digitalización). Si antes había mucha vida digital, ahora hay muchísima más. En el mundo digital es donde hoy sucede todo, desde lo cultural hasta las conexiones con amigos y familiares, desde lo laboral hasta las compras de los ítems que deseamos. El mundo se digitalizó y hay que tenerlo en cuenta a la hora de hablarle a los usuarios.
5. E-commerce. Claramente es el canal en donde está el futuro del comercio porque definitivamente esta modalidad llegó para quedarse. También podemos aprovecharla.
6. Cambios en el consumo. El cambio de prioridades de vida, del que hablamos en el punto 1, también trajo aparejado un cambio en los hábitos de consumo. La gente ya no está dispuesta a consumir por el sólo hecho de hacerlo. El consumo cambió su enfoque y tiende a querer llenar alguna necesidad profunda, alejándose cada vez más de lo superficial o de los status sociales.
7. Bienestar. De la cuarentena también sale otro hábito que se instaló porque una vez que lo experimentamos nos damos cuenta que es 100% beneficioso para nosotros: el bienestar físico, mental, nutricional. La gente está pensando en sentirse bien, en la mayoría de los aspectos en los que puede hacerlo durante la realidad actual, meditando, haciendo clases de yoga, comiendo saludablemente y conectándose con los afectos. El bienestar pasó a estar de moda.
8. Menos efectivo. La cuarentena y los peligros del manejo de efectivo hicieron que la sociedad se vuelque muchísimo a las compras con tarjeta de crédito, débito, medios de pago electrónicos o digitales. Por eso, es importante tener en cuenta esta tendencia para las ofertas de cada emprendimiento.

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¿qué hacemos con estos 8 puntos?

El recorrido no está cerrado, porque así como cambiaron los hábitos rotundamente en un lapso corto de tiempo, las cosas podrían llegar a cambiar nuevamente. Pero, dado el escenario de hoy en día, las marcas deberían cambiar su enfoque, para llegar a nuevos usuarios, para hablarle a sus consumidores y seguirlos fidelizando y para incorporar positivamente estos cambios que llegaron para quedarse:

1. tener en cuenta el cambio de prioridades de vida de los usuarios. La venta, la generación de deseo y el aspiracional que se ofrece tiene que estar ligado a cuestiones más profundas que las económicas.
2. saber que la familia pasó a ser algo importante, también los amigos y la conexión con el otro -por más que suceda de manera virtual-, tenerlo en cuenta con nuestros mensajes, con nuestras ofertas y con cada idea con la que queramos llegar a la gente va a lograr que generamos empatía y que nuestros productos funcionen más y mejor.
3. el público está ansioso y no podemos perder tiempo. La venta tiene que ir al grano, sin vueltas, mensajes cortos, precisos y todo lo que podamos hacer para no generar más ansiedad de la que ya hay.
4. digitalización
5. e-commerce
6. menos efectivo. Estos 3 puntos puntos nos llevan a lo que ya venía ocurriendo: una migración a la comunicación 100% online. Tenemos que estar presentes en redes sociales, Whatsapp, con sitios web y un e-commerce efectivo, eficiente y seguro. La gente termina de (tele) trabajar y “sale” al mundo virtual, allí tenemos que localizarlos. El CDJ (consumer day journey) se digitalizó y sabiéndolo podemos sacarle provecho.
7. los cambios en el consumo son la oportunidad para que las marcas demuestren por qué sus productos son importantes, tanto a nivel espiritual como funcional. Lo superficial ya no está siendo exitosa y todo lo que pueda darle profundidad a nuestra oferta va a sumar.
8. el bienestar es importante, entonces tenemos que alinear nuestros productos a esta premisa, explicando por qué pueden contribuir a la calidad de vida de las personas.

Este recorrido recién empieza y no se sabe cuándo o cómo va a terminar. Por eso, las marcas y la comunicación tienen que estar abiertas a modificar sus estructuras para llegar al éxito. Porque si crisis es oportunidad, también es cambio, y el cambio es bueno si sabemos aprovecharlo.

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Melina Pariente

Fuente consultada: The Never Finished Framework, informe realizado por FCB México