La buena economía

Sentido común aplicado al consumo y la producción

Andres Abate
Aintegra
3 min readOct 16, 2018

--

Según las Naciones Unidas, actualmente, somos más de 7,500 millones de habitantes, sumaremos unos 1,000 millones más para el 2030 y llegaremos a los 10,000 millones apenas pasando el 2050. Cuando nací (en 1973) yo era uno de 4,000 millones y si cumplo con mi esperanza de vida promedio llegare a ser uno entre mas 10,000 millones de habitantes.

Por cierto, según estadísticas del Banco Mundial, cuando nací la esperanza de vida era de 60 años, hoy es de 72 años y se proyecta que viviremos 77 años en promedio para 2050.

Según la organización ambiental Global Footprint Network, cuando nací el planeta tierra tenía la capacidad de de auto-regenerar los recursos naturales que demandaba el consumo mundial. Hoy necesitamos 1,7 planetas tierras por año para satisfacer nuestras necesidades de consumo. Según la misma organización, a este ritmo de consumo para 2030 necesitaremos 2 planetas tierra por año.

El análisis es muy sencillo. Somos más, vivimos más, consumimos más, y habitamos un solo planeta.

Ya no existen más fronteras para ampliar ni regiones por descubrir. El planeta es finito y si como humanidad queremos seguir viviendo aquí, tenemos que actuar sobre algunas de estas variables: población, expectativa de vida o consumo.

El crecimiento poblacional sólo puede controlarse mediante limitaciones a la natalidad, lo cual limita una libertad esencial como la de procrear; la prolongación de la expectativa de vida es considerada una variable de progreso y de calidad de vida, es uno de los grandes avances de la humanidad. Entonces, si es que realmente somos seres racionales, la primer variable (sino la única) sobre la que podemos y debemos actuar es sobre el “consumo”.

El modelo de consumo es un concepto amplio que comprende, por un lado, el comportamiento de los consumidores finales tanto en la elección de productos y servicios, como en su uso y disposición final (ej. residuos), y por otro lado, los sistemas de producción tanto en el tipo de insumos producidos o utilizados, el tipo de energía requerida y la disposición final de los desechos de los procesos productivos.

Consumir mejor y de manera responsable, procurando minimizar nuestro impacto en el medioambiente (nuestra huella ecológica) es la única herramienta con la que contamos hoy para prolongar la estadía de la humanidad aquí en la tierra. Esto implica cambiar nuestros hábitos para pasar del modelo de consumo y producción actual al de la buena economía.

La buena economía es un nuevo paradigma de consumo y producción de bienes y servicios en el que los seres humanos elegimos conscientemente minimizar nuestro impacto en el medioambiente y de esta manera prolongar la estadía de la humanidad en el planeta.

La buena economía no es dogmática, es sentido común aplicado a nuestros habitos de consumo.

La buena economia es colaborativa, circular y flexible.

--

--

Andres Abate
Aintegra

Consultor y emprendedor comprometido con el bienestar de las personas.