La destrucción es poderosa

Matias de Andrea
aleateorismo
Published in
2 min readSep 28, 2020
Una pared dañada. Mostrando los ladrillos naranjas en algunas partes, por abajo de la camada de embellecimiento
Photo by Dave Webb on Unsplash

¿Cuántas esperanzas has destruido hoy? ¿Cómo has destruido la autoestima de una persona esta semana? ¿Estás destruyendo la confianza de alguien en este momento?
Preguntas que seguro encontraron respuestas en algún momento de nuestras vidas. Porque al final, destruir es tan poderoso que a veces lo hacemos sin pensar. En un parpadear de ojos.

A veces pienso como es tan difícil construir ciertas cosas en la vida, principalmente cuando no son materiales. Una relación amorosa, una amistad, un nivel de credibilidad… Pero a la hora de destruir cualquiera de estas construcciones, es tan fácil. Cuando se desvanecen, normalmente sucede de forma rápida, exacta y hasta banal en algunas ocasiones.
Aunque la destrucción sea sencilla, las consecuencias del hecho pueden no serlas. Se pueden padecer diferentes traumas, sentir emociones que no sabíamos que podrían causar sufrimiento y hasta llegar al peor estado del ser humano, el de no sentir nada, como una apatía que impregna la vida.

Sabiendo de todo esto, no sé como es tolerable todas las consecuencias de la destrucción. Sin embargo, ¿Cuál sería la solución? ¿Debemos no construir más? ¿Tenemos que quedarnos inertes? ¿Precisamos autodestruirnos continuamente para habituarnos?
Realmente no sé cuál seria. Ni las construcciones que he formado hasta el momento ni las destrucciones que he presenciado, me han dado una respuesta aceptable.

No sé cuanto más tendré que soportar las destrucciones en mi vida. Pero en cuanto tenga el material precioso y la fascinación por mis construcciones, seguiré levantando las edificaciones que me mentengan con vida.

Porque la destrucción es muy poderosa, pero lo que nos permite aguantarla probablemente sea mucho más.

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