Ni feminismo, ni ecologismo: ✨ECOFEMINISMO✨

Lejos de parecer una secta ambientalista y con toda la energía para convertirse en una fuerza radical de conciencia está el ecofeminismo, un movimiento que cada día cobra más protagonismo ante la crisis climática y la lucha por la vida digna en todas sus formas

Miss Delirios🔪
Algramovers_
4 min readFeb 25, 2022

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El sueño (Henri Rousseau) 🐘

La primera en hablar de ecofeminismo como lo conocemos fue la francesa feminista Françoise d’Eaubonne hace aproximadamente unos 30 años atrás y es ahora cuando está cobrando mucho más protagonismo ya que según los y las expertas podría convertirse en la clave de la lucha compartida que tenemos hombres y mujeres, feministas y ambientalistas: la crisis medioambiental. Por allá por los setentas, d’Eaubonne planteaba que el rol reproductivo de la mujer, al igual que los recursos naturales, estaban siendo explotados en la misma medida. La Francoise, que era como la Greta de la época, estaba segura que para derribar el sistema patriarcal, era necesario combinar el feminismo y la ecología para justificar, una vez más, los métodos de control de natalidad, en pos del planeta y la humanidad. El feminismo, al liberar a la mujer, libera a la humanidad entera”, escribe d’Eaubonne en 1978… vaya que nos hace sentido ahora, eh?

Ecofeminismos: siempre en plural

Como cualquier movimiento de nuestros días contiene en sí mismo diversas miradas y posturas, unas que se amparan más desde la espiritualidad, otras más pragmáticas desde lo social, político y económico y algunas mucho más desde la interseccionalidad del feminismo; pero está claro que el fin es el mismo: generar un cambio profundo y estructural en el sistema, que además de denunciar los tipos de opresión que hemos ejercido históricamente hacia las mujeres, las comunidades, los territorios y los ecosistemas, nos lleve a generar soluciones reales y oportunas para la sostenibilidad de la vida. Es así como se da el encuentro feliz entre el feminismo y la ecología en esta corriente para la creación de una economía social, solidaria y equitativa, liderada por todos y todas. No lo decimos por hippies ni mucho menos, ya nuestra nueva ministra del Medio Ambiente Maisa Rojas lo dijo fuerte y claro en una entrevista reciente:

“Es una falsa disyuntiva el desarrollo económico con el cuidado medioambiental. Es importante sacarse de la cabeza que estos son dos objetivos contrapuestos. Es la lógica del siglo XX, donde ganó uno sobre la otra y las consecuencias las estamos viendo hoy en día. Deberíamos avanzar a una manera de ver el mundo en que la única manera viable de desarrollarnos es con un cuidado hacia las personas y los ecosistemas. No hay otra manera. Esa es la gran lección tanto de la crisis de cambio climático, como de la otra gran crisis de la cual tenemos que hacernos cargo y que están muy relacionadas, que es la de biodiversidad. Es un cambio de paradigma en el mundo y en Chile en particular”.

Maisa Rojas 🌎

Filosofía en acción

Quizá lo más relevante de hablar de Ecofeminismo es el hecho de buscar una inteligencia colectiva que más que separarnos o enfrentarnos, nos ayude a organizarnos y generar caminos radicales que frenen la destrucción masiva de los recursos; cambios que van más allá de las necesidades individuales y que involucran todos los aspectos vitales como la alimentación, el transporte, el consumo etc. y donde además sabemos que hay que hacer frente a violencias machistas y patriarcales en temas agroecológicos, animalistas y del cuidado, para la preservación y uso de los recursos, obviamente.

“La economía feminista junto con la ecológica defienden que el valor debe fundarse en la posibilidad de que toda la humanidad tenga una vida digna en un medio natural sano. Por eso decimos que hay un conflicto entre el capital y la vida y exigimos sacar al capital y poner la vida en el centro” Marta Pasc

Ahora bien, las luchas ambientales así como el feminismo siempre han existido y parte de su protagonismo en nuestros días nace de la necesidad de una transformación profunda, radical, que ponga a la vida como centro, que incluya a las minorías, que genere una real EcoJusticia empática, cuidadora, cohesionada y que reivindique los discursos del cuidado en todas sus dimensiones y las convierta en acciones colectivas que nos hagan sentar las bases para una real igualdad y equidad.

Pero, ¿qué tan fácil se logra?… aquí te dejamos algunas cosas que definitivamente NO NECESITAS✨ para hacerte parte activa del movimiento:

  1. No necesitas habitar un cuerpo femenino para unirte a las luchas que promueven el bienestar colectivo que plantea el feminismo y la ecología. Ya estás aquí, hazte cargo 🤘🏻
  2. No necesitas hacerte vegano, pero estaría bueno que revisaras de qué manera lo que consumes (no solo en términos alimenticios) impacta el mundo y todo lo que nos rodea 🍋
  3. No necesitas convertirte en activista de escritorio, si algo necesita el ecofeminismo es acción, no etiquetas, ni hashtags, ni aliades. ¡hay que concretar!🏃🏾‍♀️
  4. No necesitas estar siempre de acuerdo con todo, lo más importante es abrirse a espacios de diálogo, tener esas conversaciones (incómodas, pero necesarias) que promuevan las ideas y sus ejecuciones 🧐
  5. No necesitas saber de todo, pero estaría bueno que leyeras nuestro blog más seguido para poder estar al tanto de los temas de los que todos y todas deberíamos empezar a hablar más, como el ecofeminismo, la vida y los animalitos 🌈

Empezamos?

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