WINNICOTT Y EL OBJETO TRANSICIONAL

Bitácora del 1 Marzo: Alternativas Terapéuticas en niños y adolescentes 2018–2

Objeto transicional

Para Winnicot existe una zona intermedia entre lo subjetivo (realidad interna) y lo objetivo (realidad externa) en la que el niño manipula los objetos o fenómenos de la realidad exterior y los usa al servicio de su realidad interna. Esta zona para Winnicot es un espacio potencial, en el cual el niño pasa a discriminar el “yo” del “no-yo”, dando lugar así al objeto transicional, el cual es la primera utilización de un símbolo y primera experiencia de juego; tal objeto, es también un símbolo de la unión del bebe y la madre y se encuentra en el espacio y tiempo en que ambos se hallan en el inicio de su estado de separación. Así al llenarse este espacio potencial con juegos creadores y símbolos se evita la separación. Posteriormente el niño podrá jugar sólo con la presencia internalizada de la madre.

Después la profesora explicó que el juego es una experiencia vital para el niño, el cual podrá jugar porque lo precede el sentimiento de confianza en la madre, ya que se ha interiorizado una madre protectora, tal interiorización y aparición del juego en la zona de los fenómenos transicionales dará lugar a un vivir creador, y que esta experiencia de creatividad va a ser formadora del sí mismo, sin embargo,si el vivir no tiene esa característica de creativo el niño recibe un acatamiento del otro y así dará lugar al falso self, el cual es una patología donde el niño no es él, es una persona acatada a los deseos del otro.

También se mencionó en clase que para Winnicott en el juego no existe un elemento masutarbatorio, ya que si éste aparece el juego se detiene.

Se habló brevemente de este autor ya que en clases posteriores hablaremos más sobre sus aportaciones teóricas.

Erikson

Después hablamos de Erikson, este autor entiende al juego como una función del yo que expresa un intento de sincronizar los proceso corporales y sociales en el sí mismo. Para Erikson el objetivo del juego consistirá en alucinar un dominio yoico, pero también practicarlo en una realidad intermedia entre la fantasía y el mundo real. También se mencionó que la oposición del juego respecto al trabajo da lugar a una serie de connotaciones, pues para el adulto el juego es una forma de recreación por lo tanto el que no trabaja no jugará, esto hace cuestionarse si el juego en el niño implica un trabajo o bien si el niño no es nadie todavía.

También se comentó que para Erikson al igual que Freud si los niños han sufrido algún trauma lo proyectarán en el material lúdico que esté a su disposición y que pueda ser manejado por él de acuerdo con su edad. Por lo tanto, es importante que el terapeuta conozca a que juegan los niños según la edad y la cultura en la que se encuentren.

Esferas de juego

Posteriormente, se habló de las esferas de juego que Erikson describe, la primera es el juego autocósmico el cual está centrado en la esfera corporal, y por tanto consiste en la exploración por repetición de percepciones sensuales, sensaciones kinestésicas y vocalizaciones entre otras, (aquí la profesora señaló que esto es lo que anteriormente hemos visto en clase como prelúdico). La segunda es la microesfera que es el mundo de los juguetes manipulables por el niño, tal mundo servirá al niño cuando su yo necesite reparación, también es el primer contacto con el mundo de las cosas; si el niño llega a atemorizarse o desilusionare en esta esfera puede originar una regresión a la autoesfera. Por último está la edad de la nursey school, alrededor de los 2 años y medio, a esta edad el juego llega a la macroesfera que es el mundo compartido con otros, en un principio el niño trata a los otros como cosas.

Asimismo, se mencionó que el juego infantil no es equivalente al juego del adulto, ya que el adulto al jugar pasa a otra realidad (como aclara la profesora, el adulto juega para evadirse de la realidad), mientras que el niño juega para avanzar hacia nuevas etapas de dominio, y es a través de él que se puede observar cómo el niño estructura su mundo y cómo funciona dentro de él. También, mediante el juego el niño elabora la angustia, resuelve los asuntos traumáticos, mientras que los adultos los hacen a través de la palabra, así al igual que Winnicott, Erikson considera que el juego del niño es el equivalente al uso de la palabra (la asociación por medio de la palabra) en los adultos, en la terapia. Por lo tanto, cuando la ansiedad es muy grande y el niño no puede elaborarla mediante el juego, esa angustia se desbordará y propiciará un juego desorganizado.

Gutton

Enseguida hablamos de Gutton, para él, igual que los autores revisados anteriormente, el juego es una actividad de placer (lúdico), además agrega que es la realización de los deseos infantiles, y también a través del cual busca la satisfacción de las pulsiones parciales, estas son pulsiones de etapas(oral, anal, fálica, latente, genital) anteriores a la del niño, ya que, aunque tales etapas supuestamente ya están superadas siempre va a haber elementos de pulsión de otras edades en la etapa en que se encuentra el niño, lo cual es normal pues el juego es elaborativo.

Gutton considera que el juguete aparece entre la representación del deseo (fantasma) y la cosa, por lo tanto, el juguete dependerá del deseo, de esta manera el objeto será juguete mientras el deseo dura; después será tirado, menospreciado y abandonado por el niño.

Otro aspecto importante que vimos en Gutton es que considera al juego como una estructura que tiene un pasado específico, es irreversible y transcurre en una dirección, y se repite. Los niños juegan y repiten indefinidamente el mismo juego, y la profesora aclaró que, mientras que en el adulto repetir (compulsión a la repetición) sin darnos cuenta de ello es psicopatológico, en los niños es completamente sano, pues los niños repiten el juego hasta que tengan satisfecho su deseo, y nos recordó el ejemplo del niño que juega al temblor y a ser sillón (mencionado en clases anteriores) y que repite el juego una y otra vez, es decir, hay un refinamiento de lo penoso. Esto mismo se relaciona con lo siguiente que dice Gutton acerca de que el juego no son repeticiones puras y simples de secuencias, ya que en cada repetición el niño va agregando elementos nuevos al juego. Nos habló del caso (que veremos más adelante) de una niña la cual durante toda la terapia su juego contenía el mismo tema, en cada sesión representaba un capitulo diferente pero continuado con la narración. Aquí cabe mencionar que todo juego se desarrolla como una narración, se acompaña del lenguaje.

Luego nos explicó sobre el desdoblamiento, esto se refiere, por ejemplo, en el adulto a tener diferentes personalidades, no hay una identidad solida y se siente ajeno a sí mismo lo cual es psicopatológico, mientras que en el juego en el niño es normal pues puede desdoblarse en diferentes papeles, o sea, el niño conoce su realidad, pero también puede recrear diferentes realidades, incluso puede tomar el papel de un objeto como en el caso del niño que juega a ser un sillón.

Finalmente revisamos a Lebovici, para este autor el juego es una expresión de las formas actuales de la organización de su personalidad y como un modo estructurador frente a las organizaciones más tardías.

Algo muy importante que menciona es que los niños que presentan un juego estereotipado, de ritual, repetitivo carente de sentido y de placer muestran indicios de autismo, esto se puede observar desde las actividades prelúdicas.

También señala que la madre será la primera que proporcione el juguete al niño y por tanto adquiere un significado para él. El juego dejará de ser prelúdico en el momento en que adquiere para él una significación social.

A través del juego el niño representa su organización psíquica, y al igual que los autores anteriores, para Lebovici mediante el juego el niño simboliza los conflictos y los elabora, de esta manera el juego se vuelve el medio ideal de psicoterapia. De igual forma para Lebovici, el terapeuta juega solamente si el niño se lo solicita, y tiene que jugar el papel que el niño dentro del juego le asigne, cuidando el terapeuta no contaminar con su juego el juego del paciente.

Bibliografía

Campoy, T.. (1997). Un programa de intervención desde una perspectiva psicodinámica: La hora de juego Kleniana. España: Universidad de Jaén. Servicio de Publicaciones e intercambio.

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