EL TRABAJO CON LOS PADRES EN EL PSICOANÁLISIS CON NIÑOS (casos ilustrativos y complicaciones).

Caso Esteban: Enviado por la escuela decían que padecía un síndrome de hiperactividad, también tenía imposibilidad para dormir relacionada con una enuresis secundaria que apareció después del nacimiento de su hermano, cuando Estaban tenía cinco años.

El analista a través delas entrevistas que llevaba a cabo con los padres encontró que los padres al ser criados en familias muy represivas ahora se habían puesto de acuerdo en realizar todo lo contrario con sus hijos, por lo que se bañaban con ellos, a veces andaban desnudos por la casa y los llevaban a playas nudistas con la finalidad de que Esteban y su hermano no tuvieran represiones como ellos, a partir de esta información el analista hizo una intervención para que los padres pensaran al respecto, posteriormente estos cambiaron su actitud en casa y comenzaron a darle privacidad al niño, pues la excitación que esto dejaba en Esteban era mostrada con la hiperactividad que el niño presentaba en la escuela.

Caso Andrés: Los padres del niño consultan porque el niño presentaba una fobia generalizada a los lugares cerrados. Los padres de Andrés tenían seis hijos más y provenían de familias numerosas y religiosas, en las entrevistas la madre comenta que “a cada familia le toca un desgracia” para posteriormente explicar que el hermano mayor del padre de Andrés está en un psiquiátrico y el hermano mayor de ella se hizo cura.

Estos casos presentados en el Capítulo ocho del libro Clínica psicoanalítica resaltan la importancia de los padres en el análisis con niños, ya que el conocimiento de la situación actual resulta insuficiente para comprender el origen del síntoma y por ende para que la terapia produzca efectos. Al ser los padres quien están constituyendo al niño, este se vuelve en muchas ocasiones “la respuesta complementaria a los deseos reprimidos de padres insatisfechos… y esperan de sus hijos la curación, o la compensación de su sentimiento” (Mannoni, 1992).

A esto le podemos sumar otra complicación del análisis y es la situación de los padres, ya que los niños que acuden a análisis en más de una ocasión pueden tener padres que se encuentren separados y esto llevara al analista a tener que ser capaz de obtener información de padres que frecuentemente se culpen uno al otro de los síntomas del niño, además de que estos le intentaran otorgar un papel de juez al analista del que esperan este a favor de uno u otro, aquí es donde el analista deberá escuchar lo que los padres digan intentando comprender la historia del niño en relación con sus padres, con los se busca tener entrevistas conjuntas manteniendo una comunicación abierta, pues la transferencia que ellos desarrollen es fundamental para el desarrollo del análisis.

Las figuras paternas de un niño al mismo tiempo pueden traer otros desafíos que estos, los padres, tendrán que superar como lo son los secretos o mentiras que estén impidiendo el desarrollo del niño, pues estos deben estar dispuestos a decir la verdad con la finalidad de que el niño pueda elaborarlas en el análisis y los síntomas que los secretos o mentiras estén provocando en el niño puedan ser objetos del trabajo analítico, pues las dificultades externas de la situación parental forman parte importante de la condición infantil.

Para reflexionar un poco acerca de estas líneas podemos plantearnos:

En el caso de Andrés la información según la información que dieron los padres en las entrevistas ¿Cómo influían estos en los síntomas de Andrés?

A partir de las diferentes vertientes del psicoanálisis según los distintos autores ¿Cómo podría trabajarse con los padres?

Referencias:

Blinder, C., Knobel, J., & Siquier, M. L. (2004). Clínica psicoanalítica con niños. España: Sintesis.

Mannoni, M. (1992). La primera entrevista con el psicoanalista. Gedissa.

Monge, L. (2006). Acerca de los padres en la clínica psicoanalítica con niños. Argentina: Universidad del Aconcagua.

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