¡En Colombia paramos y marchamos!
En Cali #EnCaliLasMujeresParamos y en Cartagena #ParáEnLaRaya movilizaron cientos de mujeres y hombres durante el 8M 2017 para exigir a gritos… ¡IGUALDAD!
Texto y fotos: Cobertura colaborativa 8M — Colombia
E l pasado 8 de marzo la luna se mostró en el ángulo superior del cuadro, se trata de una fuerza mayor: la que revuelve las mareas y eleva las olas, la misma fuerza que impulsa y le da origen a la vida. Hoy, Latinoamérica se estremece con el paso, que es sin duda la suma de todas las mujeres y hombres, confirmando que no estamos sol+s, nos acompañamos hombro a hombro en una comunión cíclica y siempre transformadora.
En Cali, la movilización: #EnCaliLasMujeresParamos se situó en el oriente de la ciudad, en el Distrito de Aguablanca, localización estratégica para visibilizar y re-posicionar las organizaciones sociales, comunitarias y privadas que defienden la vida y la diversidad, procedentes de la ciudad y municipios de la costa pacífica. Así mismo, las colectivas editoriales, musicales, teatrales y de radio libre se juntaron para alzar la voz exigiendo participación en la toma de decisiones que determinan nuestras sociedades.
La Avenida Ciudad de Cali se convirtió en el escenario de encuentro para limpiar y sanar a las hermanas caídas, oprimidas, discriminadas, abusadas y maltratadas. Las miradas se llenaban de brillo con cada nota, con cada palabra. Las pieles se rozaban con empatía, podían sentirse los corazones latiendo unid+s al ritmo del tambor, con los vientres repletos de alegría, fuerza y anhelo. Se alzaron las voces para manifestar la necesidad de un cambio estructural en el mundo entero, para exigir a gritos… ¡IGUALDAD!
“Pará en la raya”, una expresión costeña (cartagenera), fue el lema de las mujeres que el pasado 8 de marzo marcharon en Cartagena. Hace referencia a la persona que queda desafiante ante una amenaza, sin acobardarse. Una consigna muy acertada para una ciudad en la que las mujeres a diario enfrentan toda suerte de dificultades. Cada vez es más claro que la lucha feminista es necesaria, y aunque no es ajena a otras luchas sociales, no está subsumida en ninguna otra causa. Entender esto, así como la auto-liberación que significan las reivindicaciones de las mujeres, es un salto cualitativo inimaginable.
Este 8M, en la ciudad de reyes machos, resonaron sus pasos valientes. Firmes, en las calles que retienen palabras de flores podridas. Calles que se hacen las ciegas frente a lenguas de espinas y miradas que lamen la piel. Este 8M, en la ciudad de piedra callada, el asfalto vibró. Y la marcha se hizo color.
“Hoy celebramos este frente artístico que se levanta, pisa la tierra olvidada y hace del espacio público su escenario de lucha. Son músicos, bailarines, artistas plásticos que dicen NO a una ciudad machista y gris. Son las almas creadoras que a partir de hoy ocuparán la calle de una nueva Ciudad Feliz”
Dina Candela (Cartagena)
Las masivas movilizaciones a lo largo de América Latina y el mundo dejan claro que “La revolución será feminista, o no será”, el 8M es una realidad y cada año vendrá con más fuerza y expansión. Tod+s hacemos parte de la revolución en búsqueda de la igualdad y necesitamos entendernos como comunidad para visibilizar esta lucha colectiva, social y humanitaria en contra de los feminicidios, el empobrecimiento físico, mental y espiritual, el abuso sexual en niñas, niños, adolescentes y madres. En esta lucha también tendrán que estar presentes los hombres para derrumbar desde su base, la cultural del patriarcado-colonial, en camino hacia una sociedad sin inequidades.
La marcha y el paro, además de tener muchos colores tuvo muchas voces: mujeres negras, sindicalistas, mujeres lesbianas y trans, mujeres trabajadoras desde el hogar o la oficina, todas unidas sólo por la premisa de ser mujer y que cuando violentan a una nos violentan a todas.