Sobre escribir en el celular y qué estamos viendo

Amigas por correspondencia
Amigas por correspondencia
5 min readMay 30, 2018

LUCHI: Hoy te escribo cansada, después de un día con mucho trabajo, en el celular desde el sillón, comiendo unas gomitas que nos trajo una amiga de Felix de Singapur (gracias, Flor). Estoy medio para adentro. Tengo rachas así. Para adentro de mi casa, sin ganas de salir mucho, y para adentro de mi cabeza. Es hasta como una cosa medio animal, recargar para después volver a salir al sol. De algunos animales, al menos. (¿Los osos? ¿Las ballenas? ¿Algunos lagartos?) Voy a refugiarme en este estado de ánimo para hacerte preguntas en vez de hablarte mucho yo.

¿Pensás que es diferente escribir en el celular que en la computadora? Yo un poco sí. En la pantalla de la computadora veo el texto que escribo como un sistema. En el celular (¡o a mano! Acabo de descubrir que escribir en celular se aparece más a escribir a mano que en computadora) son palabras que se van agregando y no ubico muy bien la lógica total ni el futuro de una oración.
¿Qué estás viendo? Yo estuve con The Letdown, que es un drama/comedia australiano sobre una pareja que acaba de tener una bebé. Está en Netflix. Me gustó pero hasta ahí y es raro hoy ver cosas medio de fondo, con la atención repartida. Me tengo que volver a acostumbrar a que esté bien perderme partecitas de la trama y seguir mirando sin volver atrás, a agarrar del contexto. Acostumbrarme de vuelta a “ver tele” en vez de “ver series”.
Último, ¿qué animal serías si fueras un animal? (Perdón, es un chiste, o no, como quieras)
Ah, al final hablé un montón además de preguntar.

TAM: Yo antes escribía mucho desde el celular, hasta terminaba textos, por ahí se me ocurría en algún lado que había puesto una palabra en un cuento pero que no era eso sino otra y lo editaba desde el celu, con la app de Google Docs. Después me pasó que el celular se me cayó a la bañadera y ahora la verdad que funciona (porque es un teléfono bastante viejo) pero no es cómodo para escribir largo, le quedo muy rara la pantalla, como poco sensible o demasiado sensible. En general me doy cuenta de que soy una persona indiferente a los soportes; prefiero los ebooks antes que los libros de papel porque no los pierdo, pero en el fondo me da igual. Entre un celular que anda bien y una computadora también me da igual. Del mismo modo, creo que has venido a mi casa, un lugar donde no hay prácticamente nada decorativo: no sé por qué pero siento que es parte de lo mismo, una indiferencia estética, o una falta de romanticismo sobre las cosas. No me dan nostalgia tampoco los vinilos, ni las máquinas de escribir, ni me importa demasiado tener un cuaderno lindo, o la verdad, nada lindo, salvo la ropa, que me hace ver linda a mí. Imagino que es un tipo de neurosis pero no sé bien cómo, y evidentemente no es un rasgo muy poético, eso es claro.

De lo último que vi lo más interesante es Tiestes y Atreo, una obra en el Cervantes, dirigida por Emilio García Wehbi. Wehbi se hizo famoso ante todo por su trabajo con performance, pero esta es una obra yderecha, aunque con mucho de esa cosa medio absurda y no narrativa del resto del trabajo de él. Hay actrices muy buenas en escena pero las que se roban todo son cuatro nenas, que deben tener entre 8 y 12 años, como mucho, y protagonizan el primer cuadro: el tema de la obra es el mito de “comerse a los hijos”, varios dioses ysemidioses griegos lo hicieron (digamos) y por lo que entendí en la obra esa imagen habla de la disputa generacional, de que las revoluciones son siempre de los hijos y los padres son las tradición que los aplasta. Me preguntaba qué pensaron las nenas de todo eso, y pensaba qué loco trabajar cosas tan raras con nenas tan chiquitas…pero a la vez supongo que, por lo que se veía, es medio como un juego para ellas, y la relación con las palabras y los tópicos que tocaron también debe haber pasado por ahí. ¿Pero qué significa que sea un juego? ¿Que no te lo tomás en serio? No creo. Me acuerdo que Wittgenstein usaba mucho el concepto de juego, hablaba de “juegos del lenguaje”: no soy NI CERCA experta en esto, vi muy poquito en la facultad, pero por lo que recuerdo tenía que ver con desarmar un poco la idea de “comprender” algo, que comprender un concepto o entender un lenguaje no es conocerlo “con claridad” sino saber jugar con él. Supongo que entonces lo que las nenas entienden no es muy distinto de lo que yo entiendo, finalmente. O no sé, o son juegos diferentes sencillamente.

En Netflix estuve viendo Dear White People…es divertida pero bastante pava, como siento que son la mayoría de las series últimamente. Todo muy dicho, guiones muy explícitos y planos. Incluso The Handmaid’s Tale, ponele, es una serie que se vuelve interesante y compleja por la dirección y la actuación, pero los guiones son muy informativos, no dejan lugar a la sutileza…te ponen un par de “truquitos” textuales para que vos sientas que “descubriste algo que estaba oculto” pero en el fondo está super escrito ahí, super explicado, sin ambigüedades, ¿se entiende lo que digo? Estoy cada vez más escéptica de las series. Igual las miro porque me gusta esa cosa de que te ocupan el cerebro, que no me disparan a ninguna parte, con los libros me pasa que siempre me disparan a algo, entonces la atención es diferente, es como más activa. Yo no sé mirar cosas de fondo, me cuesta mucho también. Mi novio es muy de hacer eso, incluso con lo que le gusta. Siempre me da risa frenar en la mitad y preguntarle “a ver, qué está pasando” y darme cuenta de que ni sigue los argumentos: “yo miro los colores”, me dice. Se distrae mirando a los actores, la cámara, los lugares, otras cosas. No le interesan demasiado las historias.

Y si fuera un animal…qué difícil, yo del reino animal entiendo poco. Me gustaría ser un gato, como mi gato Carmelo, porque le envidio bastante su vida tranquila, y me parezco a él en que no me gusta salir ni que me saquen de mi casa ni me cambien los hábitos.

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