El pueblo italiano muestra su desprecio hacia la Unión Europea como proyecto común
Hace unos días se pudo comprobar en los medios y redes sociales que manifestantes en Italia han arrancado y tirado la bandera de la Unión Europea, manifestando así su clara oposición al proyecto comunitario.
Así se ha podido comprobar, recientemente, en la sede de la Unión Europea en Roma, donde se quitó (y tiró) la bandera europea y se reemplazó por la bandera italiana.
Estos hechos parece que se han producido en el contexto de las recientes elecciones italianas, en donde Giorgia Meloni, a través de Fratelli d’Italia (‘hermanos de italia’) se ha alzado con la victoria con alrededor del 26,4% de los votos, muy por encima del resultado obtenido por el Partido Demócrata (partido de centro-izquierda).
La Unión Europea, a través de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, ha advertido a Italia de las consecuencias que podría tener el hecho de que Italia se aleje de los principios europeos. En este sentido, ha afirmado que la UE dispone de “herramientas” en contra de ese país “si las cosas se ponen difíciles”:
Si las cosas se ponen difíciles, tenemos herramientas, como se ha visto en Polonia y en Hungría.
Ursula von der Leyen, 24/09/2022
La presidenta de la Comisión de la UE hacía una referencia velada a las sanciones aplicadas por Bruselas a esos dos países, algo que podría ocurrir también en Italia. Esas sanciones han privado a Polonia y a Hungría de los fondos de recuperación europeos tras la pandemia, entre otras cosas; todo por negarse a plegarse a las presiones de la UE en materia de justicia y familia.
Este movimiento contrario a los fundamentos de la UE se está extendiendo de manera preocupante. Italia es un peso pesado dentro de la Unión, por lo que el efecto de las recientes elecciones puede convertirse en una mecha difícil de detener. Baste comprobar, por ejemplo, la enorme abstención en estas elecciones, que ha supuesto, prácticamente, la mitad del electorado, que ya es bastante; este dato muestra, de forma indirecta, el hartazgo de la población italiana con los políticos actuales que, al parecer, son títeres de lobbies y de los burócratas de la Comisión Europea (que, recordemos, no los ha elegido el pueblo).
Esta altísimas cifras de abstención ponen de relieve que el pueblo italiano desaprueba las políticas europeas, que han sido implantadas con rigor por los Partidos Políticos del país; sobre todo en todo lo que tiene que ver con la pandemia y la crisis energética actual.
Estas nuevas elecciones han puesto en situación de gobernabilidad a partidos tradicionales, en contraposición con el socialismo y comunismo imperante estos días. No obstante, aun se desconoce si este cambio tendrá consecuencias reales para revertir las políticas e ideologías promovidas con muchísimo dinero por la Unión Europea. ¿Serán capaces los nuevos gobernantes de promover un referendum para salirse o quedarse en la UE? Veremos.
Durante la reciente campaña electoral, algunos políticos han reclamado que Italia debe recuperar su soberanía nacional, su economía, su moneda, mandando así una señal clara a las élites europeas de que las cosas van a cambiar de aquí en adelante.
Lo cierto es que el pueblo italiano parece que ha retirado su confianza al proyecto europeo; y esto es solo el principio, esperemos unas semanas, meses, más, y podrán apreciarse las consecuencias. Hay que tener en cuenta que los políticos viven den engaño (véase el caso de España), por lo que habrá que esperar y ver qué ocurre en realidad en los próximos meses.
— Juan