Microsoft da el siguiente paso hacia el futuro con HoloLens
“Every once in a while a revolutionary product comes along”
Así empezó Steve Jobs el 9 de enero de 2007 su presentación de lo que sería un cambio hacia el futuro sin precedentes en la historia: la presentación del iPhone. Pero la verdadera la revolución no fue el smartphone en sí, si no la forma de interactuar con la interfaz. El primer iPhone no tenía nada de revolucionario en su contenido realmente: tenía lo mismo que cualquier otro smartphone del momento, pero eso sí, mucho mejor hecho.
El iPhone tenía el mejor navegador (era la primera vez que veíamos web en el móvil igual que en la pantalla del ordenador), el mejor reproductor musical, la agenda más práctica, la mejor forma de disfrutar fotos, el mejor teléfono para hablar… pero no había apps de terceros ni ninguna app que ya no existiera en los smartphone de aquella época…
Su revolución fue la forma en que se manejaba, la manera en que interactuábamos con él: los dedos. El multi-touch se convirtió en una nueva forma de relacionarse con la tecnología y cambió el paradigma convirtiéndolo en algo mucho más natural y cercano. 3 años después el iPad no hizo más que afianzar esta experiencia.
Ayer Microsoft presentó un nuevo concepto a través de un nuevo dispositivo: HoloLens. Y creánme: es un nuevo paso hacia el futuro como el que supuso el iPhone.
Es en la forma de interactuar con la tecnología donde está la verdadera revolución y Microsoft ha encontrado la forma de hacerlo con sus nuevas lentes que mezclan realidad aumentada con 3D fotorealista integrado de una manera nunca vista hasta ahora. Y además, creando un dispositivo independiente: un ordenador en sí mismo.
Dispositivo revolucionario pero aun no entendido
Si echan atrás la memoria, muchos (entre ellos Microsoft o Blackberry) no entendieron el iPhone y no vieron en su día lo que suponía este. Igualmente gran cantidad de personas se rieron del iPad y hasta le dieron premios ridiculizándolo. A día de hoy intenten negar la revolución que supusieron y cómo cambiaron nuestra forma de relacionarnos con la tecnología.
Por eso no me extraña que a día de hoy, la mayoría de la gente no sea capaz de ver el enorme potencial y el salto hacia el futuro que supone HoloLens. Porque además, ni siquiera es un producto terminado y será en el timeframe de Windows 10 (es decir, aproximadamente en los meses próximos a su lanzamiento) cuando el producto vea la luz para el mercado.
Lo que sabemos hasta ahora es que es un concepto que va mucho más allá que simples carteles en uno de nuestros ojos como Google Glass y algo diferente a la realidad virtual de Oculus Rift. Las primeras son un concepto claramente fracasado desde sus inicios y el segundo una inmersión completa en otra realidad que además depende de un ordenador.
HoloLens está a medio camino de ambas, convirtiendo el concepto en algo realmente interesante. Las lentes proyectan las holografías en una pantalla semi-transparente y los sensores del dispositivo se encargan que dicha proyección se integre con nuestro entorno.
Usando la misma tecnología que usa Kinect, las lentes detectan igualmente las manos de la persona que lleva las lentes y crean un entorno de interacción con los elementos virtuales, midiendo las distancias y la perspectiva para crear una experiencia integrada.
Un hardware de enorme calidad
Microsoft HoloLens dispone de una CPU propia que lleva integrada GPU (procesador gráfico) y además incorpora un procesador completamente nuevo: una HPU o Unidad de Procesamiento Holográfico, que se encarga de los cálculos para la inmersión entre realidad y proyección 3D, coordinando las tareas de la CPU y la GPU.
Incorpora también multitud de sensores: acelerómetros, giroscopios, brújula digital, sensores de infrarojos para mapear el entorno.
Aun no sabemos mucho más y quien lo ha probado no ha podido tomar imágenes, fotos o vídeos. Solo hablan de su experiencia que dicen es prometedora y que aun tiene camino por andar. Normal.
Pero el tiempo verá como estas lentes reducen su peso, aumentan su autonomía y potencia, incorporan más posibilidades y además serán testigos de las apps o juegos que cualquiera podrá hacer gracias al kit de desarrollo que Microsoft publicará cuando se lancen. El primer iPhone EDGE queda muy lejos en la memoria y a ojos de hoy es totalmente arcaico, ¿no?
Pero el concepto ya está aquí, y sus posibilidades son infinitas. Porque lo que importa no es lo que sabemos que puede hacerse con HoloLens, lo que importa es lo que no somos capaces de imaginar que podrá hacerse.
Cuando uno ve usar una app como Holo Studio, donde tenemos una caja de herramientas virtual que nos permite construir objetos 3D desde la nada para luego imprimirlos en 3D en el mundo real, puede atisbarse un Universo de posibilidades para el futuro.
Señores, la ciencia ficción cada día deja de ser un poquito menos ficción para convertirse en ciencia.
