Bolívia y Brasil: breves apreciaciones

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5 min readNov 1, 2020

El MAS fue elegido en Bolivia. ¿Qué quiere decir eso? De un lado y del otro de la cuestión, como se aprecia dentro de la izquierda, vemos algunas respuestas divergentes para esa pregunta. Por un lado, se sobreestima el carácter del proprio MAS, organización achacada por el oportunismo más vil e derechista, electoral, del otro se subestima el carácter del pueblo boliviano, que a pesar de los oportunistas del MAS y no por cuenta deles segue en la lucha. Se dice de un lado: “viva a la democracia” y se olvida que esa democracia nada tiene de popular y que su supervivencia no está garantizada ni siquiera en los marcos de la disimulación latifundista-burgués. Se dice del otro lado: “el MAS es apenas oportunista y nada representa su vitória”.

Intentemos comprender la situación concreta. La Bolivia fue víctima de un golpe, fruto de la fascistización mundialmente promovida por el imperialismo. El mismo fue intentado en la Venezuela y en Hong Kong, el mismo ocurrió en Brasil, en la Ucrania ya había ocurrido, en Bielorrússia intentan emplacar el pisoteo de un gobierno nacional. La situación mundial ya se delineó y debemos a partir de ahora apreciar a esto. El neoliberalismo se encuentra en la situación de ser parturienta, da a luz al fascismo, al nazismo, al neonazismo, todo en su saña neocolonialista. Por otro lado, no debemos defender también el estancamiento al defender la autodeterminación de los pueblos y debemos entrar en choque férreo contra todas las maneras de oportunismo que permiten que esa perra del fascismo de carne purulenta y llena de gusanos pueda tan libremente parir sus cachorros.

Donde haya estancamiento promovido por oportunistas que quieren ponerse como líderes populares o por partidos oportunistas el fascismo encuentra lagunas para entrar. Más el oportunismo tiene sus límites y el pueblo lucha, mismo cuando de forma atrofiada por ese.

¿Debemos nosotros dar apoyo al oportunismo y exaltar la democracia abstracta de burgueses burocráticos y compradores y latifundistas? No, esto sería grotesco. A los oportunistas debemos reservar apenas las más duras críticas, la deslegitimación y el cubo de basura de la historia. Todo el oportunismo debe ser destruido, escupido e pisado por aquellos que luchan con el pueblo, por los que sirven al pueblo, y debe ser también destruido, escupido e pisado por el pueblo de manera general. Y esto ocurrirá una vez o otra.

¿Debemos nosotros deslegitimar la justa lucha popular, mismo que insuficiente, para apagar los elementos del fascismo que adentran a las naciones latino-americanas y las naciones alrededor del mundo? Mucho menos deberíamos hacer esto. Los comunistas actúan de manera a radicalizar las pautas populares, de todos los estratos progresistas del pueblo, y radicalizan esas pautas na luta. Si no lo hacen se colocan en posición inestable, retiran de sí las suyas propias bases de apoyo.

El pueblo boliviano luchó, entre otras cosas, también pelo respecto a sus opciones en la frente electoral. És una tristeza que esta lucha tenga sido, en la parte más apreciable, dirigida por los oportunistas del MAS, por su ala derecha más repugnante, más eso no tira la legitimidad de la lucha popular. ¿Qué lo demuestra eso? La mayor necesidad de la actuación de los comunistas en aquella nación para que sean creadas las condiciones para la denuncia no apenas de la intervención imperialista, más también de la farsa electoral y del oportunismo del MAS como un todo. Debemos apoyar el pueblo boliviano en sus esfuerzos para eliminar los títeres del imperialismo que fueron elegidos por este a dedo y debemos apoyar el desarrollo de esta lucha como una lucha contra los títeres del imperialismo que quieren se pasar por defensores de la nación y del pueblo boliviano.

La disposición o indisposición popular frente a un gobierno que fue propuesto dentro de los estrechos límites de la “democracia” burguesa no son más que las manifestaciones sensibles de la concreta incredulidad do povo en la “democracia” de los latifundistas y de los grandes burgueses y de la concreta lucha del pueblo, mismo que desordenada en gran parte, contra el mundo burgués en sus manifestaciones dispares.

Los oportunistas del partidos de izquierda usan el odio del pueblo contra el imperialismo para someteren el pueblo al imperialismo mientras crean discursos y medidas económicas pifias para a eso ocultar; los de partidos de derecha utilizan o odio del pueblo contra la izquierda mentirosa y oportunista para los someteren también al imperialismo. De un lado y de otro lo que se demuestra es el desarrollo de la conciencia del pueblo cuánto a los problemas nacionales y la necesidad de la construcción o reconstrucción de partidos marxistas-leninistas-maoístas que puedan organizar la justa rebeldía del pueblo.

¿Qué tiene eso a ver con Brasil? Bueno, no Brasil sufrimos nuestro propio golpe y a ese las elecciones del 2020 dan continuidad. Ya hemos criticado en otros lugares a los partidos que ingresan a las elecciones en ese momento, demostrando fácilmente cómo la incredulidad del pueblo en las elecciones, en la política burguesa, y el boicot pasivo de más de 30% de los brasileños que votaron en las elecciones de 2018, justifican el movimiento de los comunistas alrededor de un boicot activo. No lo volveremos a hacer. Sin embargo, debemos reafirmar cómo este boicot pasivo es una lucha popular desorganizada y cómo no lo veo de esta manera es antimaterialista y antileninista. Como dijo Stalin, seguimos a las masas — y las radicalizamos.

También debemos hablar de otra cosa: el golpe en sí. Así como la manifestación popular, donde efectivamente fue popular, contra Dilma Roussef estaba más que justificada, la manifestación antipopular de impeachment del ex presidente fue resultado de las necesidades de los imperialistas. En ese momento, tampoco se trataba de defender a Dilma Roussef, sino a la gente del oportunismo del PT y del estado fascista. Un momento como este, bien aprovechado por los comunistas, puede dar buenos frutos. Hay tiempo para la denuncia y para la lucha activa contra ambos frentes y la lucha contra uno sólo puede afirmarse como lucha contra el otro — si no, se ha producido algún desvío.

Los bolivianos se han radicalizado hasta el punto de defender las candidaturas de los que querían elegir, pero lo hicieron defendiendo sus intereses nacionales y su autonomía frente al imperialismo mucho más que creyendo en estos candidatos, como siempre lo hace. Tanto allí como aquí fue, es y será siempre el caso de que no dejamos que los oportunistas también ganen en la frente ideológica y vuelvan al estancamiento y para la pasividad las luchas del pueblo por la defensa de la soberanía nacional en el momento de su victoria.

No debemos permitir que las ilusiones se acumulen y desvíen a las personas del camino correcto para luchar contra la realidad opresiva. No debemos dejar que el pueblo sea atacado por el imperialismo sin poder defenderse. Debemos organizar defensas contra el lado oportunista de la dominación imperialista y también contra el lado que cae fácilmente en el fascismo. Son estos dos frentes de lucha que se construyen a través de una única manifestación de opresión nacional: la contrarrevolución interna y externa.

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Textos produzidos pelo G. E. Ao Povo Brasileiro para a divulgação da ideologia do proletariado e notícias sobre as lutas populares.