Usando la fuerza del sector privado para construir un país mejor

Hace dos meses volví a asumir el liderazgo de Aporta, el laboratorio de impacto social del Grupo Breca. Después de año y medio fuera de la organización, al regresar me he encontrado con caras conocidas pero también con personas, capacidades y proyectos nuevos, que, a pesar del tiempo y los cambios, han mantenido la esencia de Aporta: catalizar formas sostenibles de hacer negocios, priorizando a las personas y al planeta.

Para lograrlo, trabajamos de la mano con las empresas del Grupo Breca para diseñar y desarrollar proyectos de impacto positivo. Tenemos dos grandes grupos de proyectos: los que utilizan metodologías de innovación social y los proyectos desarrollados en alianza con el sector público mediante el mecanismo de obras por impuestos.

Innovación Social

Definimos la innovación como el proceso de pensar en soluciones diferentes que agreguen valor y respondan a las necesidades de las personas. Lo llamamos innovación social porque lo que nos interesa, sobre todo, es que sean soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas, especialmente de aquellas que provienen de contextos vulnerables. Para ello, combinamos metodologías de diseño centrado en el ciudadano, economía conductual y evaluación de impacto para poder ayudar a las empresas del Grupo a afrontar sus desafíos de sostenibilidad. Los desafíos de sostenibilidad son aquellos retos que son relevantes para la empresa de cara a su permanencia, rentabilidad y crecimiento a futuro, pensados desde la perspectiva del funcionamiento del negocio en sí, y también desde la perspectiva de los grupos humanos que tienen relación con la empresa (stakeholders) y el medio ambiente. En Aporta, nos enfocamos principalmente en los retos relacionados a estos dos últimos puntos: personas y planeta.

Por ejemplo: ¿Cómo podríamos reducir el sobrepeso y la obesidad entre nuestros trabajadores? ¿Cómo podríamos mejorar la calidad de vida en barrios marginales de Lima a través de la pintura? ¿Cómo podríamos asegurar las condiciones en la primera infancia para que la siguiente generación de peruanos pueda alcanzar su máximo potencial?

El desafío es nuestro punto de partida para poder trabajar con las empresas en identificar una visión de impacto social. El cómo / la solución la definimos durante el proceso de innovación, donde seguimos varios pasos:

• Descubrir: ¿De qué situaciones podemos aprender? ¿Cuáles son las necesidades / aspiraciones / realidades / creencias / comportamientos de nuestros grupos de interés? ¿Qué contextos o soluciones similares podemos descubrir? ¿Qué podemos aprender de otras personas y académicos que han investigado el tema?
• Analizar: ¿Qué patrones se vuelven aparentes en la información que encontramos? ¿Qué temas surgen? ¿Qué nos dicen estos temas y patrones sobre nuestro desafío? ¿Por qué son importantes o significativos? ¿Qué conexiones podemos hacer?
• Idear: ¿Qué áreas de oportunidad queremos abordar? ¿Para qué problemas queremos soluciones? ¿Qué nudges o incentivos podemos usar para cambiar comportamientos? ¿Cómo podemos priorizar las ideas que tenemos?
• Experimentar: ¿Cómo podemos poner nuestras ideas en frente de los usuarios? ¿Qué preguntas queremos responder en estas pruebas? ¿Qué podemos construir de forma rápida y barata para responder esas preguntas? ¿Quién nos dará valiosos comentarios? ¿Cómo podemos recoger la retroalimentación? ¿Cómo podemos mejorar nuestra solución a partir de nuestros aprendizajes?
• Priorizar: ¿Qué solución(es) podrían generar más impacto en el corto / mediano / largo plazo? ¿Qué es lo más deseable para nuestros grupos de interés? ¿Cuál es el más rentable? ¿Algún quick win?
• Pilotear y medir: ¿Cómo se termina de construir nuestra teoría de cambio? ¿Cómo podemos probarla pequeña escala? ¿Cómo definiremos el éxito del piloto? ¿Qué vamos a medir y cómo vamos a recoger y analizar esa data?

El rol de Aporta no termina en cuanto se define la acción o la solución para la necesidad presentada. Estar presente en la etapa de piloteo y medición es muy importante pues debemos asegurarnos que lo que proponemos esté realmente apuntando hacia los indicadores correctos. Si bien en la mayoría de casos no aplica hacer una evaluación de impacto rigurosa (RCT), estamos empezando a explorar metodologías como Lean Data para poder tomar decisiones rápidas para mejorar nuestras soluciones.

Proyectos con el sector público

Los proyectos que desarrollamos con el sector público son principalmente bajo la modalidad de obras por impuestos. Igual que en el caso de proyectos de innovación social, lo importante para nosotros es seleccionar proyectos que sean relevantes para las comunidades en las que operamos. Para ello, hemos empezado a utilizar una herramienta internacional llamada el Social Progress Index (SPI), que mide el nivel de progreso de una sociedad, ya sea a nivel país, región, ciudad o distrito. El SPI nos permite mapear todas las problemáticas sociales y ambientales que están presentes en un área geográfica determinada, permitiendo así priorizar las áreas en las que se necesitan intervenciones públicas de gran escala.

Desde Aporta podemos proponer obras por impuestos, acompañar a las empresas en el desarrollo de obras, o incluso gestionar nosotros mismos las obras para las empresas. Lo importante en todo momento es asegurar que las obras sean: i) necesarias para la población y cumplan un propósito social, ii) financieramente viables para ambos lados (la entidad pública y la empresa que las financiará) y iii) que cumplan los criterios de calidad establecidos para el Grupo. Sobre este último punto, el proceso de selección de los diferentes consultores que pueden intervenir en el proceso (proyectistas, ingenieros, arquitectos), así como la selección de los constructores y supervisores es clave para garantizar la calidad de los proyectos y la reducción de riesgos por el lado de la empresa privada.

El mecanismo de obras por impuestos es complejo y largo, e implica un compromiso grande por parte del sector privado por los riesgos continuos en el proceso. Sin embargo, es una forma muy poderosa de desarrollar proyectos a escala. Actualmente, el Grupo ya ha implementado 3 obras y tenemos 3 más en ejecución. En conjunto, lograremos impactar la vida de 13,000 personas.

En cuanto a las problemáticas en las que enfocamos los proyectos, a nivel de cada empresa los proyectos que trabajamos son muy variados, por la misma diversidad de las industrias y zonas en las que opera cada una. Si tuviéramos que hacer una clasificación, podríamos decir que la mayoría de proyectos caen en una de tres categorías:

• Condiciones para el desarrollo del potencial humano, como por ejemplo educación, la prevención de enfermedades crónicas, y el acceso agua y saneamiento;
• Desarrollo productivo, sobretodo en relación al empoderamiento femenino;
• Economía circular, en relación a la gestión de residuos y a mejorar el diseño de insumos y procesos para extender el ciclo de vida y de uso.

Además, a nivel de Grupo se ha tomado la decisión de enfocarnos en desarrollo infantil temprano como área de impacto social prioritaria, y estamos trabajando en diseñar una estrategia que nos permita impactar en el desarrollo de los niños en todas las zonas del Grupo.

Nuestros principios de trabajo son un común denominador entre las diferentes áreas de Aporta:

• Colocamos a las personas al centro de la solución, reconociendo que nosotros no somos los usuarios
• Trabajamos colaborativamente para crear, tanto a la interna como hacia fuera
• Nos enfocamos en actuar y medimos nuestras acciones para asegurar su impacto
• Cuestionamos y aprendemos constantemente para mejorar

En una comunidad empresarial donde las tendencias están orientadas hacia la innovación pura o hacia la transformación digital, la apuesta de Aporta es diferente: proponemos usar las herramientas adecuadas, y la fuerza de la empresa, para generar un cambio en el país y construir un Perú mejor. Es una ambición de largo aliento, pero confiamos en que vamos por el camino correcto.