Me llaman fanboy, pero solo busco soluciones; y Apple es quien las tiene para mi

Daniel González
Appleros
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10 min readMar 7, 2019

Cuatro meses después de empezar a utilizar el iPhone XS Max, y el Apple Watch Series 4, se han convertido en dos herramientas tan sumamente potentes en mi día a día que no me planteo renunciar a ellas. Y tiene un por qué, el ecosistema de Apple y lo bien integrado que esta todo.

Si es que no puede ser más bonito… Foto: Daniel González | Appleros

Parece que fue ayer cuando un día 22 de septiembre saqué de su caja el nuevo iPhone XS Max. Lo publiqué en un vídeo en YouTube que os dejaré por aquí abajo, y desde entonces el último smartphone de la compañía californiana no ha salido de mi bolsillo. Parece mentira que así sea después del amor declarado que le tenía a Huawei y a los Google Pixel, pero es evidente que algo ha cambiado en mi percepción sobre los teléfonos de Apple desde que he tenido la oportunidad de probarlo “de verdad”.

Hace ahora cuatro meses también que utilizo el Apple Watch Series 4, algo más de un año desde que esta en mis manos los AirPods (más abajo os contaré por qué le tengo tantas ganas a una nueva generación), y cerca de 11 meses desde que recogí mi primer iPad de 9,4 pulgadas (antes había tenido un iPad mini que apenas usaba). Adicionalmente, hace ya 12 años que utilizo un Mac en vida diaria; y si tenía claro que no quería volver a Windows ni de coña, algo me hace pensar que mi sentimiento hacia el resto de productos de Apple va por el mismo camino. No todo es un buen hardware, si no que ese hardware tenga las herramientas apropiadas para sacarle el máximo partido y hacerte la vida fácil; quedaos con esta última frase, “hacerte la vida fácil”, porque solo Apple sabe hacerlo.

De hater a fanboy

Aquellos que dicen “no hables sin saber” tienen más razón que un santo. Durante muchos años he defendido los móviles Android y criticado al iPhone de Apple por no ser la mejor alternativa a nivel “hardware” por un precio ligeramente superior al de la competencia. Lo digo alto y claro: me he tenido que comer mis palabras. Hablé sin saber, y desde que en 2018 tuve la oportunidad de probar un iPhone en mi día a día por primera vez he entendido en por qué de los fanboys de Apple, por qué aman los productos de la compañía californiana y por qué no se plantean en cambiar de fabricante preferido. Y todo se resume al ecosistema que han creado.

Independientemente de que nunca antes hayas tenido un producto de Apple, es difícil dar un paso atrás. Es como si la firma estuviese un escalón por encima del resto a nivel “ecosistema” y una vez das ese salto al escalón, un muro ficticio no te permite volver a atrás. Apple no busca el mejor dispositivo del mundo, el que más cosas te permita hacer, ni el que tenga las más grandes innovaciones; crea para los usuarios un producto que ofrece todo lo que necesitas, que lo que hace lo hace de verdad bien (a diferencia de otros fabricantes con el desbloqueo facial, por ejemplo) y que innova cuando de verdad es necesario, ¿acaso hace falta un móvil plegable en nuestras vidas? Todo a su debido tiempo.

Encendiendo en nuevo Apple Watch Series 4. Foto: Daniel González | Appleros

Todos los usuarios tienen un problema: “necesito un dispositivo”. Y digamos que los californianos han sido los que han sabido aprovechar ese problema de los usuarios y solucionarlo con un dispositivo completo que se ha convertido en objeto de deseo por una sencilla razón: cubre todo lo que necesitan. Ahora muchos de los que leáis este artículo diréis que me he convertido en un fanboy y que he dejado de ser objetivo. Permitidme deciros que no es así: desde la mas absoluta objetividad, admito que teléfonos como el Huawei Mate 20 Pro o el Galaxy S10+ están un paso por delante a nivel “hardware” del teléfono de Apple; pero, ¿acaso lo están en experiencia de usuario? Desde luego que no, y si discrepas de esta opinión es que seguramente no hayas tenido un iPhone durante mas de 3 meses en tus manos.

Un smartphone en el que todo funciona, sin más

Tiene muchos motivos para ser objeto de deseo :) Foto: Daniel González | Appleros

“Sencillamente funciona”. Esa frase que tanto hemos oido acerca de muchos dispositivos en estos últimos años y que realmente pocos consiguen cumplir. Seguramente el iPhone no es el teléfono más potente, tampoco el que tiene mejor cámara y seguro que no el más bonito a nivel de diseño (personalmente me tiene enamorado el Pixel 3 XL que he tenido oportunidad de probar hace poquito también). Todo esto es una percepción tremendamente personal, pero yo estoy de acuerdo con aquellos que dicen que el iPhone a nivel de hardware aún tiene mucho por avanzar. El tema esta en… ¿te facilita la vida?

Siempre he sido negado a trabajar desde el móvil, apenas enviar un par de emails en ocasiones de extrema necesidad o nerviosismo (soy extremadamente impaciente) o abrir algún documento para revisarlo. Si la cosa pasaba de ahí, directo al Mac a hacer las cosas “como manda”. Digamos que esto ha cambiado en los últimos meses: cada día utilizo más mi móvil para tareas complejas como traducciones, edición de documentos o incluso edición de fotos o vídeo. Me he dado cuenta de que lo que condiciona como utilizas tus dispositivos no son más que las aplicaciones que tienes en él, y la forma en que las organizas en un pantalla de inicio; algo tan sencillo como las aplicaciones que necesitas para desarrollar tu trabajo y colocarlas en la página principal alejadas de todas aquellas que te hacen perder tiempo (como Twitter o Instagram) supondrá un enorme crecimiento de tu productividad. Prometido.

Y para más índole, en el iPhone siempre tienes “la app que necesitas”. Ese universo llamado App Store te da acceso a un montonazo de aplicaciones de calidad, y no como Play Store en Android que tiene mucha, pero mucha, porrala que a nadie le interesa. Por ejemplo: Notability, mi nueva app para los apuntes de Bachillerato, cierto que hay muchas apps para apuntar en todos los sistemas operativos pero, ¿funcionan todos tan bien, son tan simples de usar y tan cómodos como Notability? Y, más importante, ¿se sincroniza a la perfección con mi iPad, mi Mac, mi iPhone e incluso mi Apple Watch? Lo mismo me pasa con Timetable, mi app de horario, de momento no he encontrado ninguna tan bien diseñada y minimalista en Android. Por no decir que, por norma general, las apps son más bonitas y funcionan mejor en iOS que en Android, más que nada porque es el mercado principal para los desarrolladores.

Mis apuntes de historia en Notability. Foto: Daniel González | Appleros

Y por supuesto que el iPhone hace muchas cosas mal, como todos. Me trae de cabeza que la batería me llegue pillada al final del día en algunas ocasiones, o que una foto con mucha dificultad en exposición termine bloqueando el teléfono; pero a cambio de estos pequeños y pasables fallos me da alegrías y herramientas que de verdad en mi día a día me han hecho mejorar mi productividad y mi forma de sacarle el máximo provecho a los dispositivos. Para mi iOS, aún con muchas cosas que pulir, sigue siendo el mejor sistema operativo del mercado.

El Apple Watch es un esencial para mi

Y aquí es donde entramos en terreno “ecosistema”, o lo que algunos llaman secta. Apple te atrapa. Es así. Compras el primer producto y no vuelves atrás, porque sí, es un paso atrás. Algunos dicen que la forma de atraparte es lanzando al mercado productos que solo son compatibles con sus otros dispositivos, como es el caso del Apple Watch: solo funciona con los iPhone a partir del iPhone 5s, pero nada de Android. ¿Yo lo veo así? Sinceramente si, es una forma de retener al consumidor; pero con un matiz: te ofrecen a cambio la posibilidad de que tengas el mejor smartwatch del mercado y que nunca falle. Te aseguras comprar un producto que de verdad te ofrece lo que promete, y no constantes desconexiones, retrasos, lags y demás.

Time 2 Train — Apple Watch Series 4. Foto: Daniel González | Appleros

El Apple Watch es a mi vida lo que para un futbolista un balón de fútbol. Aún recuerdo mi review del Apple Watch Series 3 en la que criticaba la app de Actividad y sus anillos; que poquito me gustaron… Todo esto ha cambiado, y además enormemente. Ya lo conté en la review del Apple Watch Series 4 en YouTube, que aprovecharé también para dejaros por aquí: el reloj de Apple no tiene rival y una vez te enganchas a él, es imposible dejarlo atrás. Digamos que este smartwatch me ha ayudado a filtrar mi flujo de trabajo, organizarme mejor mi día a día y, en definitiva, hacerme más productivo; empiezo a entender por qué toda la gente del coworking en le que están situadas las oficinas de Appleros utiliza productos de Apple, están totalmente diseñados para trabajar sin distracciones.

Caso personal y verídico: paso 8 horas diarias en un aula de colegio donde pasan 7 profesores distintos para impartimos diferentes tipos de conocimientos que pueden interesarme más o menos; pero al mismo tiempo mi vida digital continúa: comentarios en YouTube, redes sociales, emails de algún compañero o incluso de algún PR Manager que quiere enviarme algún dispositivo. Muchos no os daréis cuenta de esto porque vivís pegados a vuestro smartphone y atendéis a las notificaciones; pero en mi era pre-Watch tenía que invertir cerca de 1 hora en filtrar lo importante y empezar a trabajar. Desde que puedo filtrar todo en tiempo real, según llega, he ganado tiempo que ahora dedico a bailar, a ver mis series en Netflix o incluso a dormir (dormía poco, me hacía falta jajaja). De nuevo, una forma de simplificar todas las notificaciones que nos llegan en el día a día y centrarnos en lo importante; estar informados de todo, pero a la vez que no nos quite más tiempo que una ligera mirada a la pantalla del reloj.

Combinar las pulseras con tus outfits. Foto: Daniel González | Appleros

Así que sí, si en algún momento puntual he pensado en ponerme el Pixel 3 XL de smartphone personal las ganas se me han quitado rápido. Ni me planteo dejar mi Apple Watch en casa. Se ha convertido en indispensable para mí. Además, ¡que me encanta combinar mis correas con los outfits cada día!

Los AirPods son lo mejor del mundo, mundial. Mi gadget favorito sin duda alguna.

Esa pijadita que algunos ven por la calle y consideran postureo, se llama “comodidad”, “sencillez” y “perfección”. Sí, hablo de los AirPods; esos auriculares que parecen pequeños filtros de cigarrillo, que a algunos les parecen feos y a otros preciosos. He oido todo tipo de comentarios hacia los auriculares y hacia mi persona por llevarlos. Pero de nuevo, no los dejo en casa ni a cambio de que me paguen por ello. Es sin duda mi producto de Apple favorito y es todo, de nuevo, por la sencillez al usarlo y lo cómodos que son.

Decidle “HOLA” a mis niños ❤ prometo que no me pueden gustar más. Foto: Daniel González | Appleros

Os contaré una anécdota de cuando casi me da un ataque de pena y una taquicardia al mismo tiempo. Hace unos meses que inauguramos nuestras nuevas oficinas en el Paseo de la Castellana, y como buen ejecutivo (mentira, voy en vaqueros jajaja) suelo bajar a Madrid a trabajar en la oficina, en mi mesa, con mi ordenador y demás. Hasta aquí todo en orden. Quedo a tomar algo con una amiga y cuando salgo de esa quedada abro la caja de los AirPods y chan chan, NO ESTÁN. Recuerdo que los dejé encima de mi mesa y que seguramente se habrían quedado allí; pero yo en este momento ya llorando porque pensaba que los había perdido para siempre. Llego a la oficina, llamo a seguridad y me prohiben entrar; y después de un rato de discusión me dejan entrar. La ilusión al recuperarlos esta grabada en mis Instagram Stories, y os prometo que no lo había pasado tan mal por un gadget nunca.

Porque si. Son los únicos auriculares True Wireless pequeños, cómodos, “llevables”. Es una sensación extraña, pero cuando no los tengo a mano siento que me falta algo, y por mucho que he intentado sustituirlos por otros auriculares del estilo como los TicPods de Mobvoi o los Beoplay E8, os prometo que no he sido capaz. Ni siquiera unos cascos de diadema con cancelación de ruido me convencen de dejar mis AirPods en casa; y todo por la comodidad y la facilidad que ofrecen.

La caja de los AirPods de Apple, otro “detallito”. Foto: Daniel González | Appleros

Os quería contar esto porque muchos os sorprendéis de que a estas alturas siga con el iPhone como teléfono personal, y no haya cambiado a alguno de los últimos lanzamientos de las compañías como el Galaxy S10+ o el Mate 20 Pro que andan en mis manos. Es sencillo: sería renunciar a esenciales para mi a estas alturas como el Apple Watch y los AirPods; y creo que volver a mi época Android donde no podía echarme la siesta no es una opción.

Llevar un iPhone es un sinónimo de productividad, o al menos esta es mi impresión en estos últimos meses. Y si, llamadme fanboy, pero difícil es que yo vuelva a un teléfono Android a corto plazo. El Mate 20 Pro y el Pixel 3 XL me acompañarán a todas las sesiones de fotos ahora y siempre, pero desde luego que no lo harán en mis horas de trabajo. Cada móvil tiene sus ventajas e inconvenientes, y el iPhone XS Max es lo que necesito ahora mismo. Comprate el teléfono que prefieras, pero seguro de que va a cubrir tus necesidades; porque la pregunta no es, ¿qué marca es? Si no, ¿soluciona mi problema?

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Daniel González
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“Se les olvidó decirme que aquella piedra con la que tropecé cambiaría de nombre”. Life Lover | PR passionate | Tech lover | Now at SmartComms