CÓMO ORGANIZAR TUS ARGUMENTOS PARA QUE SEAN MÁS PERSUASIVOS

Luis A. Malavé Naime
Argumentación y Derecho
3 min readOct 11, 2019

Advertencia inicial

Desde un punto de vista lógico, la organización de los argumentos es irrelevante: si un argumento es lógicamente bueno, lo será sea donde sea que pongamos las premisas y la conclusión.

No obstante, en la práctica no sucede lo mismo: no siempre los buenos argumentos resultan persuasivos. Primero, porque no somos tan racionales como creemos: nuestros sesgos y prejuicios nos acompañan en el análisis argumentativo. Segundo, porque es muy probable que nuestra audiencia no haya desarrollado a cabalidad su pensamiento crítico y las herramientas de análisis de argumentos, así que, probablemente, esa audiencia se guiará más por su instinto que por su sentido crítico. Tercero: porque a veces los argumentos son tan complejos que es difícil para un oyente o un lector seguir cada paso de lo que pretendemos probar.

La organización de los argumentos cuenta desde el punto de vista persuasivo.

Cómo organizar tus argumentos para que sean más persuasivos:

Expresa primero las premisas.

Elaboremos más esta recomendación.

1- No estamos hablando de cualquier premisa, sino de aquella(s) que son aceptadas por la audiencia.

Muchas veces, el problema de nuestros argumentos es que comenzamos dando razones que la otra parte no acepta o de las que no está convencido. Si hay algún punto en común con tu audiencia, es por allí por donde debes comenzar: expresa los puntos relevantes en los que hay acuerdo, a partir de ellos es que debes elaborar tus argumentos.

Comenzar por esos puntos en común tiene una ventaja adicional: será mucho más fácil advertir qué puntos básicos son más difíciles de digerir para la audiencia.

2- Encadena los puntos comunes con otras ideas y posiciones, pero no des saltos largos.

Es frecuente que, como conocemos bien nuestro argumento, saltemos de una premisa a una conclusión sin dejar claros los puntos intermedios. Por ejemplo, en un famoso pasaje de Sherlock Holmes, el famoso detective, sin mediar palabras, concluía que el hombre que acababa de conocer era un médico proveniente de Afganistán: sin expresar los puntos intermedios, es imposible que nos persuadamos de tal conclusión.

3- Siempre que sea posible, deja que la audiencia saque las conclusiones.

Una de las ventajas de comenzar expresando las premisas aceptadas y encadenando los puntos comunes, es que permite que, en última instancia, sea la audiencia quien llegue o salte a la conclusión.

Esto es importante: una de las estrategias de persuasión más fuertes es justamente ésta, hacer que el otro saque la conclusión deseada. La fortaleza de esta estrategia reside en que cuando alguien infiere una posición, tiende a hacerla propia, pues siente que ha llegado a ella por sus propios méritos; además de que es más fácil que la recuerde.

Advertencia final

Esta recomendación no debe ser tomada como una máxima universal: hay contextos en los que la organización de los argumentos puede variar y aun así ser muy persuasiva; además, en ciertos momentos es necesario ser lo más claros y precisos posible, en tales situaciones es mejor una organización lógica distinta: dejar bien clara la conclusión a la que se quiere llegar y solo después exponer las razones.

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Luis A. Malavé Naime
Argumentación y Derecho

Profesor e investigador de Teoría de la Argumentación y Argumentación Jurídica. Creador de cursos virtuales y de la Academia de Argumentación y Derecho.