¿Lográs hacer que llueva?

Ariel Pfeffer
Ariel Pfeffer
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4 min readNov 28, 2020

Página del blog de Ariel Pfeffer

El emprendedor llegó a la reunión 20 minutos antes, para presentarle su plan de negocios a un gran inversor. Por supuesto que el proyector de la sala de reuniones no andaba bien con ese modelo de laptop y sintió que el sudor le corría por la espalda. No iba a poder hacer bien su presentación del plan de negocios? Se acordaría de todos los detalles que quería destacar? Era una gran oportunidad para levantar el capital que tanto precisaba para demostrarle al mundo que podía ser único, increíble y …millonario!!

A su vez el inversor tenía ese día una agenda llena de reuniones. Sabía que cada emprendedor que venía a verlo y explicarle porque su proyecto era la nueva revolución del mundo, podía llegar a ser muy aburrido e irrelevante. Pero también podía ser el nuevo Facebook, Starbucks o Mercado Libre. O sea, había que escucharlos a todos para sacarse la duda y no perderse la aguja en el pajar.

A lo largo de mi vida he visto muchos cientos o quizás miles de planes de negocios. Creo que en todas las categorías posibles. En la evaluación he acertado en algunos y me he equivocado en muchos otros. Pero lo que logré identificar son algunos padrones que me ayudan a identificar y filtrar claramente algunos puntos que hacen a las fortalezas y debilidades de cada plan de negocios:

Cómo identificar cada plan de negocios

1 — Un gran porcentaje de personas predice que en el año 5, venderán $50 millones. Debe ser un número mágico porque se repite constantemente. La realidad y mi regla (aquí va la primera) es que la ventas pronosticadas para el año 1 son las que efectivamente se van a lograr en el año 5 si todo anda bien. O sea, hago todas las cuentas considerando esa evolución de ventas para los próximos años que generalmente están mucho más cercanas de la realidad.

2 — La valuación de los negocios es siempre un gran problema. Cuando el emprendedor viene con una valuación desmedida es un pierde-pierde. Pierde el emprendedor que no logra levantar el capital para realizar su gran sueño y pierde el inversor que se pierde de invertir en un proyecto que quizás tenía buenas chances de ser exitoso. La regla número 2 es que el plan de negocios por sí mismo, cuando el proyecto no salió del papel, no vale más de US$ 300 mil, no importa el contenido que tenga el mismo. Si el emprendedor tiene una amplia trayectoria y puede lograr tracción por sus antecedentes y empuje, entonces la valuación del proyecto puede llegar hasta un máximo de US$ 500 mil. Pero arriba de eso solamente si el emprendimiento ya logró facturar aunque sea un dólar en forma genuina, habiendo completado todo el ciclo de ventas. O sea, que pasó exitosamente por la prueba de concepto.

3 — Cada vez que un emprendedor destaca que todas sus proyecciones se basan en un “escenario conservador” que debe traducirse como “el más optimista de todos los escenarios posibles”. La verdad es que odio escuchar esas palabras. Solo debe hablar solo de “escenarios realistas”.

4 — Todas las proyecciones de ventas son siempre híper optimistas y crecientes. A nadie se le ocurre que en una proyección a 5 o 10 años seguramente habrá alguna crisis en la economía y que eso hay que reflejarlo en un escenario realista dentro de las proyecciones?

5 — “… ..y para lograr todo esto solo tenemos que conquistar el 1% del mercado chino (o el 5% del mercado brasileño)”. Como si eso fuera algo trivial o muy fácil y no costara nada. ¡Pregunte a las grandes empresas la inversión necesaria para alcanzar cada punto porcentual de cuota de mercado!

6 — Generalmente la mayoría de los planes de negocios pronostican crecimientos de gran valor porcentual del año 2 en adelante. Y de dónde va salir el capital de giro para lograr esos grandes crecimientos donde generalmente todos los gastos de marketing y publicidad hay que pagarlos por adelantado? Esto es algo que lo veo en forma casi permanente!

7 — ¿Alguna de las personas clave del emprendimiento va a trabajar part-time? Eso yo lo interpreto como falta de real compromiso y pasión, más allá del motivo que llevó a la decisión de trabajar solo parte del tiempo. Si es el proyecto de tu vida dedícate al mismo con todo. Y si no lo es, entonces quizás no sea el lugar adecuado para invertir.

8 — Finalmente, si se trata de una empresa que lleva mucho tiempo en el mercado y viene de varios años sin crecimiento o con un crecimiento muy inexpresivo, entonces esa empresa probablemente ya tenga el virus “no crecimiento” en su ADN. Algo que sé que está instalado en la cultura de la empresa y que es muy difícil de cambiar porque todos estamos en una “zona de confort”. Para que una empresa de estos pueda dar un gran salto, probablemente habrá que cambiar toda o buena parte de la gestión, incluido el propio propietario que es quien generalmente está impulsando la captación de capital.

Todo esto parece duro, pero no hay que perder nunca el foco en que el inversor no invierte “a ver qué pasa”, sino que invierte para que un proyecto que ya ha demostrado que es viable, interesante y rentable se expanda y crezca. ¡El inversor busca escalar y replicar! Y busca que esto lo lleve a cabo un emprendedor con mucha pasión, compromiso y que tenga la virtud de “poder hacer llover”.

No es necesario ser un profesional para construir un negocio o producto exitoso. Los aficionados iniciaron Google y Apple. Y personas muy profesionales fueron las que construyeron el Titanic.

¡El fracaso nunca ganará si mi determinación de triunfar es lo suficientemente poderosa!

ariel@pfeffer.com

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Ariel Pfeffer
Ariel Pfeffer

For 35 years, I’ve been involved in Direct Marketing around Latin America, mostly in Uruguay. Find more about me on my website at: https://ariel-pfeffer.com