¿Cómo afrontar una despedida?

Arnold Sierra
arnoldsierrablog
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7 min readDec 2, 2017

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Miércoles por la tarde del año 2016, ingresó a mi bandeja de correos una información que parecía importante.

No le presté atención. No fue hasta el viernes de esa misma semana, en una tarde de oficina con mi esposa, cuando decidí abrir el correo y me encuentro con este contenido: “Queremos informarle que usted ha sido aceptado para realizar estudios en el Instituto Cristo Para Las Naciones en Medellín Colombia y le fue aprobada una beca del 100% de estudios y vivienda”. Yo pensé que se trataba de un error o algo por el estilo. Le permití a mi esposa darle una mirada al correo y me dijo lo mismo en su tono particular: “Bah, estás jugando conmigo”.

Esa noche no pude dormir pensando en la situación, al día siguiente le escribí a la persona encargada de estos procesos para preguntarle si se trataba de un error. Ella con mucha alegría me dijo que no, que no era un error y que preparáramos todo para venirnos a Colombia. Ese día comenzó mi despedida, en mi mente inició una batalla con respecto al final que se avecinaba. Por una parte, surgían muchas ilusiones sobre el futuro, pero también temores afloraban por la misma razón. Sumado a esto, poco a poco me hacía consciente de lo que debía soltar: familia, amigos, trabajo, entre otras cosas.

El proceso se dio lentamente y al cabo de 6 meses estábamos en un vuelo directo de Valencia a Medellín. Después de muchas lágrimas en el hombro de mis padres, mis suegros, hermanos y cuñados, iniciaba una nueva etapa cargada de ilusiones y temores.

Después de un año y medio, el día de ayer me despedí de grandes amigos con quienes viví experiencias maravillosas, debo reconocer que soy muy llorón, y aunque hice un esfuerzo sobrehumano por no derramar lágrimas, fue inevitable para mí, que pasaran tantos recuerdos por mi cabeza, tantas cosas vividas, saludos, peleas, cenas y momentos únicos. Finaliza una temporada juntos y comienza otra por separado, hay que reponerse del dolor de la despedida y abrazar la ilusión del futuro que promete todo sin negar nada. Ha sido un tiempo único e inolvidable al lado de grandes personas que seguramente van a transformar su entorno, así como lo hicieron con mi familia y conmigo. Me despido de ustedes con el corazón hinchado de orgullo por considerarles amigos.

Para nadie es un secreto que las despedidas son dolorosas, en mi país Venezuela todos los días un hijo se despide de una madre sin saber cuándo volverá a tenerla a su lado, un esposo sale en busca de un mejor futuro para sus hijos, una hija abraza a su papá y le agradece todo lo que le ha dado sin saber si será su último abrazo. La mayoría no sabemos cómo afrontarlas, simplemente nos dejamos llevar por el día a día, tratando de aprovechar cada minuto, algunos intentan mostrarse insensibles y fuertes para no afrontar el dolor profundo, otros empiezan a llorar un mes antes, pero todos en mayor o menor medida, simplemente nos dejamos llevar y esperamos que “el tiempo lo cure todo”, intentamos justificar la despedida de mil maneras y buscamos en el rincón de los recuerdos, toda la fuerza necesaria para mantener viva la ilusión de estar juntos otra vez.

¿Cómo afrontar una despedida?

No pretendo dar una fórmula exacta de cómo hacerlo, pero encuentro una despedida en la Biblia que me parece muy interesante para abordar este tema.

Hay finales necesarios y finales inevitables, como lo fue el final o despedida entre Jonatán y David. La historia se encuentra en 1ro de Samuel 20 y para resumir un poco lo que allí sucede, David está a punto de ser asesinado por el padre de Jonatán (Saúl), por lo que decide huir, pero David era un gran amigo de Jonatán y para ambos era doloroso separarse. Me voy a centrar en esta parte de la historia:

1ro de Samuel 20:41 Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más.

42 Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad.

Honra

En primer lugar, David se inclina tres veces postrado en tierra, lo cual tiene un significado muy importante para la cultura judía, ya que esto se hacía para expresar profunda reverencia y honra a Dios o a cualquier persona que lo ameritara, nuestra cultura occidental no entiende mucho de la importancia, pero para aquel entonces, era una expresión de alabanza significativa. Hay muchas expresiones de este tipo en la Biblia, hacia Jesús y hasta Pedro recibieron esta expresión.

Un argumento meramente interpretativo que le doy a este punto de la despedida es el aspecto de la honra. Todos nosotros sufrimos despedidas muy dolorosas, en buena parte porque sentimos que durante el tiempo que estuvimos juntos no aprovechamos el compartir tiempo de calidad, algunos sólo se dedicaron a pelear, hay muchos hijos llorando sobre un ataúd por la culpa que sienten de no haber amado y honrado a sus padres, muchos padres llorando la pérdida de un hijo en manos de una mala decisión y lo que más lamentan es no haber honrado sus vidas más frecuentemente.

Si estás por enfrentar una despedida, honra la vida de las personas de todas las formas posibles. Honrar implica un buen trato, ser proveedores de buenos momentos y suplidores de necesidades, no sólo es decir cosas buenas sino ser intencionales en proteger y crear ambientes de amor y comprensión en los momentos difíciles. También implica reconocer sus mejores atributos y disfrutar de las diferencias para crecer juntos.

Expresiones

No sólo el tiempo juntos es importante, también expresar lo que sientes por ellos es vital, no te olvides de decirles cuánto les amas. David lo hizo con su amigo Jonatán como una manifestación del amor que tenía por él. Algunos no saben cómo expresarlo físicamente y aunque no sea tu lenguaje principal, te animo a que te atrevas a hacerlo todos los días, porque si llegas a despedirte algún día no sentirás el fuerte peso de la culpa y las preguntas rondando tu cabeza ¿Por qué no lo(a) besé más? ¿Por qué no le di los buenos días con un abrazo y un beso? ¿Por qué sólo saludé desde lejos?

Hay otros que no saben recibir amor, producto de tantas heridas han cerrado su corazón para no tener que decepcionarse nuevamente. Hagamos un ejercicio sencillo ¿Qué pasaría si no disfrutaste del cariño de tus amigos y familia, por no tener un corazón sano y luego que no estén, lo anheles profundamente? ¿De qué recuerdos de afecto te aferrarías para seguir con tu día a día? Tengo a mis padres lejos, pero siempre recuerdo el beso en la frente de mi papá, el abrazo esquivo de mi hermano menor y el beso sanador de mi mamá, tengo información afectiva suficiente para que tenerlos lejos no me haga sentir peor en los momentos de nostalgia. El afecto también se expresa con detalles, actos de servicio y otros lenguajes como lo define de manera magistral el Dr. Gary Chapman.

Si tienes que enfrentar una despedida pronto, aprovecha el tiempo y besa a los tuyos, abraza, dale una palmada de apoyo y disfruta de todas las expresiones que recibas.

La clave secreta.

Me encanta lo que Jonatán le dice a David: “…Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre…” El secreto de las despedidas es una esperanza mayor que nosotros mismos. Siempre tendremos vacíos que Skype, un regalo a distancia, un correo, una nota de voz no van a poder llenar después de una despedida, pero si te une algo más grande que la misma humanidad, seguramente tus despedidas serán en paz, sabes que hay un plan mayor, que esto apenas es un paso, que aún la distancia te enseñará a valorar las relaciones y trabajar más intencionalmente.

Si Dios está en medio de este proceso de separación o despedida, créeme que más pronto de lo que te imaginas, algo sensacional va a suceder, hay propósitos maravillosos detrás de lo que Dios hace. Uno de mis grandes amigos se fue a vivir a otro país posterior a mi venida a Colombia y pensé que sería casi imposible verlo de nuevo, hace 4 meses aproximadamente por un milagro de Dios pude verlo y lloramos abrazados de ver cómo Dios une los corazones y nos conecta de nuevo. Deja que Dios entre en tus despedidas, en los procesos que hay que terminar, en los finales necesarios. Él siempre da paz a quienes le permiten pelear la guerra.

Si estás próximo a despedirte, toma tiempo para orar juntos, para compartir lo que Dios ha expresado en su palabra, para hablar de sus proyectos eternos, todo pasa, pero su palabra no pasará.

La vida sin amigos y familia es un mal chiste, es un plato sin sabor. Seguramente te vas a tener que despedir de alguien en lo que te resta de vida, el punto es ahora, hoy es un buen día para honrarlos, expresarles amor y orar por ellos, permitiendo que Dios esté entre tú y ellos.

Te invito a compartir con alguien que esté pasando por un proceso similar. Con amor, Pastor Arnold Sierra.

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Arnold Sierra
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Hijo de Dios, esposo de @luciagalipolly padre de Lucas David. Soñador, músico y Psicólogo. Pastor de Min. en @iglesiaparalafamilia