Nos saquearon el corazón

Solitaria me desgarraba con gusto al parir a mi más grande amor.

Arnold Sierra
arnoldsierrablog
3 min readMay 26, 2017

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Mis ilusiones fueron plantadas en surcos trillados por el ganado, pintadas de amarillo araguaney. Ilusiones con olor a mastranto y libres como el turpial. Jamás imaginé que sería tan dura la vida para ambos. Al principio había esperanza de un futuro mejor, pero te cubrieron con pañales sucios de populismo, te vistieron con una pijama de injusticia ligeramente lavada de promesas.

Por mi falta de perspicacia, yo siendo madre, siendo mujer, me dejé golpear todos los días y me han desfigurado el rostro. Tú, siendo tan pequeño e inocente no entendías, no podías defenderme, sin embargo tu llanto me hacía temblar. Le brindamos confianza a quien hacía el intento de jugar el papel de padre.

Como ilusos caímos en la trampa. Trampa diseñada con matices difusos, llenos de decisiones destinadas a la ignominia. Este padrastro borracho de poder, incautaba cual birlador despiadado, las riquezas con las que nacimos, porque su más sincero y perverso deseo siempre fue aprovecharse de nosotros. Nos engañó su verborrea y su lisonja.

Fuiste creciendo mi bien parido, te recibió la realidad. Mientras más grande te hacías, mayor era tu asombro y mayor tu incertidumbre. Amenazado por la holganza de quien nunca tuvo nada y ahora se creía nuestro dueño, un padrastro con delirios de grandeza, fueron culpables aquellos, que le hicieron olvidar que el pequeño bien parido algún día crecería.

El aciago de tu vida te ha marcado, sí, has crecido, ya eres mayor de edad, pero te han saqueado el corazón. Te robaron ilusiones, secuestraron nuestra herencia, expropiaron nuestro sosiego. Ahora ¿Quién devuelve lo perdido? ¿Quién repone lo saqueado? Como rapiña, ansioso de poder, junto a sus amigos se llevó lo poquito que nos quedaba y ahora no hay mucho qué ofrecer desde lo externo.

Sólo quedan estantes vacíos en el corazón del ahora adulto. Anhelante de justicia, en ocasiones te has descontrolado dando golpes al aire, sangre te he visto llorar unas 60 veces.

Pero ¿Cómo te reclamo? Si quienes te saquearon, despilfarraron tu esencia y se llevaron tu ilusión. No tengo cómo reclamarte hijo, no tengo cómo. Yo que te parí con dolor, he visto tu desdicha y también tu corazón herido. Sé que debe dolerte verme desfigurada y raquítica, ultrajada por quien debió cuidarnos y se convirtió en nuestro verdugo.

Mi corazón también fue saqueado, fue sajado con el filo de discursos divisorios que en lugar de crear puentes crearon abismos entre nosotros y nos llenaron de odio el alma. Sin embargo he decidido perdonar por amor a ti y a lo que realmente somos. Entonces empecemos juntos, empecemos de cero, aunque nos quitaron casi todo, tengo una caja fuerte donde encerré la esperanza, eso es suficiente para que tú mi hijo, “pueblo querido” y yo tu madre “Venezuela” arranquemos una nueva historia, dejemos el rencor atrás y persigamos la paz y la justicia de la mano de Dios.

Para ti mi país

Arnold Sierra

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Arnold Sierra
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Hijo de Dios, esposo de @luciagalipolly padre de Lucas David. Soñador, músico y Psicólogo. Pastor de Min. en @iglesiaparalafamilia