¿Qué hago con mi soltería?

Arnold Sierra
arnoldsierrablog
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4 min readMay 10, 2017

Mi etapa de soltería fue traumática, fui un chico con alta necesidad de aprobación, intentaba ser aceptado por el conglomerado y para eso hacía estupideces como lanzarme al río desde lo más alto de una colina o ser chistoso en momentos inadecuados.

Me “enamoraba” de cuanta escoba con faldas me pasara por el frente. A los 15 años todo eso iba a cambiar. Una chica que conocí en un internado de estudios bíblicos en Venezuela conquistó mi corazón.

Ella usaba lentes y en ese momento me flechó al mejor estilo del cupido de la mitología griega. Todo era tan hermoso. Nos empezamos a conocer, nos hicimos buenos amigos. Al salir del instituto ese mismo año nos hicimos novios. Ambos iniciamos la universidad en la misma ciudad. No había actividad que hiciéramos en la que no estuviésemos juntos.

Cuando nos graduamos, comencé a trabajar, con el paso de los días me di cuenta que era divertido esto de no tener que responder a nadie para tomar decisiones. Comencé a mentir para librarme de responsabilidades y estando solo, decidí sin consultarle a ella, “disfrutar” mi soltería. Noté que había iniciado mi noviazgo en el momento incorrecto.

No sólo eso, sino que había invertido mal mi soltería, había pasado tanto tiempo con ella que no invertí en mi madurez y en mi crecimiento espiritual. Ahora era un inmaduro con deseos de estar solo otra vez.

Luego de comprometernos en matrimonio, decidimos terminar la relación de 6 años. Pasaron dos años donde viajé, compré mi primer carro, invertí en mí, pero también cometí muchos errores. Conocí a otras amigas a quienes dañé al enamorarlas sin propósito. Dios trató con mi vida a través de una crisis donde perdí todo y fue cuando entendí que necesitaba enfocarme. Mi ex novia también trabajó en su carácter y en su visión del mundo. Dos años después nos reencontramos, al año nos casamos. Hoy tenemos dos hijos, Lucas y Leticia ¡Es una gran bendición tenerla conmigo!

Muchos tomamos decisiones apresuradas por no entender los tiempos de Dios y por ese bendito deseo de ser amados y aprobados por otros. La gran cantidad de abortos en el mundo, divorcios, asesinatos y violencia de hogar ocurren por decisiones apresuradas durante el tiempo de soltería.

El apóstol Pablo dice en 1ra de corintios 7:7–8 quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. 8 digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les sería quedarse como yo; 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 28 sin embargo, los que se casan, tienen dificultades que yo quisiera evitarles.

Las dificultades se pueden disminuir cuando se trabaja correctamente en la soltería. El matrimonio es el lugar perfecto para ser transformados, no nos casamos para ser felices, sino para madurar y crecer, para ser mejores de lo que somos ahora. Sin embargo, si tenemos una relación de noviazgo apresurada, podemos estar entrando al matrimonio tan contaminados que la ilusión no va a ser suficiente para mantener la unión.

La soltería es un tiempo de compromiso. debemos comprometernos con:

Madurez:

Invierte en crecer como persona, superar tus caprichos un tanto inútiles.

Hazte responsable de algo, asume compromisos y aprende responsabilidad.

Aprende a administrar bien tu dinero y ser inteligente en las finanzas.

Sé intencional en la selección de tus amistades.

Emprende algo que te sea exigente y te genere algo de presión, sobre todo si eres hombre, necesitas desarrollar tu capacidad de trabajar bajo presión y ser maduro en tus reacciones, créeme que lo vas a requerir cuando te cases.

Si tienes luchas en tu área emocional, busca ayuda con alguien cercano y trabaja en eso.

Necesitas desarrollar seguridad en ti mismo y en lo que haces, ningún hombre o mujer quiere un inseguro al lado.

Vocación:

Desarrolla disciplinas con metas específicas para cumplir vocación, aprovecha tu soltería para crecer en aquello a lo que te gustaría dedicarte el resto de tu vida. Si no sabes a qué dedicarte, puedes hacer este ejercicio: piensa en algo a lo que te dedicarías si el dinero no fuese un problema, y dormir no es una opción.

Inicia tu carrera, si es posible no te cases antes, cuando hablo de carrera no me refiero a universitaria, hay gente que desarrolla su vocación sin ir a la universidad (algunos padres me van a querer matar por esto)

Invierte dinero y tiempo en comprar y leer libros en función a tu vocación.

Llamado:

Si eres cristiano, aprovecha tu soltería para desarrollar tu llamado. Si no sabes cuál es tu llamado entonces invierte tiempo en descubrir a qué te llamó Dios.

Todos fuimos puestos para perfeccionar y amar a otros. antes de iniciar un noviazgo. Puedes preguntar a tu pretendiente, ¿Cuál es tu llamado ministerial y con cuál de los 5 ministerios que menciona la Biblia se identificas? Si no tiene respuesta a esto, por favor huye, va a ser un infierno que te cases con un “despropositado”, si cabe la palabra.

Al descubrir tu llamado, inicia un proceso para desarrollar tus dones y ministerio, a través de consejería, activándolo cada vez que puedas y sirviendo en todo lo que puedas.

Es más fácil hacer todas estas cosas estando soltero. Cuando hayas logrado la mayoría de estas cosas, entonces pídele a dirección a Dios para elegir a la persona con la que vas a compartir tu felicidad.

Sí, tú la eliges, Dios no es un sistema de apartado.

Saludos y bendiciones, recuerda suscribirte en el blog y seguirme en las redes sociales.

Con amor: Pastor Arnold Sierra

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Arnold Sierra
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Hijo de Dios, esposo de @luciagalipolly padre de Lucas David. Soñador, músico y Psicólogo. Pastor de Min. en @iglesiaparalafamilia