Todos deberíamos ser asesinos en serie

Hace algún tiempo el diario El Mundo publicaba esta nota:

Arnold Sierra
arnoldsierrablog
6 min readOct 4, 2017

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“Desde 2006, cada 27 de enero se celebra el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Y aunque hoy solo se recuerde a las víctimas de la llamada ‘solución final’, en la historia de la humanidad ha habido otros casos de genocidio, actos atroces perpetrados con la intención de destruir a un grupo por motivos étnicos o religiosos”.

Los libros de historia están llenos de matanzas sin sentido por motivos, casi siempre expansionistas que encierran siempre problemas étnicos: desde la romanización hasta la conquista de América, pasando por la invasión del imperio mongol al mando de Genghis Khan”.

Recientemente un hombre en Las Vegas cometió la matanza más grande de la historia de Estados Unidos, no la única, pero sí con la mayor cantidad de en muertos y heridos. Hace un año fue en Florida, hace 10 años fue en Virginia, este mismo año un presidente latinoamericano a través de sus fuerzas militares asesinó a más de 100 jóvenes. No se trata de mera “locura” como algunos intentan justificarlo, aunque ciertamente hay un grado de alteración psicológica en cada suceso. El hombre está contaminado por algo mayor que lo lleva a tomar decisiones de este tipo.

Y podríamos pasar todo el día mencionando cómo la humanidad ha desarrollado la idea que en el asesinato está la solución a sus problemas, sólo por hablar de muertes por armas de fuego y sus derivados, no voy a mencionar las masacres por hambre y manipulación biológica.

Créeme que no es necesario ir muy lejos para descubrir los más oscuros deseos humanos, ya que muy probablemente en tu soledad, lleno de depresión o frustración has pensado alguna vez que la solución está en que tú mueras, o alguien más muera para que tu puedas ser “feliz” o tu sufrimiento acabe.

Y yo estoy de acuerdo, la solución está en el asesinato, lo que pasa es que estamos disparando hacia el lugar incorrecto.

La Biblia dice en Colosenses 3:5 “Hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia que es idolatría.

Por alguna “extraña” razón Dios nos advierte esto a través de la Biblia. Sin embargo, la humanidad insiste en hacer todo lo contrario. No hace mucho se estrenó un remake de una película donde se muestra abiertamente la pedofilia, hay paises aprobando matrimonios entre personas del mismo sexo, entre personas y animales, sólo por mencionar algunas cosas. Cada vez somos más hedonistas, centrados en nosotros mismos, las redes sociales nos invitan a mostrar una imagen falsa de nuestra verdadera condición. Gente se mata por dinero, miles se organizan para salvar a los perros mientras desprecian a otro ser humano, publicamos fotos “amando” a nuestra familia pero no pasamos tiempo con ella.

Todos necesitamos convertirnos en asesinos de nuestra tendencia a hacer lo malo. No todos tenemos los mismos errores, pero todos tenemos errores y muchos de ellos son determinantes para una vida de éxito (según el concepto bíblico de éxito) o una vida de fracaso.

Pablo menciona 3 áreas donde somos vulnerables a ceder en los momentos de presión. Áreas que definitivamente debemos asesinar.

1. Sexualidad

Todos nacemos con deseos sexuales, el sexo no es del diablo, el sexo fue creado por Dios, sin embargo la humanidad se ha encargado de desvirtuar el propósito para el cual fue creado. Detrás de todo esto hay un plan interesante de analizar, aunque es una teoría, tiene mucho sentido. Satanás utiliza la perversión sexual para dañar una sola cosa: LA IMAGEN DE DIOS. Nuestro creador nos ha diseñado perfectos según su imagen y semejanza. Sin embargo, el incesto, el abuso sexual, la pornografía, la pedofilia, entre otras perversiones, no hace otra cosa más que destruir la imagen que el hombre pudiera llegar a tener acerca de Dios. En esencia todo ese desorden sexual aporta directamente a dañar la imagen de Dios. Dios no te satisface, Dios no te cuidó cuando te abusaron, Dios no te ama, Dios no domina, tú tienes el poder.

Si no construyes una sexualidad sana, vas a terminar con una vida distorsionada, como distorsionada estará tu imagen de Dios.

Por el contrario, si tu imagen acerca de Dios es la correcta, puedes entender el propósito por el cual tienes deseos sexuales. Incluso lo que viviste en el pasado puede ser un puente que te ayude a caminar hacia una afirmación de tu identidad más allá de tus heridas.

Conviértete en un asesino de tus bajas pasiones, crucifícalas y no permitas que se hagan fuertes, es un trabajo de todos los días, pero no puedes permitir que ellas maten tu imagen de Dios.

2. Deseos (Pasiones)

Algunos estudios han demostrado que el bebé es capaz de mentir y manipular incluso antes del mes de nacido, la madre puede ser manipulada a dar teta, sin que necesariamente sea por hambre ¿Quién nos enseñó a hacer esto?. Y aunque al principio no lo notamos, hay un componente de conciencia que nos indica que algo anda mal, aun cuando la sociedad apruebe y le de rienda suelta a los deseos por hacer lo malo.

Pablo también le dice a Timoteo que huya de las pasiones juveniles. Algunos hemos resumido dichas malas pasiones sólo en el área de la sexualidad, pero la realidad es que somos seres deseantes sin control en todas las áreas.

En algún sentido necesitamos un ente superior que controle nuestro deseo de mentir, de engañar a quienes nos confían algo, de no corrompernos ante el dinero o los atajos al éxito de ser infieles, orgullosos, maliciosos, etc. El hombre insiste en no dejarse gobernar, prefiere lidiar con los demonios en su alrededor que le invitan a tomar decisiones basadas en sus malos deseos que posteriormente se convierten en hábitos inconscientes.

Dios quiere ayudarte a controlar tu naturaleza deseante. Cuando sueltas tu autonomía puedes descansar en su control. No van a desaparecer, vas a ser tentado y probado, pero la decisión no la vas a tomar tú.

Hay tres cosas que el hombre desea sin encontrar satisfacción y están en 1ra de Juan 2:16:

  • Los deseos de la carne: Todos queremos satisfacción física y no nos saciamos con nada.
  • Los deseos de los ojos: Todos queremos ver y nada nos satisface, poseer para regocijarnos en lo que tenemos
  • La vanagloria de la vida: Deseos de tener un nombre y ser reconocidos

Y en la búsqueda de estos elementos nos dejamos arrastrar en malas decisiones.

Matemos los malos deseos de una buena vez. Se encuentran en tus ideas permeadas por la televisión, las redes sociales y los ambientes donde te desenvuelves.

3. Avaricia (Idolatría)

Creo que ya puedes notar la conexión desde el primer elemento. El mundo se sigue moviendo en un sistema de posesión y poder sobre el otro. Todos queremos tener, todos queremos poder, todos queremos reconocimiento. No está mal trabajar por mejorar tu condición económica, pero la avaricia va más allá. Se trata de ver las posesiones, el dinero y el poder como el fin de las cosas y no como un medio para desarrollar una vida generosa.

También la Biblia dice que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Cuando conviertes el dinero o el poseer en tu primer lugar, entonces te vuelves un súbdito y él se vuelve tu Rey y Señor. Por él, eres capaz de robar, suplantar, mentir, callar ante la injusticia, y si te descuidas un poco más, puedes llegar a matar. Sí, matar, ya que el pecado es una propensión que tenemos todos a actuar según lo que la carne pida en ese momento.

El pastor Wayne Cordeiro escribe esto: “Con frecuencia, lo que parece ser un estilo de vida que honra a Dios, libre de esquemas y hábitos de pecado, sólo es el resultado de una falta de oportunidades. Muchas personas no cometen ciertos tipos de pecado, sencillamente porque aún no han tenido la oportunidad de cometerlos”.

No es tan simple como pensamos. Todos estamos propensos a disparar hacia el lugar incorrecto. ¿A quién vas a matar hoy? Quien se convierta en tu ídolo, dará las órdenes precisas que necesitas para cometer el error al que tanto le has huido.

Asesinos en serio y en serie

Debemos tomarnos en serio la tarea de trabajar en nuestra sexualidad, nuestros deseos y la idolatría sobre el poseer.

¿Por qué en serie? Porque cada día hay un reto diferente, cada día hay una nueva modalidad en que el pecado se va a presentar, una nueva ventana se abre cada día para invitarnos a darle rienda suelta a todo lo que mencionamos.

De la misma manera, vas a necesitar armas de diferentes calibres para cada situación. A Jesús se le presentó esta situación cuando fue tentado y su arma fue la Biblia, pero también cuando fue probado su calibre fue la oración y cuando fue retado, su arma fue la obediencia.

Todos deberíamos ser asesinos en serie ¿Qué debes asesinar hoy?.

Con amor, Pastor Arnold Sierra.

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Arnold Sierra
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Hijo de Dios, esposo de @luciagalipolly padre de Lucas David. Soñador, músico y Psicólogo. Pastor de Min. en @iglesiaparalafamilia