¡Subamos el estándar!
Uno puede tener su propia opinión sobre si es ético o moral lo que hizo o no hizo Piñera hace 20 años con la empresa que compró. No hablaré de eso.
Brevemente diré que es triste la manera de hacerle el quite a la pregunta y responder a medias (“la compré por los 100 años de historia y múltiples otras razones…que como fue hace 20 años no me acuerdo. Ah, pero sí me acuerdo que no fue para pagar menos impuestos. Pero sigo sin recordar para que fue entonces”). Al tiempo que trata de invalidar a los periodistas que — haciendo su pega — le hacen las cosas más difíciles de lo normal. ¡Era cosa que dijera que sí y ya! Pero no es ese mi punto central.
Menos aún les voy a decir que no voten por Piñera. ¿Con qué cara? ¡Yo voté por él hace 8 años atrás! Tampoco les vengo a decir por quién voy a votar para que luego caigamos en el juego de “tu candidato es peor que el mío”.
Lo que sí quiero decir es que tenemos que subir el estándar. Partiendo por subir nuestras expectativas y exigencias, como votantes. Seamos críticos con nuestros propios candidatos en lugar de perdonarle todas porque el del “otro lado” es peor.
No seamos barristas que celebramos como idiotas los “triunfos” de nuestro “bando” y las derrotas del “otro lado” mientras algunos representantes (¡de todos los bandos!) se forran a costa de todos nosotros. Quien roba plata, trafica influencias, hace leyes a su medida, o a la medida de sus financistas; aunque sea de “tu bando” te está jodiendo igual. ¡A los únicos que les conviene la lealtad tipo barrista con “tu bando” es a la clase política completa, que tiene estabilidad asegurada!
Mejor seamos del bando que quiere un mejor país y que se indigna con el que juegue chueco, venga de donde venga. Sobre todo indígnate si el chanta de turno piensa parecido a ti. Por culpa de esos chantas buenas ideas se manchan de mierda, en todo el espectro político.
Nunca en la historia hemos tenido tan disponible la evidencia de cómo actúan nuestros representantes. Si tu candidato fue diputado o senador, googlea sobre como votó en cosas que te interesan. Si fue alcalde o presidente, googlea qué hizo en su gestión. Si es nuevo, usa herramientas como “La media naranja política”, de VotaInteligente para ver si hay afinidad con sus ideas más allá del slogan. No te quedes con simplemente el “bando”: averigua que piensa y (más importante aún) como actúa tu candidato.
Y vota. Si quieres olvida todo el resto de mi bla bla, pero vota. Te toma súper poco esfuerzo y muestras que tu voto está en juego. Que te interesa un poco lo que pasa a tu alrededor.
Al final ese interés es el mejor antídoto contra los políticos de mierda, sin importar el color político.
Originally published at arreglandoelmundo.leosoto.com on November 15, 2017.
