El mercado y su realidad
Una historia del mundo bursátil.
Jim Simons tiene el honor de ser uno de los fundadores y directores más brillantes del fondo de inversión más exitoso del mercado bursátil. Un 66% anual por años y años han enriquecido a sus inversionistas y le dan este lugar. ¿Cómo logra alguien algo así? Con las matemáticas. Simons es una mente privilegiada que se acercó a otros genios para desarrollar cálculos que ayudaran a realizar inversiones a un riesgo muy bajo. El algoritmo de inversión y cobertura que creó es todo un avance financiero. Este caso de éxito no debería alentarnos, ni tampoco desanimarnos, sino plantar los pies en la tierra. El mercado de valores está siendo movido por algoritmos y cálculos complejos, sin mencionar lo que la IA podría estar haciendo en la toma de decisiones en la actualidad.
Así que entrar a un mercado volátil y en el que existen fondos de inversión inmensos y sistemas de gran complejidad debería ser algo para pensar dos veces. Por lo menos con la cautela que se necesita. Para un inversor promedio, un apersona solitaria decidida a ganar un poco de dinero adicional, debería tener en cuenta algunas preguntas. ¿Cuál es el dinero con el que conviene empezar? ¿Cuánta rentabilidad es necesaria para sentirme satisfecho? ¿Estoy consiente de los actores del mercado? Las historias de éxito en el trading parecen abundar, pero quizá esto se deba a que no hemos escuchado a los miles que fracasaron.
Todos aspiramos a un bienestar económico, el caso de Simons se demuestra que un cerebro capacitado y enfocado en encontrar un sistema para ir entrar en el mercado puede ser de ayuda. El mercado bursátil no es diferente a una partida de blackjack o si lo deseas, de poker. Los diferentes actores del mercado están a la mesa, tú incluido, con sus fichas dispuestos a jugar. Una vez se reparten las cartas cada quien mide el nivel de su entrada y hasta donde está dispuesto a llegar.
Los jugadores experimentados sabrán esperar su momento, habrán calculado el número de jugadas, las posibles manos, habrán analizado en conjunto a los demás jugadores y observado sus movimientos antes de decidir atacar una mano. Un jugador más obsesivo habría contado las cartas o analizado a profundidad las jugadas de los demás para entenderlos, habría pasado horas y horas simulando situaciones en su cabeza antes de atacar.
Por otro lado, un jugador inexperto creería ver una oportunidad con cada carta, no vería con sospecha las jugadas de los demás ni se preocuparía por predecir las jugadas futuras. Por el contrario, sería el primero en creerse el mejor en la mesa, absolutamente confiado en una intuición inexistente y movido irremediablemente por la pasión y emoción del juego.
Esta breve analogía podría ayudar a vernos en el mercado y a darnos luz sobre cómo queremos actuar. Solo el conocimiento, el trabajo y la paciencia podría darnos resultados. Aunque existen muchos casos de suerte o rachas de logros espontáneos, la realidad es que esto solo lo es en un porcentaje muy bajo. La mayoría provocados por estar en el lugar y momento indicado. Jim Simons y su increíble récord de ganancias nos dice que un cerebro educado y la decisión y perseverancia podría ayudarnos a encontrar una estrategia adecuada.
Conviene no perder esto de vista, pues aunque nos creamos mejor que los demás, la realidad es que otros en el pasado, presente y, seguramente, en el futuro hay mejores personas que hicieron, hacen o harán avances en la forma de operar en el mercado. Escuchar sus historias, emular sus sistemas y, sobre todo, tenerlos en cuenta a la hora de entrar en el mercado bursátil no dará un panorama más realista. La motivación es importante, pero lo es más el conocimiento sobre el que cabalga la prosperidad.