La cruzada infructuosa
Acerca de los vendehúmos.
Algunas comunidades tienen una férrea lucha contra los vendehúmos. Un grupo de personas en la red que, en un gran porcentaje, se dedican a dar consejos de inversión o crecimiento económico son catalogados como tal. El otro porcentaje son aquellos que dan consejos de vida relacionados al positivismo y homeopatía. En general, cada persona tiene un concepto distinto de vendehúmo, aunque apuntan en una misma dirección: cualquiera que hable de dinero y bienestar. No tengo nada en contra de esta actitud. Es verdad que hay una gran cantidad de charlatanes allá afuera, y lo son en tanto consejeros de vida como activistas de la “verdad”. Ambos grupos se esfuerzan por crear comunidades, por generar un séquito de seguidores.
Ambos con su verdad.
Parto de la idea de que ninguno de los dos está bien, ambos trabajan en pos de un beneficio individual mientras aluden a un beneficio colectivo. Esta actitud es un rasgo característico de los charlatanes, “ellos no, yo sí”. “ellos mienten, yo les digo la verdad”. No en pocas ocasiones las personas caen en estafas piramidales o de cualquier otro tipo, así que entiendo que algunos se crean elegidos para una misión de limpieza social. Pero quizá debamos preguntarnos, ¿las personas caen en este tipo de contenido porque son estúpidas o porque el contexto de sus vidas llegó a un punto de desesperación tan fuerte que se aferraron a una mentira? Creo que es lo segundo. Todos hemos estado ahí, todos hemos creído en algo que evidentemente era una mentira solo porque alimentaba una parte hambrienta de nosotros.
No culpo a las personas, culpo a aquellos que aprovechan esta debilidad. La cruzada contra los vendehúmos solo es una caza de brujas moderna. Hablar de dinero, inversión y emprendimiento se demoniza, y solo resisten aquellos que tienen una base fuerte de seguidores, es decir, aquellos que adoctrinan a su público. Este debate es tan absurdo como el de un ateo contra un creyente, ambos tienen convicciones distintas, ninguno está bien o mal. No corresponde a nadie juzgar, pero si establecer el sentido común y respetar al otro.
El mundo económico gira en torno a las inversiones y el emprendimiento. Es verdad que la economía al ser un juego de suma cero convierte muchas actividades económicas en depredadoras. Esta en nosotros querer alimentar el ego y la codicia, y también está en nosotros ser consientes de ello para detenernos a pensar sobre las decisiones que tomamos y como podrían afectar a otros. Sentido común, en otras palabras. En la sociedade actual se plantean ideas maniqueas y absolutistas sobre quién está bien y quién está, mal sin lograr un consenso avanzamos en un debate infructuoso. Necesitamos detenernos un minuto y reflexionar sobre lo que estamos haciendo, y sobre todo, ser sinceros con nosotros mismos. ¿Estoy haciendo esto de manera altruista o mi cruzada solo es una forma de alimentar el ego? ¿Estoy siendo codicioso o estoy actuando con respeto por los demás? La mayoría de personas puede responder a estas preguntas, y también puede responderlas sobre los demás.
No hay personas estúpidas, sino personas que no quieren aceptar la realidad . AHacerlo implica trabajo, implica no satisfacer al ego. Aceptar aquello que no me parece es un desafio personal hacia, ¿cómo voy a afrontarlo?, creo que el mundo estaría un poco mejor si somos consiente de ello. Cada personas en el mundo busca la forma de poner pan en la mesa; algunos lo logran, otros no; algunos toman más de lo que pueden y otros no logran nada incluso con esfuerzo. Recuerdo que la caza de vendehúmos llegó a atacar a Robert Kiyosaki, el autor de “Padre Rico, Padre Pobre”, al parecer tiene una deuda billonaria. Esto le pareció ridículo a las personas, incluso cuando Kiyosaki ha dicho cientos de veces que la verdadera riqueza está en la deuda y no en los activos. Él juega el juego como notó que otros lo jugaban, no optó por el camino del trabajo duro, sino de la deuda y la especulación. Esto le ha funcionado, y ha compartido su experiencia. Hoy todos estamos consientes que ni los títulos académicos ni el esfuerzo personal nos convierte en personas de éxito. Allá afuera hay personas que se hicieron virales un día con alguna estupidez y hoy ganan millones.
Hoy todos vemos la realidad que Kiyosaki vio de joven, ¿qué hacemos entonces? Hay que tomar decisiones y trabajar. ¿Seremos capaces de hacerlo?
En realidad nada tiene sentido. Todos buscamos lo mismo, y quizá convenga jugar el juego bajo otra perspectiva si es que acaso estás luchando sin encontrar éxito. Hace poco un grupo de personas se unió para competir contra un fondo de inversión monumental. Ganaron millones mientras hicieron perder billones a “expertos” del mercado. El recordado caso de GameSpot es un ejemplo de: puedes quejarte toda la vida de otros, o crear unidad y competir contra los monstruos devoradores de recursos.
Aprecio que existan personas dispuestas a dar consejos de vida financiera y personal, pero también entiendo que la mayoría solo está buscando poner pan en la mesa. No soy tan ingenuo como para creer todo lo que a mi puerta llega. Esta es una invitación a ver más allá de la pantalla, conviene hacerlo, pues el mundo es una roca sólida que en cualquier momento puede aplastarnos, no lo permitas.
