Una catástrofe financiera
La pregunta de un estudiante
Hace poco tomaba café en una cafetería de la universidad. El día transcurría de forma ordinaria, a mi lado se sentaron un grupo de jóvenes y comenzaron a debatir sobre como evitar la catástrofe financiera. No hablaban de la economía de grandes países ni corporaciones millonarias. Intentaban encontrar en conjunto un camino lógico para evitar una crisis en la que se vieran sin dinero y sufriendo por algunos billetes, endeudados y sin una salida.
Uno de ellos dijo que lo mejor era ahorrar todo lo posible hasta tener lo suficiente para adquirir las necesidades básicas: una casa, educación, un auto. Uno de ellos le interpeló diciendo que para eso se necesitaría un buen empleo, no hay muchos que te lo permita. Quizá pueda encontrar ayuda con alguien en la familia, respondió de manera confiada. Para algunas personas pensar así es básica si mediante la familia o amigos puede obtener un buen empleo, pero esta no es la opción de la mayoría de personas.
Otro con cara más despierta dijo que él saldría a buscar dinero, sincero suficiente para iniciar una o varias empresas al mismo tiempo. Conseguiría el dinero con prestamos, especulando en el mercado o las bienes raíces. Alguno más le dijo, ¿conoces de la especulación o los bienes raíces?, a lo que contestó, no, pero supongo que puedo aprender. Quizá no estaba del todo perdido, la especulación y los bienes raíces han enriquecido a muchas personas, pero evidentemente iniciar puede costar mucho, y en el mejor de los casos tomará años hasta encontrar la manera de ser lo suficientemente rentable como para formar un capital. Sin contar el paso siguiente, ¿qué empresas podría fundar una persona sin ninguna perspectiva aunque con muhco entusiasmo? Probablemente caería en esos mercados violentos en los que muchos ingenuos mueren.
Un tercero dijo que él no tenía ni idea qué hacer, su familia ni él habían carecido de dinero, una crisis financiera arruinaría a su familia y no entendería la vida sin la comodidad que vive. Solo atinó a decir que alguna solución aparecería, su familia siempre lograba salir adelante, y que tal vez a su nivel, nunca llegue a suceder algo así. Este comentario no viene de la comodidad que da el dinero, sino de la comodidad que da esperar que otros hagan las cosas por ti. Los demás se rieron, por un rato nadie dijo nada más.
Yo terminé el café y me fui caminando. Al principio tenía una sonrisa y pensé que eran personas tontas, ingenuas. Pero luego me di cuenta d ela profundidad de su pregunta cuando intenté analizar los caminos que yo tomaría. Y aquí quizá se lleven una decepción, la verdad no sabría que hacer. Si supiera que una crisis viniera invertiría en los mercados que por años, décadas o siglos han funcionado: oro, piedras preciosas, bienes raíces, petroleo, incluso Bitcoin. Pero aquí el problema, ¿cuándo llegará esa crisis? Nadie lo sabe.
De dónde sacaría ese primer capital para invertir, revisaría mis talentos, los que considero me hacen destacar dentro de otras personas, todos tenemos uno, solo debemos reconocerlo y encontrar la forma de monetizarlo. Si no lo supiera, caminaría en busca de trabajos relacionados con aquello en lo que consideraría invertir para el futuro. Invertiré en oro, iría al mercado de joyas, aprendería a fabricar joyas o a un mercado regional del mineral, incluso a una bolsa de valores dónde se especula con éste. Igual para el petroleo, o si invertiría en tecnología, estaría dentro de un mercado que me permitiera aprender más. Por supuesto, ahorraría en lo posible, pero con el tiempo tendría una perspectiva clara del mercado en el que quiero invertir, de esta manera tendría herramientas para tomar decisiones futuras más acertadas.
De alguna forma todos tenían pensamientos acertados, incluso esperar a que otros solucionen el problema que tengo, ¿no es esto lo que esperamos cuando dejamos nuestro dinero en el banco ganando utilidades? Lo es. Solo debemos ser consientes de los pasos que damos, tener pasión por el conocimiento para de esta manera adentrarnos en aquello que deseamos. Esto no nos garantizará no pasar por crisis financieras, pero sí nos dejará herramientas efectivas para tomar decisiones que podría salvarnos de una crisis, salir de una crisis o evitar una crisis.
No hay que temer al futuro, en su lugar debemos madurar nuestro pensamiento para alcanzar un nivel de consciencia que nos permita avanzar con pasos firmes, con herramientas sólidas y mentalidad fuerte. Las crisis vendrán, de la misma forma que los amores van y vienen, un corazón roto no es distinto a un fracaso económico. En ambos se pierde la esperanza y se derrumba un futuro plasmado en planes. En ambas, también, se aprende y se mejora. Es la vida, nada más. Así que, nunca deseches una pregunta que parece tonta.
