Sobre todo ahí
Terminó un año más de trabajo en hospitales como parte de la ONG Alegría Intensiva, Payasos de Hospital. Sexto año consecutivo recorriendo salas de espera y habitaciones. La sorpresa, lo extraño, la imaginación, la música, todo eso entra en los hospitales cada vez que, ukelele en mano y con nariz roja, nos lanzamos a la aventura de recorrer pasillos y camas. Las enfermedades, el dolor y el miedo cubren el aire y las paredes. Cientos de chicos y chicas pasan días, semanas, meses internados junto a sus familias. No sé cómo podés hacer eso, me dicen algunos. Lo hago porque hay que hacerlo y porque es una celebración más allá de cualquier gravedad, respondo.
No sé mucho de la vida pero me atrevo a decir que la mirada de un payaso es lo más vivo que conozco. Es una puerta al alivio, a la risa, al encuentro, aunque sea por un rato. Para los otros y para mí. Al actuar en un hospital, mis miedos y mis muertes se tejen con las preocupaciones y los dolores de otros y en esa danza algo me hace más fuerte. El arte nos hace fuertes. Sí, también en los hospitales. Sobre todo ahí.
Gracias Alegría Intensiva. Gracias a todos los que son parte de esta locura maravillosa.