Cuevas 3.0 ¿O cómo no perder la cabeza en la oscuridad?

Katiusa Casanova
As told by Kat
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3 min readFeb 25, 2018

¿Seguirías una voz para adentrarte en un profunda oscuridad donde esa sea tu única guía? Antes de decir algo piensa en todo: las piedras que podrías tropezar, la incertidumbre de caminar sin ver nada, el pánico de no saber dónde estás.

Hace algunos años entré en una cueva y pude experimentar esa sensación.

Fue una sobrecarga de adrenalina pero en un punto pude sentir pánico, primero, porque estaba absolutamente oscuro y en segundo lugar, porque debía avanzar agachada en medio de las tinieblas escuchando la voz del guía para no tropezar. Ese instante donde estuve tan comprimida parecía eterno, lo recuerdo con exactitud aunque han pasado casi 9 años.

De ahí, pude aprender ciertas cosas que ahora recuerdo y digo: ¡Valió la pena arriesgarse a entrar!

¿Quiere sobrevivir a una aventura en oscuras? ¡Oiga atentamente!

Ahora bien, yendo nuevamente a la cueva, creo que si no supiera que el guía era un duro y sabía el camino, jamás habría confiado para dar ni un paso, pero el tipo tenía conocimiento y experiencia, había recorrido el camino muchísimas veces, más allá de mi incertidumbre de momento debía oírlo para lograr salir, callar mis miedos y seguir instrucciones

Pero más allá de las aventuras en cuevas inexploradas, ese sentimiento viene también a nuestras vidas, donde por algún momento no sabemos qué hacer porque no podemos ver nada, instantes eternos en los que solo tiene sentido seguir una voz un paso a la vez.

¿Qué mejor voz que la de Dios? Lo sabemos, lo sabemos plenamente, pero cuánto cuesta callar nuestras gritos y dudas internas para oírla.

A veces nuestro afán natural de salir de la situación nos hace gritar en medio de la oscuridad y la única respuesta es una instrucción que de momento no tenemos idea de a dónde nos llevarán, eso mientras debemos derrotar el miedo a tropezar, a golpearnos y caer donde nuestros temores deben someterse al “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores“.

Pero nos cuesta mucho confiar, es más fácil cuando tenemos cierta idea de cuál será el rumbo, pero de alguna forma esa no es una confianza plena, la confianza plena es saber que en medio de TODOS mis temores, Dios puede oírme y librarme, cuando yo lo busco, cosa que se dice muy muy fácil pero que es un desafío profundo creerlo y más que eso, vivir confiado en esa respuesta.

Confiar plenamente requiere humildad y sinceridad ante Dios, porque no somos robots debemos aceptar nuestras emociones y llevar nuestro pánico a Dios. Particularmente yo he notado que muchas veces mi corazón se siente pesado sencillamente porque no se da cuenta que puede ser plenamente sincero y libre ante Dios, entonces se carga el alma mientras el miedo a la oscuridad te deja estancado.

Sin duda, alguna vendrán etapas de vida dónde no tienes mucha certeza de qué sucederá, pero más que tratarse de un qué, se trata de un quién, se trata de confiar tanto en tu salvador que puedas avanzar únicamente aferrado de su mano.

“I’ll follow Your voice straight into the dark”

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Katiusa Casanova
As told by Kat

#MadeInVenezuela Rebelde con causa, pieza de lego. Estudiante de Comunicación Social ULA #YoungAndFree. Sé útil para Dios y la humanidad estará agradecida.L.L.