Esperar
Cuando Dios responde con un «espera»….
Si algo he tenido que aprender en los últimos años es a esperar. No es tarea fácil pero en esta prueba estoy aprendiendo cosas sobre la espera a mayor escala.
Orar, orar..
Hace una semana papá está hospitalizado, su estado es bastante delicado. Hemos orado por tantas cosas e incluso aceptado cualquier duro panorama, pero Dios aquí nos tiene.
El entender que no se trata del resultado final sino del Dios que obra es una cosa difícil pero a la vez la paz más hermosa que me ha alcanzado.
En estos días he visto a papá despedirse, y lo vi casi irse con una tensión de 7. Observando y orando, muchas veces no sé ni qué pedir… pero igual sigo clamando a Dios.
Lo he visto débil y decaer, quejarse de dolor y honestamente en esos momentos he pedido que descanse finalmente, aunque me rompe el alma.
Lo he visto levantarse y veo que podría recuperarse, y justo cuando pienso eso, un diagnóstico médico me hace recordar todo nuevamente. Mi anhelo es que milagrosamente se recupere, que el tumor se haga pequeño y se desvanezca… eso pido a Dios en mi más profundo deseo.
El médico que lo ve sigue sorprendido y la verdad, creo que ninguno sabe qué sucederá, hemos aprendido a estar en paz en esta espera, quizás la más dura de mi vida.
En medio de todo, literalmente aprendo a agradecer por el momento que tengo con mi papá , no se cuánto dure y eso honestamente pesa pero sé que hay tanto para agradecer.
Es duro. Se lee fácil pero es duro, las noches que no me quedo con él, me duele despedirme.. clamo a Dios que me permita verlo de nuevo, aunque he experimentado paz inexplicable con las posibilidades que tenemos sin dudar de lo que Dios quiera hacer.
A veces me duele el alma tanto, pero me aferro a Dios por encima de la circunstancia.
El médico se frustra por no poder hacer nada, si pone quimioterapia a papá no la aguanta, pero si pone otro tipo de cosas puede prolongar el malestar, nosotros sólo podemos orar y amar, cantar a Dios en medio del dolor..Pero humanamente no podemos sanarle, y eso es muy rudo porque daríamos todo por que no tuviese cáncer.
Pero lo más importante ha sido eso confiar a ciegas en la bondad de Dios, humillar el corazón y decir : Señor, lo que tu quieras tu darás la fuerza.
He sentido a este Dios que aunque me anima a correr en otras etapas, ahora me lleva en sus manos porque ha sido duro camino, me habla al oidoo. Fuerza,sólo de el.. incluso he sentido paz para consolar a otros.