La Chica del fuego en su cabello

Esa noche su más grande temor le atormentaba, varios días habían pasado y ella no hallaba sonreír, su psicólogo lo dijo: Depresión. La mañana siguiente se levantó y comenzó por mirar los pequeños destellos del sol que se pasaban a través del vidrio del tranvía.

Mi estimado lector ¿Jamás te preguntaste en qué momento una persona se convierte en héroe? He cavilado durante semanas acerca de esta particular problemática, lo sabrás ahora.

Punto importante: La Chica del Fuego en su Cabello había perdido su risa.

Ella nunca lo supo pero los girasoles que estaban en su jardín lloraban ante esa ausencia. Cada día la observaban salir envuelta en esa chaqueta azul. Las llaves siempre en su bolsillo izquiero en el llavero morado.

Todo parecía normal, pero claro, si no fueras sus girasoles jamás sabrías que ella no está maquillada o que más allá de eso, su pequeña alma estaba apagada.

Pero esa era una mañana diferente.

Uno de ellos, el más grande deseó acercarse lentamente, atravesando un poco el césped que cubría cierta parte de jardín. Sin que ella lo notase, el girasol mayor a quién llamaremos Jill se introdujo en un bolsillo de la Chica del Fuego en su Cabello.

Jill iba por poco tiempo, debía regresar pero ese día se dedicó a caminar unos kilómetros con ella, un pequeño suspiro de paz le hizo saber que la Chica del Fuego en su Cabello había notado su presencia, ella estaba observando su bolsillo y sonrió profundamente al encontrar un girasol mientras caminaba al trabajo.

Jill la hizo detenerse, allí contempló una perfecta mariposa azul,quizá la Chica del Fuego en su Cabello no lo supo pero esa vez, algo de su alma se encendió.