Postales de una vida salvada.

Katiusa Casanova
As told by Kat
Published in
3 min readApr 3, 2018

Sostuve tu mano. Sostuvimos tu mano. Dios sostuvo tu mano.

Aún no puedo creer que te has ido, que sostuve tu mano, que te dije que te amaba con todo el corazón esa última noche y me dijiste que tú lo hacías también. Ese jueves mi corazón se rompió pero me supe amada.

Estoy agradecida

Ayer pensé en ese saberse amado por ti, con flores, palabras, tus cartas y abrazos que nunca dejaste de tener, era confortante saber que tus flores siempre llegaban en cada cumpleaños, en cada momento especial, o simplemente cada sábado mientras pudiste.

Aún no puedo creer que lloraste al pensar en irte que encontraste paz, que ya no estás aquí. Que han pasado cuatro días, me cuesta creer que partiste 15 días después de mi grado, pienso en cuánto pedirías al Señor la salud para lograrlo, cuánto me amaste para viajar tanto. Al principio me pesó, después comprendí que lo hiciste con todo tu amor, Papi, quisiera volver atrás y vivirlo todo más lento.

No puedo asimilar que dejaste de respirar, que ya no podrás aconsejarme más, ni podré mirar tus verdes ojos, los tengo grabados en mi memoria y me siento honrada de haberte tenido como padre. Sé que ya no estás aquí, ni puedes leerme. Estás con Dios, donde no hay sufrimiento donde no hay cáncer, donde tienes un cuerpo renovado, eso me da paz, sé que te volveré a ver.

Pero hoy día, miro atrás y quiero atesorar las lecciones de estos días.

Tuviste paz en medio de un agonía de cáncer que se sometió a las manos de un Dios misericordioso, no dejaste de adorarlo nunca. Incluso alzaste tus manos en varias ocasiones para cantarle desde tu camita. Fuiste paciente incluso al esperar que El Señor viniera por tí, te sentías bastante mal pero incluso allí admitiste que era cuando Dios quisiera y no tú.

La sensación de tu mano aferrándose a la mía, la llevo en el alma.

Amor

Agradeciste a mamá por todo su amor, por cada instante de vida dedicada y creo que fue el momento más hermoso que he visto, la miraste profundamente y lloraste. Eso me enseñó que poco sabemos del amor y de lo sacrificado que puede ser llegar hasta ese poema final, pero vale la pena.

Amaste Papi, la amaste hasta el final de tus días y se lo dijiste, declaraste tu amor incluso en tus últimos días, a todos nos diste amor profundo. Sin rencores, sin rencores desde hace ya años pudiste despedirte de quienes te rodeaban.

Aprendimos a esperar en Dios, y a adorarlo aunque no hubiese respuesta y estuviésemos esperando tu partida. Con paciencia supimos que esa era la voluntad de Dios para tu vida y la aceptamos con amor aún cuando queríamos con todo nuestro ser sanarte, tú mismo la aceptaste en adoración.

Quizás muchos entenderán la falta profunda que me harás y que poco a poco dolerá más pero Dios es fiel. Lo ha sido, así como Dios estuvo con todos en días duros lo estará también en los días cuando despierte el dolor, cuando te extrañe irremediablemente, sé que él será fiel.

Sé que Dios me ama y también traerá las flores que mi corazón necesite de aquí en adelante, Él es creador.

Nadie tuvo dudas de que Jesucristo hizo la diferencia en tí, en tu vida,en tus errores y triunfos, en tu enfermedad y en tu mundo.

Esa sensación de esperarte no es abrumadora pero me hace recordar una y otra vez que no estás, es como despertar una y otra vez entre el silencio del alma, pero sé que Dios está con nosotros y nos ama. Te amó profundamente, salvó tu alma y te hizo una persona de impacto, lo viste en vida, sé que en su eternidad te muestra su amor.

--

--

Katiusa Casanova
As told by Kat

#MadeInVenezuela Rebelde con causa, pieza de lego. Estudiante de Comunicación Social ULA #YoungAndFree. Sé útil para Dios y la humanidad estará agradecida.L.L.