La Génesis de Midas. Mi viaje desde las finanzas tradicionales a un nuevo mundo de inversión.

Adrian J. Gallo
ash_blog
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7 min readFeb 14, 2018

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Queridos amigos:

Estoy bastante seguro de que no me conocen, por lo que antes de comenzar déjenme que me presente y que les cuente porque decidí escribir este artículo.

Durante muchos años fui operador de acciones. Mi carrera profesional como day-trader comenzó en agosto de 2007, justo cuando los mercados financieros comenzaban a tambalearse. Por esas cosas de la vida tuve la suerte de encontrar un lugar donde poder hacer lo que siempre había querido. Consecuentemente, tomé el puesto en el momento en que lo vi. Aclaración: Day-trader es un especulador que en forma profesional realiza compra y venta de acciones en forma frecuente dentro de un mismo día de negociación, con el objeto de obtener un beneficio por diferencia.

El fin de la historia es bastante familiar, el mercado completo colapsó a niveles ridículos de precios, justo cuando yo comenzaba a aprender lo básico. Linda experiencia, turbulenta. Al final mi mayor aprendizaje no fue el manejo de riesgo o el funcionamiento de mercado sino más bien los comportamientos colectivos intrínsecos de las personas que operan en él. Experimentar en primera persona la crisis de las hipotecas subprime ocurrida en 2008–2009 me dio la oportunidad de aprender cómo reaccionan y actúan sus participantes (operadores, inversores, instituciones, etc.) en un escenario como tal, y como el precio de un activo es el reflejo de esa lucha de emociones, miedos e irracionalidades.

Al mismo tiempo, aprendí que tan indefensos y desprotegidos se encuentran los inversores minoritarios frente a tanta manipulación. Desprotegidos de los medios de comunicación, los cuales suelen inundad la escena con noticias exacerbadas y distorsionadas con el único propósito de agravar la crisis. Desprotegidos de las grandes instituciones financieras, las cuales olvidan cada tanto su rol como intermediario y sin piedad defraudan a sus propios clientes. Desprotegidos de los reguladores, los cuales la mayoría de las veces entran en el juego a cumplir su rol cuando ya es demasiado tarde.

Para acortar la historia, pude ver en primera fila como miles de inversores desesperados perdieron sus ahorros en cuestión de semanas vendiendo sus posiciones a precios de oferta, solo para ver al mismo mercado poco tiempo después comenzar la mayor tendencia alcista desde la gran depresión. ¿Me están jodiendo?

Primera lección: Los mecanismos tradicionales de inversión tienen muchas fallas que van en contra de los intereses de los mismos inversores que intentan proteger. Mientras que intermediarios, operadores profesionales y managers de fondos de inversión ganan dinero en forma constante y regular, inversores minoristas no profesionales generalmente pierden a lo largo del tiempo.

Pronto me convertí en un trader de acciones exitoso, pero seguía siendo un novato en cuanto se trataba de invertir mi propio dinero. Algunas de mis inversiones fueron decentes reportando módicas ganancias, pero otras definitivamente no. Mientras que asumir un poco de riesgo es propio de esta actividad, pronto viví otra experiencia perturbadora. En varias oportunidades fui literalmente estafado por desarrolladores de proyectos y managers de fondos de inversión que desaparecieron con mi propio dinero y con el de otros. Al día de hoy y después de largos seis años todavía estoy lidiando con estas demandas en la justicia.

La mayoría de la gente ni siquiera sabe lo que es un Hedge Fund o Mutual Fund. Pero aun sabiendo lo que son, encontrar a uno de confianza es un trabajo engorroso frente a tanta oferta de propuestas. Y una vez invertido en alguno de ellos, no hay forma de seguir en tiempo real lo que esa persona hace con el dinero recaudado y que tan responsable es. La información de los reportes o balances puede ser fácilmente distorsionada y para averiguar dicha manipulación puede llevar mucho tiempo y ser demasiado tarde.

Segunda lección: Decidir dónde invertir o en quien confiar el dinero para que lo administre es una tarea de por sí muy difícil. Pero para pequeños inversores es aún más ardua ya que tienden a invertir pequeñas sumas de dinero y no cuentan con la capacidad financiera de diversificar en forma apropiada o de realizar un exhaustivo análisis de las diferentes alternativas de inversión. La falta de transparencia o mejor dicho la imposibilidad de seguir en tiempo real lo que un manager o un desarrollados de proyectos hace con el dinero recaudado pone a los inversores en una posición vulnerable que muchas veces lleva a que sufran fraudes o estafas.

Operar en bolsa fue siempre un placer para mí. Mirar gráficos de acciones por las noches fue probablemente mi serie favorita solo superada por la popular serie Juego de Tronos. Pero después de siete años de profesión se convirtió más en una rutina para mí, lo cual me motivó a buscar nuevos desafíos, y dentro de mi lista estaba la creación y administración de un fondo de inversión.

Luego de adquirir suficiente conocimiento sobre los mercados financieros ya sea operando en forma profesional, invirtiendo mi propio dinero como también estudiando finanzas en forma constante, estaba convencido en abrir mi primer fondo de inversión para el manejo de dinero de terceros. Así de fácil como suena, para abrir y manejar uno en forma rentable con la cantidad de regulaciones vigentes, mejor que cuentes con una considerable suma de dinero y tiempo para cumplimentar con todo o la tarea puede convertirse en tu mayor pesadilla. Son muchas las garantías de las cuales se debe disponer, como también los costos legales a afrontar para alinearse con todo y licencias a adquirir. No digo que sea imposible, pero definitivamente no es accesible a todos por igual.

La forma más fácil entonces sería conseguir por el momento un trabajo en un gran banco de inversión, Hedge Fund o cualquier otra institución. Pero he aquí otro problema: para obtener un trabajo en un lugar así tampoco es tan fácil. La mayoría de ellos requiere experiencia, y los más grandes ni siquiera miran tu CV a menos que hayas estudiado en las mejores universidades del país.

Más aún, si vives en un pequeño pueblo o ciudad, entonces mi querido amigo el problema es aún mayor. Para tomar el puesto vas a tener que dejar atrás tu lugar de origen, tu familia y tus amigos. Desde mi punto de vista esto es grave ya que la vida debe estar balanceada entre trabajo y los afectos de las personas más cercanas a ti.

Tercera lección: Cualquiera sea el motivo, muchas personas capaces y talentosas quedan afuera del sistema. Las instituciones tradicionales ponen ciertas barreras de entrada que son difíciles de derribar y crean una brecha sin resolver entre habilidades y oportunidades. La administración de activos financieros no debiera ser exclusiva a un selecto número de personas, tiene que ser accesible a todos por igual.

Yo nací en Argentina pero la vida me llevo a Alemania donde conocí a Philipp Doğan, quien me introdujo en el mundo de blockchain y activos digitales. Puedes adivinar el efecto causado: su potencial me dejó alucinado.

Me llevo solo dos minutos ver una cosa: oportunidad. No para hacer dinero rápido en un TGE; eso va en contra de mis principios y de los valores a los cuales adhiero. No es el dinero lo que me moviliza, sino el hecho de hacer algo mejor para los demás, pero sobretodo desafiante para mí. Es tener objetivos claros por los cuales trabajar duramente para conseguirlos y sentirse vivo por dentro. Lo que vi rápidamente es una forma de resolver muchos de los problemas que había experimentado en carne propia durante mi tiempo como inversor.

La blockchain trae transparencia, mayor seguridad, reducción considerable de los tiempos y costos de apertura de un fondo de inversión, descentralización y para mí lo más importante de todos: la desaparición de barreras de entrada y consecuentemente la inclusión de todo el mundo a participar tanto como inversor como manager de fondos.

Para la administración e inversión de fondos, la blockchain y los contratos inteligentes trajeron consigo un cambio de todo el paradigma y nos llevó a una nueva era. Por primera vez, cualquier persona en cualquier parte del mundo con tan solo conexión a internet puede administrar dinero para sí o para terceros e invertir en cualquier activo digital desde la comodidad de un teléfono celular, siempre en control directo sobre esos fondos. Y todo desde un ecosistema descentralizado, transparente y seguro.

Es así como decidimos comenzar a trabajar con el proyecto Midas.

El ADN de Midas

Midas fue pensado desde sus inicios como una solución a todos los problemas y barreras que las instituciones tradicionales crean tanto para inversores como para administradores de fondos. Las bases de nuestro proyecto residen en fuertes valores: transparencia, responsabilidad e integridad.

Total transparencia es nuestra piedra angular. Y esto no es un cliché, lo probamos con hechos concretos. Desde el primer día le abrimos las puertas a cualquiera que esté interesado en nuestra empresa, dando bienvenida a cualquier pregunta existente relacionada a nuestro equipo o al proyecto en sí.

Responsabilidad está estrechamente conectada a transparencia. Somos responsables no solo con nuestros inversores privados y potenciales usuarios, sino también con las regulaciones vigentes y autoridades, en nuestro caso FINMA. Bajo el asesoramiento de una firma legal líder de Suiza, cumplimentamos con regulaciones de KYC/AML, y seguimos de cerca y adoptaremos nuevas regulaciones por venir.

Por último, pero no menos importante, integridad. Cada una de nuestras acciones se basa en nuestros principios morales y éticos. Cada decisión se toma considerando dos cuestiones claves:

1- ¿Es bueno para nuestros inversores? 2- ¿Es bueno para nuestros usuarios?

Estos valores siempre nos guiarán.

Puedes contactarme siempre aquí:

adrian@midas.social │ Twitterwww.midas.social

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