La Firma Legal del Futuro
Inteligencia artificial y nuevas estructuras de negocio para transformar la práctica del derecho…
Esta es una versión traducida y adaptada del artículo “Law Firms of the Future Will Be Different in Three Critical Ways” publicada en Bloomberg Law News por Barclay T. Blair, Bennett Borden y Danny Tobey el 21 de agosto de 2023.
¿Cómo será la firma legal del futuro? Para responder a esta pregunta, primero debemos definir a qué futuro nos referimos. ¿Al futuro cercano? ¿O quizás a uno más propio de la ciencia ficción, que aunque resulta más entretenido, es menos preciso?
Después de todo, aún no tenemos los hoverboards de Volver al Futuro ni la comida para humanos de Soylent Green.
Concentrémonos en el futuro previsible, aquel que está siendo moldeado por fuerzas que ya podemos percibir hoy.
Aquí hay tres formas clave en las que la firma legal del futuro será diferente.
Trabajando con Inteligencia Artificial
No necesitamos una bola de cristal para darnos cuenta de que la IA está transformando la práctica legal. La emergencia de la IA generativa apunta a un futuro en el que esta tecnología estará incorporada en todos los niveles del trabajo legal.
Varios estudios muestran que los abogados están especialmente expuestos a las capacidades de la IA, ya que casi todo lo que hacen implica el procesamiento de información.
La firma legal del futuro experimentará esta transformación en dos niveles.
Primero, la IA se integrará en las tareas cotidianas de los abogados individuales. La IA ya está siendo integrada como un copiloto en múltiples plataformas de productividad para el procesamiento de texto, la gestión de calendarios y la comunicación.
Segundo, la IA transformará la prestación de servicios legales a nivel de la práctica. Las tareas repetitivas se verán transformadas por la automatización y la escalabilidad aumentada.
Desde diseñar estrategias legales hasta revisar evidencia y redactar informes, los aspectos ineficientes y redundantes del trabajo de “cuello blanco” de estas tareas serán optimizados radicalmente, permitiendo a los abogados concentrarse en el trabajo específico que solo ellos pueden hacer.
Evaluación y Educación
La IA transformará los servicios que los clientes valoran y esperan de sus abogados.
En el futuro, cuando sea posible generar texto altamente sofisticado y factualmente correcto con un simple prompt de IA, ¿cambiará el valor de la investigación y la habilidad para escribir en comparación con otras competencias críticas como la capacidad de resolver problemas y el pensamiento estratégico?
Por supuesto, esta tecnología también refinará la manera en que los abogados son entrenados a lo largo de sus carreras.
Si la IA permite a las firmas revisar y resumir miles de documentos en horas en lugar de días, ¿qué oportunidades representará esto para cubrir mejor y de manera más eficiente las necesidades de los clientes? ¿Y cómo impactará esto en la manera en que los abogados desarrollan sus habilidades legales y capacidades de análisis?
Esta nueva realidad nos llama a ser mejores mentores y maestros. El abogado exitoso en la firma legal del futuro accederá intuitivamente y utilizará los datos de la firma para realizar su trabajo. Incorporarán IA en casi cada paso del proceso para determinar lo que el cliente necesita y producirlo para ellos.
La IA será central en la manera en que los abogados y los clientes consumen información. Será utilizada para resumir y expandir ideas críticas. Para seguir teniendo éxito en este entorno, las firmas deberán potenciar y ampliar las capacidades de sus abogados mediante la tecnología.
Estructura
Las firmas propiedad de abogados podrían mantener su monopolio sobre los servicios legales hasta bien entrado el futuro, al menos en Estados Unidos.
Después de todo, múltiples esfuerzos por reformar la Regla 5.4 de las Reglas Modelo de Conducta Profesional de la American Bar Association — el principal obstáculo contra la propiedad de firmas por no abogados en Estados Unidos — han fracasado, con la excepción de los estados de Utah y Arizona.
Sin embargo, estas excepciones, así como esfuerzos similares para eliminar esta prohibición (que han sido exitosos fuera de Estados Unidos, como en Australia y el Reino Unido), señala que estas fuerzas poderosas no se detendrán pronto.
Las firmas legales, con su capacidad limitada para obtener capital externo, enfrentan desventajas significativas al invertir en tecnología en comparación con futuros rivales como las organizaciones de servicios profesionales y las empresas de software.
¿Cómo sería una firma legal con el mismo acceso al financiamiento que las empresas que cotizan en bolsa? ¿Una empresa con la capacidad de gastar miles de millones en crecimiento a lo largo de años? ¿Una firma con la libertad de crear nuevas estructuras de negocios, programas de incentivos y acceso a un gasto virtualmente ilimitado en tecnología?
Tal como existen actualmente, este es un futuro improbable para las firmas de abogados. Como la mayoría de los proveedores de servicios, las firmas legales no tienen las curvas de crecimiento ni los múltiplos de valuación que resultan atractivos para los inversores.
Pero, ¿qué ocurriría si, con la ayuda de la IA, las firmas legales desbloquearan eficiencias previamente inalcanzables?
¿Si pudieran integrar tecnología y IA de manera que un solo abogado pudiera realizar el trabajo de decenas, o que una práctica legal escalara indefinidamente para atender a cada posible cliente del planeta sin cambios significativos en su personal ni en sus costos?
¿Qué pasaría entonces?