Redes p2p: el Secreto de los Apaches para Resistir a la Conquista
El libro The Starfish and the Spider es una excelente introducción a las tendencias descentralizadoras de nuestro mundo y el poder de las redes p2p. En él, Ori Brafman y Rod Beckstrom cuentan la historia de la conquista de América.
Cuando los españoles desembarcaron en el nuevo continente, se encontraron con dos grandes imperios, como los aztecas e incas. Ambos tenían un grado de sofisticación social, económica y política muy superior a los invasores.
¿Como hicieron Hernán Cortés y Francisco Pizarro para vencer a estos poderosos imperios con apenas unas docenas de soldados?
Los decapitaron. Pizarro secuestró y asesinó a Atahualpa. Los incas se desmoronaron en semanas. Cortés hizo lo mismo con Moctezuma. Ambos imperios estaban excesivamente centralizados. La desaparición del líder causó una enorme confusión y el colapso.
Los incas y aztecas eran como las arañas. Muchas patas, pero sólo una cabeza. Cuando se la decapita, muere.
Los apaches no estaban ni cerca del grado de organización social de incas y aztecas. Vivían en carpas y eran nómadas. Pero tenían la ventaja de la descentralización: no había un líder definido sino muchos. Cuando uno moría, surgía otro.
Como las estrellas de mar, no había una cabeza para cortar. Los españoles tardaron siglos en someterlos. Sólo lo hicieron cuando lograron corromperlos dándoles la propiedad de ganado, que los jefes apaches usaron para tejer redes clientelísticas.
Durante la época de la conquista, los apaches eran como las estrellas de mar. Cada parte tiene toda la información genética para reproducir al organismo completo.
Esta es la metáfora que usan Brafman y Beckstrom para describir el poder de las redes p2p. La historia de los apaches es la misma que la de Napster y la industria musical. Cuando los abogados de las discográficas lograron cerrar Napster, ya habían surgido otras 100 redes de intercambio.
La misma estructura descentralizada es la que, en el fondo, protege a las criptomonedas. No hay un Sr. Bitcoin al que pueda irse a decapitar. La revolución seguirá su curso irreversible. ¿Acaso no hay salida de este determinismo? Sí la hay. Apagar internet.
