El poeta de la libertad azul: Rubén Darío

Kristell Navarro
Revista Tlajtoli
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3 min readFeb 6, 2020

“¿Te enternece el azul de una noche tranquila?

¿Tu corazón las voces ocultas interpreta?
Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta”.

Rubén Darío, A Juan Ramón Jiménez.

El tatarabuelo del vate se llamaba Darío y sus descendientes fueron conocidos como “la familia de los Darío”. Aquí el origen de su nombre para las letras.

Hace algunos años, leí el cuento El Rey Burgués, escrito por uno de los titanes de la literatura hispanoamericana: Félix Rubén García Sarmiento, mejor conocido como Rubén Darío. Este poeta, periodista y diplomático nació el 18 de enero de 1867 en Nicaragua y murió en el mismo país el seis de febrero de 1916. Fue un hombre muy culto y desde joven se mostró a favor del progreso, por lo que desde los 14 años, cuando comenzó su actividad periodística, defendió la libertad, la justicia y la democracia. Rubén Darío, según los expertos en literatura, marcó un antes y un después en la poesía en español; incluso, es considerado el primer gran poeta desde el Siglo de Oro, que posee a gigantes como Sor Juana Inés de la Cruz, Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo, por mencionar a algunos.

Cuando el poeta tenía 15 años, viajó a El Salvador, donde fue protegido por el presidente Rafael Zaldívar y su secretario, el poeta guatemalteco Joaquín Méndez Bonet. Este momento fue decisivo para la producción poética de Darío, ya que conoció al poeta salvadoreño Francisco Gavidia, un experto en la poesía francesa y con quien comenzaría a adaptar el verso alejandrino francés a su métrica. Esto le permitió ser considerado el padre del Modernismo, movimiento literario que surgió en Latinoamérica a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, entre 1880 y 1916. No obstante, el legado y la fama de Rubén Darío no han llegado a los territorios de habla inglesa, donde es casi un desconocido.

Aunque en sus comienzos el Modernismo fue rechazado por los latinoamericanos, es innegable que el movimiento tuvo mucha repercusión en la cultura de casi todo el continente americano, incluyendo aspectos como el diseño de muebles. No es para menos: el Modernismo fue la ruptura de las reglas conocidas, la apertura al mundo, una total entrega a los sentimientos y pasiones, el desprecio por la burguesía, una revolución del pensamiento y quizá lo que es más importante: significó una competencia con el Romanticismo, cuyos representantes más importantes fueron José Mármol, Ricardo Palma, Jorge Isaacs y Gustavo Adolfo Bécquer, uno de los más reconocidos.

Un refrán popular reza: “nadie es profeta en su tierra” y se aplica perfectamente al nicaragüense. En España, su movimiento literario despertó la curiosidad y admiración de escritores y poetas como Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle-Inclán, Jacinto Benavente y Antonio Machado, a quien conoció en París en 1902. Rubén Darío fue un autor prolífico, con obras como Abrojos, Prosas Profanas y Otros Poemas, Oda a Mitre, Canto Épico a las Glorias de Chile, Los Raros, Historia de mis Libros, La Vida de Rubén Darío Escrita por él Mismo y la muy conocida Azul. Esta obra poética es tan importante que Juan Valera, escritor, crítico español y miembro de la Real Academia de la Lengua Española a quien Darío le envió una copia, escribió dos cartas que después serían los prólogos en las siguientes ediciones. Este acto catapultó a Darío a las estrellas.

Sin lugar a dudas, Rubén Darío es uno de los escritores más reconocidos en la literatura hispanoamericana. A 104 años de su muerte, el poeta aún es una influencia para los poetas del continente americano y al otro lado del Atlántico, ya que España lo considera uno de sus hijos más queridos. Es un vate que merece un estudio más profundo de su obra y no quedarse con todos los adornos de su lenguaje, ya que su Modernismo influyó a Leopoldo Lugones, José Martí, Manuel Gutiérrez Nájera, Amado Nervo, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, José Asunción Silva, Salvador Díaz Mirón, Delmira Agustini, José Juan Tablada y Clemente Palma.

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Kristell Navarro
Revista Tlajtoli

La poesía es lo único que me hace existir en el mundo.