Frente al Ceboruco
Volcán activo/que conserva la calma mientras observa/ese aquínosucedenada.
Voy siguiendo la hierba que me llama
y pretende que no la ignore.
Se inclinan dos, tres, veinte veces,
haciendo caravanas a mi corazón de sal.
Sal…
¿Cuántas veces voy a ser el complemento?
Van usándome a pizcas, a montones
que me consumen sin contemplaciones.
Yo quiero ser amanecer tardío,
montaña cubierta de neblina,
águila volando al ras del césped.
Dudo.
Mi sueño es ser un volcán activo
que conserva la calma mientras observa
ese aquínosucedenada.
Y resulta que todo sucede:
carreteras, aves, hormigas, ausencias y carencias sin fin.
Yo no puedo suceder, no sé arrojarme de montañas.
Solamente he aprendido a observar.