Consenso universal: coma, punto, apóstrofe.

Hace un par de días llegó a twitter un debate que suele aparecer cada cierto tiempo: ¿qué tipo de separador decimal usas?

La respuesta es que, como ya indicó Gaussianos en este post, no existe un consenso universal, pues cada país tiene una serie de recomendaciones por las que se inclinan por una u otra opción, siendo las tres más mayoritarias la coma (1,23) el punto (1.23) o el separador árabe (1٫23). El uso del apóstrofe (1'23) es exclusivo de España.

En el siguiente mapa podemos ver cual es el separador más usado en cada país.

Azul: punto — Verde: coma — Verde azulado o azul verdoso: ambos — Rojo: separador árabe

Así que la respuesta parece clara: no hay consenso mundial. Pero si nos ponemos a preguntar a personas al azar “¿tú qué usas?”, vemos que ni siquiera hay consenso dentro de cada propio país, ya que al basarnos únicamente en recomendaciones dejamos que cada persona decida que usar.

De ese 0.6% que votó “otra forma” hablamos más tarde.

En el Real Decreto 493/2020 de 28 de abril de 2020 publicado en el BOE se redefinieron las unidades del Sistema Internacional, y además, se aprovechó para decir lo siguiente sobre el separador decimal:

El símbolo utilizado para separar la parte entera de la parte decimal se denomina «separador decimal». El símbolo del separador decimal puede ser la coma o el punto,(…). Preferiblemente se utilizará la coma, siempre que la tecnología y las aplicaciones donde se utilicen lo permitan. (…)

Es decir, según el BOE, se recomienda usar la coma. ¿Pensará lo mismo la RAE? Pues hasta 2010 sí lo hacía, pero entonces la cosa cambió, pues al publicarse la Ortografía de la lengua española, de las Academias de la Lengua, se señala que «con el fin de promover un proceso tendente hacia la unificación, se recomienda el uso del punto como signo separador de los decimales».

En el mundo de la ciencia, el CSIC recomienda utilizar el punto en lugar de la coma, aunque la FESPM prefiere utilizar la coma en sus publicaciones. Parece claro que en el uso del punto o la coma hay menos consenso que en el congreso de los diputados... que ya es decir.

¿Qué hacemos entonces?

Dado que es complicado responder a esta pregunta, voy a exponer algunas características e inconvenientes de utilizar cada tipo de separador decimal.

1. La coma (,): es la forma tradicional de separar los decimales en España y otros países europeos, y es la recomendada en el BOE y la usada por la FESPM. Sin embargo, presenta problemas al denotar intervalos, ya que al escribir [1,2, 3] puede ser complicado ver si el intervalo comienza en 1 y acaba en 2.3 o si comienza en 1.2 y acaba en 3. Lo mismo ocurre al escribir vectores como (1, 2,3 ,4), dónde se puede confundir ya no sólo los valores, sino también la dimensión del mismo. Y lo mismo ocurre al realizar cualquier tipo de enumeración. Además, suele producir errores al ser utilizado en aplicaciones informáticas, pues la coma suele utilizarse como separador de elementos, y al importar “12,34” a programas como Excel es fácil que aparezca “1234” en una única celda (ignorando la coma) o que aparezca “12” en una celda y “34” en la siguiente.
2. El punto (.): es la forma más internacional de separar decimales y la recomendada por la RAE, la Fundeu y la gran mayoría de los organismos científicos españoles e internacionales. Por la contra, el punto (.) es más difícil de ver en la escritura manual que la coma (,) y el punto también es usado como separador de miles (aunque esto no se recomienda), por lo que el número 1.034 podría ser interpretado como “mil treinta y cuatro” o como “uno y pico”. Además, cuando con un número decimal finaliza la oración o el texto, el punto decimal se junta con el punto final, lo que, si bien no es un error, puede producir una sensación de incompletitud como la que voy a forzar ahora volviendo a escribir el número 1.234.
3. El apóstrofe ('): a pesar de que en España era común verlo en la escritura a mano y en los carteles de todas las fruterías, su uso se desaconseja desde 1980, y actualmente ningún organismo lo recomienda. Al ubicarse en la línea superior (') es la más sencilla de diferenciar, aunque puede confundirse con el signo utilizado para denotar a las derivadas, así como con la notación usada para operar con grados, minutos y segundos, pues 5'50' significaría “cinco minutos y medio”. Además, es una notación desconocida para casi todos los países.

¿Hay más?

Pues sí, hay más. Un 0.6% de las personas que participaron en la encuesta votaron “otras formas”, y efectivamente. Aunque lo más probable es que lo hicieran para trollear, existen formas de separar los decimales que, si bien no son mayoritarias ni recomendadas, se han usado ampliamente en algunas situaciones:

1. La coma árabe (٫): en el mundo árabe se utiliza un carácter diferente para separar las partes enteras y fraccionarias de los números. Se denomina separador decimal arábigo o coma árabe, y es un símbolo casi idéntico a nuestra coma (3,14) que se coloca ligeramente más arriba (3٫14).
2. El punto medio o interpunto (·): utilizado en torno al 1840 algunos libros impresos británicos y en varios artículos de la universidad de Cambridge. Está en desuso desde 1970 por varios motivos, siendo el principal que el uso de ese mismo símbolo para denotar a la multiplicación empezaba a estar cada vez más aceptado.
3. El separador (⎖): su nombre completo es “Decimal Separator Key Symbol”, y forma parte del bloque de técnicas misceláneas de Unicode. Aunque está en todos los ordenadores por defecto, no ha sido usado de forma mayoritaria por ningún país o cultura.
4. El superíndice (-): tradicionalmente, los letreros de las carreteras de California expresaban las distancias en números decimales, poniendo una barra (-) después del número que representa a la unidad y situando los decimales encima de esta barra. Aunque ya utilizan números decimales, este estilo sigue presente en los marcadores de postes y puentes (ver foto más abajo).
5. La barra unidad (¯): esta barra se situaba encima del número que ocupaba la posición de las unidades, y el resto de números se escribían a continuación “como si nada”. Esta es la primera forma de separación decimal que conocemos, y data de la época medieval. De esta forma, el número 123.45 se escribiría como 12 ̅345.
6. La separatriz (|): es la descendiente inmediata de la barra unidad. En este caso se escribiría como 123|45.
7. El símbolo de Batman (🦇): vale, lo confieso, este me lo he inventado yo, pero podría haber existido perfectamente. La idea es siempre la misma, cada país o cultura adoptó el signo que más le gustó o que más usase (tradición) y poco a poco los criterios y símbolos fueron variando, siendo cada vez más homogéneos para facilitar el intercambio de dinero, bienes o conocimiento. Y sí, aún es posible que sigan cambiando esas tradiciones. De hecho, lo están haciendo.

Equivale a 144,44. ¡Y encima en vertical! Lo llegan a poner en Comic Sans y hacen pleno…

Conclusiones

Hay quien dice que las matemáticas son el lenguaje del universo, pues es de las pocas cosas que tienen en común todos los lenguajes existentes, y es gracias a esto que todo el mundo puede entender que 1+1=2 sin necesidad de tener que buscar a un traductor. Eso dota a las matemáticas de un gran poder, y como dijo Peter Parker (o su guionista), un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Es nuestra responsabilidad hacer que las matemáticas sean unívocas, porque si países o culturas diferentes hacen interpretaciones opuestas del mismo hecho, la hemos liado. Dentro de las matemáticas ya hay casos de conceptos que se entienden de una forma u otra según quién lo lea o que pueden producir confusión, como pueden ser los conceptos de “concavidad o convexidad” o el uso de la notación ]1,2[ para los intervalos abiertos. Está en nuestra mano minimizar estos defectos en la medida de lo posible para conseguir un consenso universal en la más universal de todas las ciencias.

Es por esto que, siendo coherente con esa universalidad de las matemáticas, yo procuro utilizar la opción mayoritaria, es decir, el punto. He de decir me he tirado muchos años utilizando la coma, y aunque el apóstrofe no suelo usarlo, confieso que a veces se me escapa únicamente en una situación: al corregir los exámenes de los alumnos y poner la nota en la esquina superior derecha.

Con esta entrada participo en el Carnaval de Matemáticas, que en esta octogésima novena edición, también llamada 11.3, está organizado por Fran Martínez Seoane a través de su blog Astronautas y Robots vs Coronavirus.