La Seducción del Jardín Amurallado

Hace unas semanas se llevó a cabo la conferencia F8 de Facebook. Es el evento más importante que esta compañía organiza y es esperada con mucha anticipación porque no es un evento regular. A pesar de que va enfocada a desarrolladores, aqui se muestran todas las novedades y se marca la dirección que va a seguir en el futuro la plataforma, de manera que cualquiera interesado en el desarrollo de la web y los medios sociales hace bien en poner atención. Este año se anunciaron muchas cosas interesantes y que merecerían comentarse (de hecho lo haré en @SocialFMpodcast), sin embargo hubo un aspecto en particular que me parece relevante. Deb Liu, la VP de plataforma, particularmente, lo señaló varias veces.

Los analistas y expertos están de acuerdo en que pocas cosas peores que Facebook le han sucedido a la web abierta. En algún sentido es la antítesis total de los valores de apertura, cooperación y neutralidad de Internet. La idea de un lugar y experiencia controlados, donde la información entra pero no sale, donde la privacidad desapareció, el contenido que vemos es determinado por un algoritmo, por no hablar de censurado y en donde no todas las plataformas son tratadas de la misma forma parecería una versión orwelliana de la Internet original. No en balde se acuñó la expresión “Jardín Amurallado” para describirla.

Pero hay algo mucho más preocupante. Para mucha gente Facebook es, de facto, un sinónimo de la web. Ya no hay diferencia.
En algún sentido podría decirse que Facebook consumió la web.

¿Pero cómo logró esto? ¿Fue a través de una invasión agresiva? ¿Una silenciosa guerra encubierta? ¿Con el equivalente de un golpe de estado? ¿Llevó a cabo un blitzkrieg digital inesperado?

No, nada de eso. Fue totalmente gradual, pacífico y silencioso.

Su arma principal fue la facilidad y la sencillez.

Su principal éxito, en donde realmente triunfó como nadie lo había hecho, fue en la adopción de los usuarios. Recordemos que la web de 2008–2009 era un lugar agreste, confuso pero vivo y dinámico en donde sucedían muchas cosas. Los primeros medios sociales, los blogs, reinaban supremos. Google era el amo y señor de la web. Los smartphones estaban por llegar. MySpace y Hi5 dominaban el incipiente espacio social. En este mundo se requería saber escribir y desarrollar una voz para ser escuchado. Al menos tomar fotos decentes, aunque Instagram estaba todavía en el futuro. El video todavía no era tan común y era difícil de crear aunque YouTube ya existía. Era un mundo que requería un poco de conocimiento para poder moverse y convivir con soltura. Era un mundo creado por y para cierto tipo de usuario.

En ese mundo llegó Facebook y ya nada fue igual.

Facebook le ofreció al público masivo una experiencia consistente, segura, sin necesidad de averiguar mucho para poder empezar a usarse. Una en donde no tenías que saber qué estabas buscando, firmemente plantada en terreno conocido: en tus contactos, la gente que conocías y las experiencias conjuntas con ellas. Facebook transformó la web de un ejercicio intelectual con tintes sociales, en una experiencia social que no requería mayores complicaciones. Había poco que configurar y en todo caso tenías todas las respuestas a las preguntas: ¿A quién conozco? ¿Qué hice? ¿En dónde estuve?

Contra eso la web oponía una selva digital que requería ser explorada con herramientas que requerían cierta sofisticación y alfabetización digital. Nos guste o no, a pesar de sus ideales democráticos y comunales, al dia de hoy está teñida de un dejo de arrogancia tecnológica que no le ha permitido rebajarse a crear opciones suficientemente simples para hacer la mejor experiencia de la web abierta accesible a cualquiera. Como ejemplo, llevamos más de 10 años tratando de crear un lector de noticias sencillo y atractivo y lo más cercano a eso ha sido Flipboard que tiene una adopción minúscula. El precio de la apertura implicaba SABER como hacer las cosas, ENTENDER muchos por qués y poner ciertos valores como la eficiencia y la personalización por encima de todo. Pusimos los requisitos de entrada demasiado altos, creyendo que nadie que no supiera hacer ciertas cosas merecía tenerlas y el resultado fue que mandamos a los recién llegados a los brazos de Zuckerberg y plataformas como Facebook.

Hoy en dia quizá podemos decir que la web abierta es para un tipo de usuario en particular. El resto está en Facebook.

El éxito de Facebook es que no quiso que nadie tuviera que aprender nada para poder usarlo, al contrario, ellos harían todo lo posible para que nadie tuviera obstáculos en su uso. El precio de eso es que tendría que controlar todos los aspectos de principio a fin. Crearía una jaula hermosa y confortable con confines muy amplios pero sin posibilidad de negociación u opciones. Ya nadie tendría que salir al yermo de la web a buscar cosas, ellos traerían los fragmentos más populares y los pondrían frente a ti para que pudieras estar el mayor tiempo posible dentro de su plataforma.

Funcionó. Hay 1600 millones de usuarios que sirven como evidencia de que este enfoque era correcto.

Mucho de lo que vimos en F8, desde el Facebook Live hasta las nuevas opciones de Messenger, todo lo que va de cara al usuario, es fácil, rápido, accesible, con la menor fricción posible. ¿Cómo pedirle a la gente que no use eso cuando las alternativas son mucho más complicadas?

El éxito de Facebook no es casualidad. Es producto de muchas decisiones estratégicas difíciles y una ejecución impecable. Eso no podemos dejar de señalarlo. Es difícil decir si logró generar un producto para nuestra época, o creó nuestra época con su producto. Lo que no está en duda es que la clave fue hacer las cosas tan simples como fuera posible para la mayor cantidad posible de usuarios. En ese respecto su éxito es incomparable.

Pero esa comodidad y facilidad nos ha salido cara en muchos aspectos. Queramos verlo o no.

Originally published at ornitorrincodigital.com on April 14, 2016.

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Angel Buendia C.
Aventuras Trabajando en los Medios Sociales

Mercenario de los medios sociales (consultor freelance) certificado por Facebook. Conductor de @socialfmpodcast