Set It Up, ugh.

Netflix lo volvió a hacer. Le apuntó a una demográfica, apostó a la nostalgia y produjo una “comedia romántica” en un ridículo retroceso.

He visto películas más estúpidas que esta, pero en lo que me tomó escribir estos dos párrafos, no me vino una a la mente. Set It Up es la representación cinematográfica de querer rescatar lo peor de las peores comedias románticas de los 90s. Puede que Glen Powell y Zoey Dutch terminen siendo grandes estrellas de cine, pero esto es un vergonzoso intento de hacer karaoke acting en el nombre de lo que muchos actores hicieron mucho mejor hace décadas.

Encima, esta película es sobre como dos asistentes blancos que viven en NYC son capaces de controlar y manejar como títeres a dos poderosos empresarios de ascendencia asiática (Lucy Liu) y afroamericana (Ty Diggs) para que se enamoren y a los asistentes les quede más tiempo libre en su calendario. La película lo justifica porque estos dos empresarios son culos de seres humanos, personas horribles. Y los dos asistentes lo logran, los manejan a su gusto y gana, hasta que el hombre afroamericano le es infiel con su ex-esposa. ¿Qué cuáles son las consecuencias de haberle orquestado la vida a sus jefes? Uno renuncia, la otra se reencuentra con la escritura y se enamoran hasta terminar besándose en una cale en NYC. En serio…💩.