Viviendo la experiencia de aprender

Gonzalo Hoyos
BA Lab Innovación
Published in
4 min readMar 2, 2018

Estudiar. Terminar una carrera. Triunfar. Es la receta de vida que hoy nosotros recibimos de generaciones anteriores: estudiar para vivir.

Toda persona está ávida de aprender cosas nuevas. Buscamos hallar nuestro camino y realizarnos a través de él. Y en el medio están nuestros gustos, intereses, pasiones. Algunos fantasean por la música, la pintura o literatura, la cultura, los idiomas las relaciones humanas y otros tantos por la ciencia.

A veces nos rodeamos de personas que dejan de lado aquellos intereses, mientras se abocan de lleno a estudiar algo que no les resulta atractivo y, en muchos casos, no conocen ni con qué fin lo están estudiando. Memorizan conceptos/prácticas para poder aprobar y luego lo olvidan todo. “El cerebro es un inmenso océano de olvido, donde los recuerdos son pequeñas islas. Y el cerebro sólo recuerda aquello que nos emociona”, dijo el neurocientífico Facundo Manes en una de sus publicaciones.

Es que pienso que la verdadera victoria radica en ser lo que uno está llamado a ser y explotar ese camino hasta su máximo esplendor: siendo fotógrafo, un profesional de la medicina, o un ingeniero. Hoy el panorama es música o ingeniería, medicina o literatura, abogacía o fotografía. Cuando, quizás, la verdadera vocación es todo: ingeniería Y música, medicina Y literatura, abogacía Y fotografía. Sólo si nos permitimos reunir todo lo que nos reconforta y combinarlo vamos a lograr hacer de nuestros actos algo acorde a nuestras convicciones, algo que aporte positivamente a nuestro entorno,a la sociedad, a nosotros mismos. “Serás lo que debas ser, o no serás nada”, decía el General José de San Martín.

Codo a Codo, es una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que busca insertar en el mundo de la programación, la ciencia y la tecnología a personas mayores de 18 años que no tienen mayores conocimientos técnicos ni del mundo de los sistemas y la informática.

Tuve la suerte y oportunidad de poder participar como docente titular durante el ciclo 2017. Dentro del programa, formamos un equipo de docentes que creían y estaban convencidas de lo anterior expuesto. Un equipo que buscaba elevar la vara. Enseñar un concepto un poco más profundo que explicar únicamente las bases del lenguaje de programación Java. Queríamos transmitir la pasión por lo que hacíamos, el mundo de las computadoras, el poder de los sistemas informáticos y su gran potencial para ayudarnos a eficientizar tareas cotidianas: desde recordar una receta de cocina, poder ver y escuchar a una persona al otro lado del mundo o procesar cantidades voluminosas de información que maneja una empresa en tan sólo segundos. Queríamos transmitir cómo todo ese mundo podía convivir perfectamente con nuestros otros intereses: la música, el cine, el teatro, la literatura.

El programa de cursada estaba dividido en 3 módulos:

Introducción a los sistemas y técnicas de programación, programación orientada a objetos y bases de datos.

Durante las clases abarcamos algoritmos y sus características, diagramas de flujo, concepto y tipos de lenguajes, desarrollo de programas, estructuras de programación, estructuras de datos, algoritmos fundamentales de búsqueda, algoritmos en diagramas y en pseudocódigo, programas en diagramas y pseudocódigo y ejemplos de programas en lenguaje C.

Con el equipo docente nos reunimos cada viernes por la tarde a reformular la metodología de enseñanza y diseñar ejercicios para resolver con los alumnos, sin dejar de hacer del aprendizaje algo lúdico, donde programar resultara ser la posibilidad de combinar los sistemas con los gustos de cada uno, y hacer de ello algo útil y divertido, como por ejemplo: emular la reproducción aleatoria de una playlist de canciones. Esta metodología de enseñanza nos dejaba ver el interés que mostraban los alumnos con el correr de los meses. Era realmente motivador y reconfortante la velocidad descomunal con la que habían adoptado la habilidad del programador. Ya era hora de pasar al segundo módulo, en el que tratamos profundizamos en La programación orientada a objetos, los primeros pasos en Java,diseño conceptual de solución y desarrollo en Java.

En el último módulo nos enfocamos en DataBase Management System, modelo Relacional y lenguaje de consulta SQL.

Comencé el año en abril en un curso con 20 alumnos, y en diciembre, más de la mitad se presentó a rendir el examen de certificación. En el ciclo 2018, el curso se podrá realizar de manera virtual o presencial y para ambos casos, las inscripciones están abiertas hasta el 7 de marzo acá.

El curso propone que al terminar la cursada, los alumnos realicen un examen para obtener el certificado del Ministerio de Producción de Nación que avala los conocimientos adquiridos.

Más allá de formar programadores que tuvieran nuevas herramientas para insertarse en el mercado laboral, en Codo a Codo buscamos hacer que los alumnos expresen su creatividad, que mezclen sus pasiones con el trabajo. Estoy convencido que no se trata de aprender para vivir, sino de vivir para aprender, aprender haciendo y disfrutar el camino.

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