Mujeres y carreras STEAM

Margy Galeano
Bancolombia Tech

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Cuando era niña y me preguntaban ¿qué quieres ser cuando seas grande?, mi respuesta variaba desde querer ser astronauta hasta querer ser cualquier profesión que viera en la TV; fui creciendo y mis aspiraciones cambiaron: quise ser arquitecta, abogada, ingeniería civil. Mis papás nunca me dijeron que no podía serlo y contrario a esto, siempre me apoyaron y animaron a elegir aquello que quisiera ser. Hoy soy ingeniera en sistemas, una carrera de la que aprendo cada día, que me ha llevado a lograr mis sueños y de la cual estoy enamorada.

Esta fue mi historia, sin embargo, para muchas mujeres la realidad no se ajusta a sus aspiraciones. Los estereotipos de género condicionan las preferencias, los comportamientos y las decisiones de las mujeres, por lo que comentarios como “esa carrera no es para niñas”, “las niñas no hacen eso”, “las niñas no se comportan así”, “las niñas no juegan con esos juguetes”, influyen negativamente en las decisiones que tomamos frente a la elección de nuestra carrera profesional.

A la ruptura que existe entre las niñas y el reconocimiento de su potencial, se le conoce como la brecha de sueños. Dicen que a partir de los 5 años una niña deja de soñar con lo que puede llegar a ser y empieza a entender que no tiene la oportunidad de ejercer otras profesiones distintas a las que se consideran “adecuadas” para ella.

Las carreras STEAM, que son las comprendidas por las áreas de conocimientos de ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, y que en muchas ocasiones son reconocidas como áreas complejas y solo para hombres, constituyen una de las principales brechas de género en cuanto conocimiento y empleo.

Según la UNESCO, en el 2050 el 75% de los empleos estarán asociados a las carreras STEAM; sin embargo, el promedio a nivel mundial de mujeres que estudian estas carreras es del 35% y según la ONU, las llamadas carreras del futuro son fundamentales para cumplir con los 17 objetivos de desarrollo sostenibles como: acción por el clima, fin de la pobreza, cero hambres, entre otros.

De lograr la equidad de género a nivel global, se incrementaría la riqueza mundial entre el 11% y el 26% en menos de una década, según un estudio del McKinsey Global; esto, teniendo en cuenta que el 51% de personas del mundo somos mujeres.

Como ven, son problemas complejos y por eso es necesario una fuerza laboral diversa que permita, principalmente:

- Contar con una visión plural para resolver problemas de manera innovadora.

- Generar ambientes de colaboración equitativos y justos.

- Introducir dimensiones de género en la investigación y cambiar los estereotipos de género.

- Tener un mayor número de personas formadas para trabajar por una mejor sociedad.

Ahora bien, si logramos que las niñas elijan estas carreras y eliminamos los sesgos de género, nos encontramos con otro reto: ¡mantener a las mujeres en la fuerza laboral!

Las mujeres que se desempeñan en áreas STEAM tienen una tasa de deserción que equivale al doble de los hombres. El 52% de ellas abandonan su profesión (McKinsey).

Según la ONU Mujeres, en el mundo las mujeres ganan 63% menos salario que los hombres, pero dedican el triple de horas a trabajos no remunerados.

¿La razón? Muchas mujeres sienten que en algún punto de su vida deben elegir entre la maternidad y su carrera, también la brecha entre los salarios es un factor decisivo, ya que no son iguales entre hombres y mujeres; además, porque los roles y estereotipos de género son decisivos en algunas organizaciones al momento de elegir una persona para ocupar un cargo.

Equilibrar la división del trabajo es parte de una solución y así como hablamos de los estereotipos de géneros hacia las mujeres, también debemos poner atención en cómo le hablamos a los hombres, pues comentarios como: “los hombres no hacen tareas del hogar”, “los hombres son proveedores”, también afectan al hombre para que en el futuro decida no realizar actividades de cuidado no remunerado, pues considera que son responsabilidad de las mujeres.

Cerrar la brecha de género es algo prioritario, ya que no solo es moralmente correcto, sino que económicamente es lo más congruente y nos conviene a todos como sociedad. Los cambios más pequeños pueden ser poderosos y todos podemos ayudar a las niñas, desde que son pequeñas, a cambiar sus limitantes, a que cultiven sus intereses y aptitudes, animarlas a buscar mujeres que se destaquen en las áreas de conocimiento y que las tomen de referente de lo que pueden llegar a ser. Las carreras STEAM necesitan mujeres. El mundo necesita a las mujeres.

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Margy Galeano
Bancolombia Tech

Soy una persona apasionada por los medios de pago, me gusta guiar en el crecimiento a las personas. :)