Ellas diseñan
Charlando con 3 profesionales del equipo de diseño de BBVA
La diversidad es una cualidad de la que el equipo de diseño de BBVA puede presumir. La podemos apreciar en diferentes aspectos, aunque hoy quiero poner en valor la representación de mujeres en el equipo, que es de un 55% , ocupando varias de ellas en puestos de responsabilidad. Por ellas y por las jóvenes que a día de hoy están pensando en dedicarse al diseño, me he sentado a charlar con tres de esas mujeres de nuestro equipo porque, como decía Virginia Woolf:
pensé en lo desagradable que era que le dejaran a uno fuera; y pensé que quizás era peor que le encerraran a uno dentro; y tras pensar en la seguridad y la prosperidad de que disfrutaba un sexo y la pobreza y la inseguridad que achacaban al otro […] pensé finalmente que iba siendo hora de arrollar la piel arrugada del día, con sus razonamientos y sus impresiones, su cólera y su risa, y de echarla en el seto.
—Virginia Woolf, Una habitación propia,1929
Y yo he pensado que, para romper con las inseguridades y para cambiar la tradición, lo mejor es ofrecer nuevos referentes, en este caso, de diseño.
Tomar la decisión de a quién traer no ha sido fácil, ya que estoy rodeada de compañeras que tienen mucho que aportar a la comunidad y me hubiera encantado traer un pedacito de cada una pero, como el espacio es limitado, pensé en tres personas con experiencias diferentes: María Fernández Romero, diseñadora de interacción que nos acompaña desde hace un año en el equipo; Cristina Salmerón, investigadora para el diseño con una trayectoria de casi 4 años en BBVA y Blanca Fdez, diseñadora visual con más de 5 años en el equipo.
De carreras y estudios
Además de por sus perfiles y su experiencia, elegí sus nombres por cómo se habían introducido en el mundo del diseño. Para Blanca fue una transición desde Publicidad y Relaciones Públicas gracias al estudio de diseño digital en el que empezó a trabajar en su segundo año de carrera. Cristina se había especializado en su licenciatura en Investigación y Técnicas de Mercado, por lo que al entrar en una empresa enfocada al diseño trasladó todo el conocimiento teórico a este nuevo enfoque, un rumbo que tomó de una forma muy natural. El caso de María es algo más curioso pues sus estudios fueron en Derecho. Cabe señalar que se especializó en nuevas tecnologías y durante el desarrollo de su trabajo descubrió el diseño de interfaces y decidió formarse en ese campo. Para ella, derecho y diseño tienen el mismo propósito: facilitar la vida de las personas, aunque desde diferentes perspectivas y con más margen creativo en diseño.
Es muy interesante tener debates casi filosóficos sobre si realmente lo que estamos haciendo es ético, si le va a hacer bien al usuario o si le vamos a impactar con el propósito que tenemos.
—María Fernández Romero
De retos profesionales y personales
Al haberse incorporado hace poco a este entorno y con una trayectoria académica y profesional tan diferente, María siente que su mayor reto es vencer al síndrome de la impostora que le persigue, adaptar su modelo mental al nuevo sin dejar de aprovechar la capacidad analítica y la forma de ordenar las ideas aprendidas en el desarrollo de su experiencia como abogada. Durante este año se ha sentido apoyada por las personas con las que ha trabajado y que le han facilitado los recursos y los espacios para aprender y desarrollarse, lo que ha rebajado la intensidad del reto.
Demostrar el valor de la investigación es quizá el reto que con más frecuencia asume Cristina en su día a día, aunque se apoya en la posibilidad que ofrece de reducir la incertidumbre y, con ella, el riesgo de la inversión en diseño y desarrollo.
Para Blanca el mayor reto es también una gran fortaleza: trabajar en un producto global. Para llegar a tomar decisiones es necesario hablar con muchas personas, pasar múltiples validaciones. Sin embargo, eso también le permite crear relaciones de confianza con el resto de su equipo a pesar de los kilómetros de distancia. Lo que ella deja conceptualizado al final de su jornada, alguien lo retoma al inicio de la suya y lo modifica con su visión y sus matices, haciéndolo crecer:
Me interesan las sinergias y los estados de confianza que se generan con mis compañeros: además de la creación de diseños interesantes, útiles, fáciles para nuestros clientes, entre nosotros podemos pasarlo muy bien si confiamos y creemos en lo que cada uno tenemos para aportar.
—Blanca Fdez
De referencias e inspiración
Hay algo muy representativo en esta respuesta y es que las tres coinciden en que consideran referentes a las personas que les rodean, a las que les acompañan en su día a día, a las que les han ido transmitiendo su conocimiento a lo largo de los años. Blanca habla de personas con valores y buenas profesionales que le han hecho y le hacen ser mejor y más creativa, gente que le hace sentirse acompañada. María hace referencia a personas que son fieles a sí mismas y Cristina toma como referencia a personas que considera buenas profesionales, mencionando entre ellas a varias mujeres con las que ha trabajado y trabaja, como Irene Estrada, Marta Salinas o Margarita Barrera.
Para mí mis referentes son personas más cercanas porque no quiero idealizar a personas que no conozco. Porque, aparte de lo técnicamente bien que haga su trabajo, me influyen las relaciones y el trato y ver cómo se desenvuelven en una gran organización.
—Cristina Salmerón
De proyectos personales y entretenimientos
Cuando hablamos sobre cuáles serían los proyectos a los que se dedicarían si pudieran elegir e, incluso, si no necesitaran trabajar para vivir, de nuevo las tres tienen un punto en común: la creatividad.
Cristina ha descubierto durante el confinamiento la arcilla polimérica y ahora luce sus creaciones en las reuniones, ya que tiene un amplio catálogo de pendientes. Ahora reparte su tiempo libre entre sus creaciones y jugar a videojuegos. Blanca se dedicaría en exclusiva a su galería de arte (Twin gallery), viajaría más y conocería a más artistas para sus exposiciones. María destaca su conexión con la música y le gustaría desarrollar un producto dedicado a fomentar a compositores locales y grupos emergentes y, si no tuviera que preocuparse por el dinero, disfrutaría de la vida bohemia: dar conciertos, pintar o escribir.
Del futuro del diseño
Reflexionar sobre el camino hacia el que se dirige el diseño se me hace imprescindible en el momento en el que nos encontramos, así que fue la pregunta con la que cerré este encuentro. Cristina cree que es vital que el diseño siga estando ahí, que se entienda el valor que aporta y que sea algo necesario para seguir avanzando, tanto en lo económico como en lo social. Para Blanca y María el diseño es de las personas. Blanca considera que su futuro va a estar marcado por las cosas que vayan sucediendo y que hay áreas que tienen mucho recorrido por delante como la sostenibilidad o la energía. María considera que debemos tener mucho foco en las personas y pensar en los beneficios sociales de los productos que diseñemos y añade que:
El diseño es un medio muy poderoso para llevar a la sociedad a un lugar mejor.
—María Fernández Romero
Cierro estas líneas sabiendo que me quedo para mí muchas más palabras y aprendizajes que pude extraer de mis conversaciones con Blanca, Cristina y María, pero con la sensación de haber dejado un buen reflejo de ellas y un buen aperitivo para quien quiera saber más sobre nuestro equipo. También soy consciente de que me dejo muchos testimonios por recoger, ya que somos más de 135 mujeres diseñando, cada una con su historia y sus circunstancias, todas contribuyendo a lograr los éxitos conseguidos por el equipo. Por eso, y aunque solo sea un mínimo homenaje, estas palabras se las dedico también ellas: a Marta, a Reyna, a Concha, a Gabriela, a Silvia, a Patricia, a Daniela, a Ana, a Andrea, a Teresa, a María, a Sara, a Mariana, a Iris, a Beatriz y a todas y cada una de nosotras.